El día se me pasa rápido al lado de mis nuevas mascotas. Los alimento y juego con ellos... Y de vez en cuando pienso en Gabriel.
¿En qué estará pensando ahora? ¿Pensará en mí? ¿Me extraña?
No entiendo porque no puedo dejar de pensar en Gabriel después de lo que acaba de hacerme. Me gustaría olvidarlo aunque sea por unos segundos pero me es imposible. Lo quiero.
A las diez de la noche, mientras veo una película romántica, los gatitos duermen en una cama improvisada que hice para ellos y yo estoy sentada en un sillón con mi taza de chocolate caliente. En ese instante tocan la puerta.
¿Quién podrá ser?
Antes de abrir, tomo el atizador para chimenea y, cuando lo tengo muy bien agarrado, abro. Es Gabriel. Quisiera lanzarme a sus brazos pero estoy muy molesta con él y no lo voy a perdonar fácilmente.
-¿Qué haces aquí? -pregunto molesta.
Gabriel: Linda, Lamento mucho lo que te hice.
-Bueno... Ahora vete o perderás otra llamada de la oficina.
Gabriel: Lana... Lo siento.
-Se que estas muy estresado por el trabajo pero me trataste como basura y eso no te lo voy a permitir.
Gabriel: Sé que soy un tonto y un estúpido y todos los insultos que se te ocurran por haberte hecho eso...
-Sí -interrumpo- lo eres.
Gabriel: Déjame explicarte.
Hago como si lo pensará por unos segundos, por supuesto que quiero escuchar sus explicaciones.
-Está bien, te doy 5 minutos.
Gabriel: Mark se va de New York, trabajará en la sucursal que está en San Diego y Ryan busca un reemplazo para su puesto, y yo estoy tratando de conseguirlo.
Ahora entiendo todo.
-Y por eso estás tan irritante.
Gabriel: Así es, pero ya no más, lo prometo.
Sonrió. Por alguna razón le creo. Parece que soy tonta.
-Mmm... bueno... pasa.
Gabriel ve lo que tengo en mis manos y pregunta:
Gabriel: ¿Con eso ibas a golpearme?
- Sí, te lo mereces.
Gabriel: Ya lo sé, y me siento el peor por haberte tratado mal. ¿Me perdonas?
-Claro que sí, rubio.
Lo agarro por sorpresa, me pongo de puntillas y le robo un besito. El me toma por la cintura.
-Debo enseñarte algo.
Gabriel: ¿Y si lo dejamos para después?
-Tengo que enseñartelo ahora.
Gabriel deja de besarme el cuello y se aleja unos centímetros. Se pone más serio.
Gabriel: Vamos a ver, entonces.
Asiento con la cabeza y le digo que me siga. Al llegar al sofá donde están los gatitos, Gabriel pone mala cara. No quiero volver a pelear con él.
-¿Qué piensas? -pregunto esperanzada.
Gabriel: Pienso... que has perdido la cabeza. Te dejo sola unas horas y tú compras dos gatos.
-Me los regalaron.
ESTÁS LEYENDO
Nadie como TÚ ♡ is it love? Gabriel
RomanceEscribí la historia basada en el juego de Is it love?, pero la hice como a mi me gustaria que fuera... espero que les guste ♡