cap 15: París

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TN POV
—¿No puedes dormir, bebé?— preguntó Cinco, con aparente inocencia. Tragué saliva. —no. No puedo.—dejé de mirarlo a él para mirar las luces de los edificios que nos rodeaban —pues yo tampoco, creo que te puedo acompañar un rato— dijo mientras se acercaba a mí.

Me irritó un poco su respuesta. Quería estar sola un rato y encontrar las respuestas a las preguntas que él había hecho florecer estos últimos días, pero parece que no lo podré lograr. No esta noche.

Sus brazos reposaron el barandal frío del balcón, igual que yo, imitando mi posición —¿Pasa algo?— su preocupación salió a relucir con su pregunta —estos últimos días han sido surreales para mí. Salvamos al mundo, ¿Qué viene después?— de alguna forma milagrosa plasmé todos mis pensamientos en una pregunta. ¿Qué viene después de una misión tan importante como salvar el mundo?

—Vivir— respondió de manera concisa —¿Vivir?— pregunté de vuelta, pues me confundió más de lo que ya estaba —Sí, vivir. ¿Alguna vez has hecho algo que no haya girado en torno a Reginald o algo que hayas hecho por qué te haya gustado?—  pregunta difícil a una persona difícil. No respondí hasta unos segundos después porque ambos sabíamos la respuesta.

—No.— decirlo era más duro que pensarlo —la vida no es una misión, _______, y jamás lo será. Tienes que aprender a buscar lo que te gusta y dejar de buscar a alguien que te diga que hacer. ¡Somos libres y puedes hacer lo que quieras! ¡Ambos vivimos dos veces, dos oportunidades! ¿Qué más quieres?— su frustración salió a flote.

Me quedé sin habla. Las palabras no querían salir de mi nudo en la garganta, por qué el tenía razón. Por más que yo odiara a Reginald, yo había esperado sus órdenes y obedecido cada una de ellas. Tal vez por qué tenía la falsa esperanza de finalmente tener una relación de padre e hija o tal vez por qué era más sencillo no buscar una razón para vivir por qué Reginald había dejado una a mis pies.

El ser un héroe.

Pero eso no me llenó. Ni a mí, ni a Cinco, ni a Diego, ni a nadie. Y viví así por treinta años de mi vida, hasta que tuve la oportunidad de reiniciarlo todo en la época dorada del ser humano. La adolescencia.

—Esta vez ______ todo será diferente. Estoy aquí, estamos aquí y no nos separaremos— su actitud era firme y yo sabía que cada palabra que salía de sus labios era cierta, pero aún así el nudo de la garganta no se deshacía con la verdad que Cinco me había hechado en cara.

—Y..yo..— se me rompió la voz. Quebré en un llanto silencioso y podía sentir las manos de Cinco alrededor de mí cuerpo. Mentiría si no dijera que me sentía liberada de las cadenas que yo misma creé durante treinta años después de hablar con él por quince minutos.

—Princesa, la vida nos regaló una segunda oportunidad para estar juntos y no la desaprovecharemos— continuó abrazándome, acariciando mi cabello, para después peinarlo.

—Maldito seas, siempre tienes razón— dije, para después transformar mi llanto en risas en medio de una fría noche en París.

Funeral ✝ FiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora