Vacíos Temporales

Introducción

Nadie tiene que esforzarse para notar que su matrimonio no es un cuento de hadas. Manuel no quiere decir que es un infierno, porque supone que las cosas podrían ponerse peor. Sin embargo, y a diferencia de lo que su madre piense o diga, Manuel sabe que sus problemas maritales son culpa de ambos.

Manuel entiende que no es el alfa promedio—no se hubiese casado si sus padres no le hubiesen reventado la cabeza con el tema—pero también sabe que Miguel tampoco es el omega perfecto y tradicional que los alfas persiguen.

A Manuel le había parecido raro que Miguel no tuviera alfa cuando su madre los presento. La familia del peruano era adinerada y de buena posición social en su país. Vivían de las ganancias de la empresa agropecuaria de la familia y conocían un montón de gente. No tenía mucho sentido, pero por otro lado, tampoco podía ponerse a juzgar mucho estando en una situación similar. Luego, cuando empezó a conocer a Miguel, entendió el porque. Pero no era como si eso le hubiese importado a sus padres. Sinceramente, ni a él mismo le había importado mucho.

Manuel constantemente se pregunta si esa situación es mejor a estar solo de por vida. Supone que si. Por lo menos Miguel cocina bien y comen comida rica siempre. Por lo menos ha conocido a un par de gente interesante gracias al peruano, hecho un par de amigos nuevos, y sus padres por fin lo han dejado de molestar con que se porta como un viejo ermitaño.

Aunque sea no puede quejarse de eso. El problema es otro.