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3 años
30 semanas
5 días




POV YIXING

Hye Ji no está encantada con el hecho de que voy a dejar la cuidad, nunca está contenta cuando me voy, nunca, porque Xiao se pone triste y eso probablemente hace su trabajo más difícil. Me acompaña hasta la habitación de Xiao a regañadientes.

—¿Sucede algo, Hye Ji? —pregunto.

Hye Ji gruñe con elocuencia.

—No trates de distraerme.

—Sólo me estoy preguntando por qué tu rostro está más amoroso de lo usual, ¿nueva crema para los ojos?

—¿En serio te irás a Harvard? —suelta—. ¿Sabes cuán lejos está eso?

—Creo, que en otro estado.

—¿Qué pasará con Xiao, mmm? ¿Qué hará ella cuando no estés?

Las palabras de Hye Ji clavan una aguja directo en mi corazón. Ella parece ver eso, suspira y frota su frente.

—Lo siento, Yixing. Yo... ella ha estado aquí tanto tiempo, me importa mucho y, con la cirugía aproximándose, sólo estoy preocupada. El doctor Chae dice que sus probabilidades de pasar la cirugía...

—Estará bien —digo—. Ella es fuerte, incluso aunque no lo parezca. Vivirá. Será capaz de vivir su propia vida cuando termine.

Hye Ji asiente, empuja la puerta de la habitación de Xiao y jadea. Está vacía. Me acerco a la ventana donde cada uno de los jarrones que traje para ella se encuentran estrellados contra el suelo. El piso está literalmente lleno de cerámica, afilada y brillante, rogando para que alguien la pise y derrame sangre.

—¿Dónde está? —gime Hye Ji—. Le dije que venías y que se quedara en su habitación así podría traerte aquí. Oh no, oh, no no no...

—Bueno, nos separaremos. Revisa sus lugares usuales —digo—. Tomaré los pisos de arriba, tú revisa la parte superior y pregúntale al Dr. Chae si la ha visto.

Hye Ji asiente y salimos corriendo por la puerta. Subo los escalones de dos en dos y zigzagueo alrededor de sillas de ruedas e internos. No está en la cafetería y los que sirven dicen que no la han visto en todo el día. El cuarto de recreación está casi vacío y cuando le pregunto a una amable anciana si la ha visto, niega. Las enfermeras que trabajan con Hye Ji dicen que tampoco la han visto. Los baños resultan infructuosos.

Finalmente, llego a la sala de los niños donde Ji Eun y Jackson están jugando videojuegos. Levantan la mirada y Ji Eun sonríe.

—¡Oye Yixing! Xiao acaba de pasar por aquí.

—¿Dónde fue?

—Escaleras arriba. A la terraza, creo. Incluso aunque se supone que no debemos subir.

Beso la cima de la cabeza de Ji Eun, revuelvo el cabello de Jackson y me dirijo hacia el techo. Los cuatro tramos de escaleras me dejan sin aire y enfermo del estómago. ¿Por qué el techo? Solo va allí cuando está irrevocablemente triste o deprimida. ¿Y todos esos jarrones rotos? Amaba esos jarrones. Ella nunca...

Subo más rápido, salgo por la puerta de emergencia a débil luz del sol.

Xiao está parada al lado del borde. No sobre él, como la he encontrado tantas veces, como me temía que estuviera. Se asoma por el borde, mirando el mundo extendiéndose. Sus manos están entrelazadas detrás de su espalda, su cabello platinado agitándose en el aire como dorados hilos de luna.

Savage Delight - LayHo (2/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora