Intro.

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-No me gusta volver aquí.- bufó Mark mientras veía a su adoptiva madre recorrer los pasillos de la instalación con sumo entusiasmo.

-No seas así. Quería que fueras parte de esta experiencia. Quiero que salgamos del orfanato juntos con tu nuevo hermano.- efectivamente, quería a su hermano en casa con ellos ahora pero no le gustaba la idea de volver donde él fue alguna vez parte. Los Tuan lo adoptaron cuando tenía seis años y ahora decidieron ir por uno más, ya que ellos no tuvieron la posibilidad de concebir hijos de sangre. A Mark no le molestaba la idea de compartir a sus padres adoptivos, creía que cualquier niño huérfano debería tener la misma suerte que tuvo él de haber recibido amor de una familia de verdad. Pero Mark no quería ir al orfanato, lo hacía sentir vacío y triste.

-Lo que sea. Hagamos esto rápido.- dijo el adolescente. Su madre rodó los ojos.

-Ve a buscarlo tú mientras yo subo a firmar unas cosas. Él está aquí jugando con un amiguito.- Mark se asomó y allí estaba.

-Bambie~-llamó al niño que iba a ser su pequeño hermano. El nombrado giró su rostro para verlo. Sus ojos estaban vidriosos. Mark entendía el sentimiento del niño, a él también le había costado separarse de los suyos. Los demás niños en el orfanato fueron su primer familia, él estaba seguro de ello.

-¿No puede ir Jinyoung con nosotros?- preguntó Bambam. Mark ahora enfocó su atención en el niño que acompañaba a su nuevo hermano. Por Dios, era un niño poco más grande que Bambam y estaba rojo de tanto llorar.

-Lo siento, cielo. Pero no se puede...-se agachó hasta la altura de los más pequeños.-Aunque podemos visitarlo. No vivimos tan lejos.- dijo para tranquilizarlos. Los ojos de jóvenes de Bambam se iluminaron. Jinyoung se mordió el labio y se contuvo. Eso no iba a pasar, mañana lo iban a trasladar a otro establecimiento pero no dijo nada, no quería poner a Bambam más triste.

-¿Ya ves, Jinnie? ¡Podemos seguir siendo amigos!- dijo Bambam emocionado. Jinyoung asintió y luego toda su atención fue hacia Mark.

-Cuide mucho de Bambi... A él no le gustan las aceitunas, le gustan muchos los animales, ama los colores y...-sus ojos se aguaron otra vez. Mark sintió que su corazón se apretaba. Puso sus manos en las mejillas del más pequeño y secó las lágrimas con sus dedos. Ojos oscuros lo miraron con atención. Era un niño adorable.

-Lo cuidaremos bien, descuida. Y escucha...-acercó su rostro al de Jinyoung.-¿Y si mejor sonríes? No hagamos de esto una despedida triste. Sonríe porque volverás a ver a Bambam y...-soltó una de sus mejillas y tocó con el dedo índice la punta de la nariz de Jinyoung.-...eres bonito, es un desperdicio perderse una sonrisa tuya antes de irnos.- Jinyoung enrojeció ante las palabras.

-Jinyoung, es hora de empacar.- dijo una chica acercándose a los jóvenes. Por la vestimenta Mark notó que ella era parte del lugar como Bambam y Jinyoung. El pelinegro se levantó y corrió hasta la chica.

-Adiós, Bambie. Adiós, hyung.- hizo una pequeña reverencia mientras sujetaba la mano de la joven.

-Y Jinyoung...- dijo Mark sonriendo y haciendo una indicación con su mano para que el niño imitara su acción. Entonces, con las mejillas y nariz roja, sucedió. Sus ojos se volvieron dos medialunas y sus pequeños labios se curvaron con dulzura.

No lo esperaba.

Adorable serendipia.

Mark halló algo hermoso ese día. Y era la sonrisa de Jinyoung.

N/A: Nuevito. Esta historia va a empezar cuando acabe con mis fics The Reincarnation y Two Moons. ¡Espero que les guste! 💕

Serendipity. [Markjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora