Serendipity. [Markjin]

Tierra a la vista.

El sábado a las 11 de la mañana, Jinyoung ya estaba algo integrado al grupo de convivencia. Con algunos más que otros, por supuesto. Había entablado conversaciones bastante largas con los más jóvenes y se había enterado de las historias de algunos de los adolescentes allí. Supo que Jeongin y HyunIn eran vecinos y habían perdido a sus padres en un incendio en el edificio deplorable en el que vivían. Hyunjin jugaba en la casa del más pequeño, se salvaron porque la mamá de Jeongin logró lanzarlos del tercer piso y ellos cayeron sobre unas cobijas que habían tendido los vecinos. Sin embargo, los padres de Hyunjin estaban intoxicados por la droga abajo en un estado que casi adormilado y la pobre madre de Jeongin no pudo hacer nada cuando las llamas consumieron la ventana por donde había arrojado a ambos niños. Mark supo la historia, ellos estaban en el mismo centro y ninguno poseía otro familiar, más que Hyunjin con una abuela que no lo quería. Estaban solos, Mark no quiso separarlos y se trajo ambos. En cuanto a Chan, Mandie había tenido una gran dificultad para obtener su tutela porque estaba en un reformatorio de menores ya que robaba desde pequeño, la pequeña Cassie es su hermana de sangre. Las chicas tenían una historia demasiado triste, bastó con que le dijeran a Jinyoung como fueron rescatadas para que él comenzara a imaginarse todo y llorar mientras las contagiaba del sentimiento. Youngjae y Younghyun venían vagando como él en hogares de tránsito y orfanatos. Jae vivió en condiciones inhumanas cuando lo hallaron hace tres años y Wonpil fue abandonado en un convento. Minho y Jisung trabajaban en las calles desde pequeños en un distrito de otro estado hasta que los pusieron bajo un techo. Jinyoung también supo que el tal Jaebum se fue a estudiar para ser un policía como Mark y alcanzar el rango del nombrado. Younghyun estaba con los exámenes de ingreso para la Universidad, ya que quería dedicar su vida a la abogacía y ayudar específicamente a personas que se encontraron en las mismas circunstancias que él y las personas que él conocía, ahora, cómo su familia. Quería ir por los derechos humanos e infantiles.

—Y yo quiero ser pediatra.—Jinyoung declaró mientras tomaba una galleta del bol y miraba al círculo de personas a su alrededor.

—Eso es muy lindo. Momo también quiere pero vamos dos años menos porque los perdimos... Ya sabes.—dijo Dahyun algo avergonzada.

—Dahyunie... Ya hablamos de esto. Ustedes no deben sentirse avergonzados de dónde están ahora. Hay muchas personas que teniendo las mejores posibilidades de salir adelante, no aprovecha nada y como consecuencia terminan siendo escoria de la sociedad. Ustedes sólo deben demostrar que pueden hacerlo y tener voluntad. Eso habla mejor de ustedes que de aquellos que terminan fracasados teniéndolo todo.—Mark dijo mientras tomaba a Cassie en brazos. La chica asintió.

—Eso es correcto. Ustedes serán dignos y preciosas personas.—Mandie se recostó en el sofá. Mark le sonrió. Era su deber como tutores hacer sentir a los chicos optimistas sobre su futuro, ellos no podrían borrar el pasado pero les ayudaría mucho a ser más abiertos sobre el mundo conociendo las diversas realidades y, a través, de sus experiencias ser capaces de transmitir fortalezas mientras mantenían mentalidades flexibles. Eran chicos inteligentes y buenos. Mark y Mandie lo sabían.

—¡Así es, Dahyunie! Seremos una doctora y una maestra geniales.—dijo Momo alzando un puño triunfal. Todos a su alrededor asintieron.

—Ah, casi lo olvido.—Mark miró a Mandie.—Esta noche saldré a beber con Jackson.—dijo.

—Mientras no caigas de las escaleras cuando regreses por mi está bien. Y te irás en taxi, Tuan.—ella dijo con firmeza. Jinyoung miró atento a la escena. De verdad, ella parecía preocupada y estar muy pendiente de él, como una esposa real. Apretó los ojos mientras se golpeaba mentalmente para dejar de formularse cosas en la cabeza.

—Claro que sí, mi segundo al mando.—le sonrió y ella le guiñó el ojo. Jinyoung se sintió algo inquieto como si un sentimiento comenzara a picarle las entrañas. Era extraño.