Capítulo 6

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Juliana cubrió su rostro con las manos, ¿cómo se había confundido de chat?, sintió rabia consigo misma. Seguía llorando y no tenía idea de qué responderle a Valentina, comenzó a pensar en diferentes excusas e historias que pudiesen explicar ese mensaje pero estaba harta, estaba muy cansada de mentir y comenzó a sentir una opresión en su pecho, el sonido a su alrededor se distorsionaba y sentía como si estuviese debajo del agua en una alberca. Se movía lentamente y todo su cuerpo pesaba, estaba sufriendo una crisis de ansiedad. El timbre de su celular rompió la distorsión y lo tomó enseguida. "Val" decía el identificador de llamadas, deslizó el dedo y escuchó la voz de Valentina pero ella no podía articular palabras. Abrió la ventana de su habitación y el aire que entró le devolvió un poco de paz, lloró aún más y Valentina comenzó a calmarla, le pidió que se acostara y comenzó a arrullarla "shhh shhhh shhhh" le cantaba con su voz suave mientras escuchaba que Juliana dejaba de sollozar poco a poco. Su respiración entre cortada comenzó a ser más larga y constante, hasta que se quedó dormida. Valentina se quedó en la línea casi dos horas después de que Juliana dejó de hacer ruidos y se durmió. Después colgó y perdió la consciencia en unos cuantos minutos.

Mientras Juliana se arrullaba con la voz de Valentina y sus sentidos se comenzaban a desactivar, recordaba las veces que Brenda le ayudaba a calmar sus crisis, y no porque deseara que ella estuviese allí para abrazarla mientras se calmaba (bueno quizá en el fondo sí), sino porque durante mucho tiempo pensó que la única persona con el poder de calmarla era Brenda.

Cuando logró dormirse soñó que tenía que escapar de ese hombre una y otra vez. No podía llegar a su casa a pesar de que estaba a una cuadra, era como si la casa caminara al mismo tiempo que ella, mientras más intentaba acercarse ésta más se alejaba. Y luego el hombre que la perseguía ya no era él sino Valentina y Juliana se detenía a pensar "¿Por qué estoy huyendo de ella?" pero no podía evitar seguir corriendo hacia su casa.

Despertó confundida y cansada, pero tranquila de verse sana y salva en su cama. Vio que traía puestos sus converses y los jeans, buscó a tientas su celular y luego se dio cuenta que lo tenía en la almohada, recordó de golpe que había estado con Val en la línea y que accidentalmente había hablado sobre los sicarios que la persiguen a ella y a su mamá.

Desbloqueó la pantalla de su celular y vio un mensaje que no esperaba.

Val dice:

Buenos días Juls, espero que hayas podido
dormir bien.
¿Te puedo ver hoy?
¿Puedo ir a tu casa?

Juliana solo veía la pantalla sin expresión, estaba muy confundida. ¿Por qué Valentina la buscaba? Después de que ella le había mentido sobre algo tan grave. Sentía culpa y al mismo tiempo sentía alivio de saber que Val no tenía intención de huir. Se decidió le envió su ubicación, le pidió no llegar en su camioneta, pues llamaría demasiado la atención y aún no sabían si las tenían vigiladas.

Acordaron de verse en la tarde, después de que Valentina saliera de clases y esas horas fueron las más largas para ambas.

Cuando Juls salió de su habitación encontró a Lupe sentada en el sillón quien enseguida dirigió su rostro hacia ella con preocupación. Extendió sus brazos y acurrucó a su hija una vez más. Le dio un beso en la cabeza y le preguntó si se encontraba mejor. "Si ma" respondió Juliana aún con su cabeza recargada en el pecho de su madre.

-¿Pudiste dormir? – preguntó Lupe cuando se soltaron y se vieron frente a frente.

-Sí – respondió Juliana y se recargó en el respaldo del sillón – bueno... me dio una crisis antes de poder dormir – comenzó a explicar y Lupe abrió los ojos, quizá recordó la primera vez que sucedió y el desconcierto que sentía – pero Val me llamó y me ayudó a tranquilizarme.

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