MYSTERIOUS REVENGE

CONOCIENDO EL FUTURO

Narrativa de David —...
      Mis ojos se abrieron en un repentino momento, había un silencio tan agradable en la habitación, todo era tranquilo y cómodo, tenía esa sensación de libertad, me sentía ligero, estaba agusto en mi cama cuando de pronto el despertador sonó, simplemente bostece aplastando el interruptor. Tomé una ducha fresca, me alisté y salí de casa a una fresca mañana con el sol cálido, caminando hacia la espera del autobús escolar. ¡Sí, hoy es mi primer día de clases! Y, al subir al autobús pude observar como los jóvenes me notaron como bicho raro, desde el primer día, primer segundo, sólo busqué un lugar para sentarme a lo que ví un rostro conocido, un chico lleno de pecas y con algo de sobrepeso, sólo que ahora era algo más delgado. Me senté a su lado y pude sentir su incomodidad puesto que no me reconoció
      —hola —dije amigable.
      El chico algo tímido y confundido volteo de reojo conmigo y contestó apático
      —hola
      —¿No me recuerdas verdad? —pregunté
      —eh... —el chico seguía extrañado y apático y pensando un poco contestó —.no —su respuesta era seca y parecía seguir incómodo.
      —soy David, ¡David Orthon! Iba contigo en la primaria -me presenté.
      El chico cambió su rostro de apático a curioso y al verme bien se impresionó de golpe
      —¡¿Dave?Dave ¿Cómo estás?!
      Pero al ver su expresión tan empalagosa como la recordaba, creí que había cambiado así que contesté con una sonrisa a regañadientes
      —bien.
      Pero sin importarle mi respuesta, y sin poner atención continuó
      —...¡A pasado tanto tiempo que no nos vemos, cuéntame ¿Qué ha sido de tu vida? Porque la verdad en la mía...
      Y así fue el viaje a la escuela, yo incómodo y mi amigo como parlanchín emocionado.

Al llegar a la escuela, miré un edificio grande con muchos jóvenes a la entrada, comenzamos a caminar por la banqueta al medio de un hermoso jardín y mi amigo me decía admirado
      —si que es bella la preparatoria, ¡creo que será grandioso cruzar tu último año aqui!
      —¿En serio lo crees? —pregunté contento con emoción
      —claro —afirmó mi amigo mientras proseguimos caminando a la entrada —¡Oh, y cómo te decía..! —mientras una chica se acercaba a nosotros de frente, de piel blanca, cabello castaño oscuro, con un físico perfecto y un aspecto hermoso, la miré como estrella de cine siendo iluminada por reflectores, pasó por un lado mío con una sonrisa encantadora dejándome perdido y asombrado, cruzando miradas, los ojos como hechizo de la dama, eran como de diamante, brillantes y preciosos que dejaba un viento fresco y de aroma delicioso y así pasó la hermosa chica
      —.¿Entonces qué puedo decirle? —preguntó mi amigo dejándome en sorpresa.
      No supe que contestar pues no escuché nada de lo que dijo anteriormente por observar a la chica y estando aún hechizado contesté a trabas
      —dile que si
      —¿Que si? —preguntó confundido
      Pero luego entré en razón y para no hacer sentir mal a mi amigo dije
      —pienso que deberías pensarlo mejor tú y al tiempo verás que hacer
      —¿Tú crees?
      —claro —contesté confiado y sonriente
      —¡Wow, eres buenísimo dando consejos..!

Al ir buscando mi aula con el papel en mano, ví el 103 estando seguro que había llegado a lugar indicado cuando un grupo de jóvenes ruidosos llegaron a mi y me empujaron con maldad por diversión
      —¡Hey! —dije molesto y gruñón
      Ellos se burlaban y seguían su camino, uno de ellos parecía ser el típico líder, un tipo alto, musculoso, de aspecto cretino que logré reconocer
      —él es Gill —dijo una muchachita en la entrada del aula —.es el chico malo y rudo por el cual las chicas se mueren, pero es un tonto engreído —terminó recalcando sus últimas palabras.
      Traté de olvidar lo que pasó y entrar al aula y la chica comenzó amistosa
      —soy Keren.
      Yo le sonreí y contesté
      —un gusto —y traté de seguir en lo mío
      Pero Keren interesada en mi preguntó
      —¿Y cuál es tu nombre?
      Y ya dentro del aula contesté
      —David.
      Keren deseó seguir hablando conmigo, pero al ver que yo no estaba interesado quedó con las palabras en la boca y no dijo nada más, sólo quedó con el desánimo.

Ya en el tiempo libre, David en la cafetería tomó la charola con su almuerzo y se sentó en un lugar de la cafetería, Keren llegó nuevamente y algo apenada preguntó
      —¿Ahora sí quieres platicar?
      Yo le sonreí y contesté
      —lo siento, estaba molesto por los chicos
      —no les tomes mucho en cuenta, sólo llaman la atención
      —si, eso creo.
      —¿Tú tampoco has hecho amigos aún? —preguntó Keren
      —creo que sólo tú —contesté con una sonrisa amistosa —.¿Tú aún no has hecho amigas... ¡Oh amigos! Aparte de... mí —pregunté lentamente en curiosidad e interés
      —tengo muchos amigos y amigas, es sólo que no me gusta ver a alguien solo y más cuando ese alguien es nuevo, creo que se siente excluido...
      —no me sentí así —contesté
      —lo digo porque en secundaria yo fuí nueva también, y así me sentía
      —si —contesté comprensivo —.pues gracias por acompañarme.

—Bien jóvenes, sentados por favor —decía una profesora ya en la siguiente asignatura, todos quedamos sentados en silencio y la profesora prosiguió —.nos informan que en su clase anterior se robaron un celular y varios de los que están aquí estuvieron en esa asignatura
      —¡Fue Karla! —gritaban algunos compañeros riendo y burlándose
Yo no presté mucha atención pues no los conocía y no era mi problema.
      —Karla, ¿Qué dices al respecto? —preguntó la profesora.
      A lo que sonó la voz más dulce y clara de una jóven que trataba de convencer a la clase con una actitud y un tono delicado y frágil
      —yo no tomé nada, de verdad —contestó Karla en defensa
      Era la chica frente a mi. La profesora quería creerle pero todo sonaba con tanta credibilidad por parte de los alumnos.
      —quisiera creerte, pero ya lo habías hecho antes —contestó la profesora defraudada.
      Y ahí fue cuando me interese en lo que estaba sucediendo.
      —pero yo ya no —dijo Karla con tanta inocencia
      —veremos lo sucedido más adelante, por lo tanto continuaremos...
      Yo me interese en la chica, y presté atención cuando ella se acomodó de lado para revisar entre sus cosas, tenía la curiosidad de ver quién era pero su rostro se ocultaba por su lindo cabello largo y ondulado pero fue ahí cuando ella se recogió el cabello hechando hacia atrás por su oreja y el aire entró a remover su cabello. La ví de una forma tan especial, de pronto todo a su alrededor oscureció y la única estrella hermosa que brillaba ahí era ella...
      —.narró David

Al día siguiente en la escuela, David estaba en su clase de deporte, los chicos jugaban básquet bol, uno de ellos le pasó la bola a David, este lo botó una vez y con adrenalina lo impulsó pasándolo a otro compañero el cual al ver contrincantes lo lanzó a uno de sus compañeros y sin querer golpeó a un chico sentando al inicio de las bancas
      —¡¿Qué te pasa?! —Gritó el chico en las bancas un tanto agresivo
      —¡Oye tranquilo! Lo siento amigo —contestó el joven que lo había golpeado
      Los muchachos fueron por el balón y el chico en las bancas se sacudía el golpe con algo de enfado, era un muchacho güero de ojos azules, muy apuesto, atlético, y de estatura un tanto alto. David pudo notar que el muchacho era de su asignatura, pero era distante, callado y solitario, como si estuviese triste pero de espíritu fuerte.
      David llegó con aquel muchacho después de terminar la clase y dijo caminando al lado suyo un tanto amistoso
      —hola, ¿Qué tal? Soy David —y extendió su mano para saludarlo.
      El chico tomó su mano y prosiguió
      —Bryan —y siguió caminando.
      David siguió caminando a su lado y decía
      —disculpa, sólo quería ser tu amigo
      —¿Golpeándome? —preguntó Bryan
      —no, yo no fui el que te golpeó —se rió David algo sigiloso.
      Bryan se detuvo al hablar, pensó un poco y prosiguió
      —oye, disculpa mi actitud, no me a ido muy bien que digamos
      —no te preocupes, puedo comprender —contestó David comprensivo y amistoso.
      —pues...
      David lo interrumpió y preguntó
      —veo que no tienes amigos
      —hasta ahora, eres el único que me a hablado
      —¿Cómo? ¿No tienes otros amigos?
      —soy nuevo aquí —contestó Bryan.
      David se sorprendió y contestó
      —si, yo igual
      —un gusto que nos encontramos
      —si, es que... no me gusta ver a nadie sólo, apartado o triste.
      Ellos se quedaron en silencio un momento y Bryan dijo con la voz algo quebrada
      —mi padre acaba de fallecer hace una semana.
      La noticia impresionó a David y al ver el rostro de Bryan este no podía verlo así aún que se hubiesen conocido un instante atrás, era parte de la personalidad de David sentir el dolor de los demás y soportarlo y sin más David solo pudo decir
      —lo siento, no se... No sé qué decir
      —esta bien, no te preocupes —contestó Bryan con superación personal
      —cambiaré el tema para no incomodar, ¡si quieres!
      —si, no te preocupes —contestó Bryan con una sonrisa...