POSIBLES CULPABLES

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Un extraño viento logró acaparar mi débil y no funcional cuerpo, me sentía muy frágil y cómo si hubiese descansado tanto que el cuerpo dolía al igual que mi cabeza, entonces abrí mis ojos, era de noche, era una fría noche. Mí cuarto estaba todo oscuro, me sentía ansioso por levantarme, no quería nada más, quería ir con Caroline pero unos tubos encajados a mi me retenían. Prontamente escuché a Caroline en mí habitación y sentí como se acercó a mi con mucha preocupación.
      —¡David, espera! —me tomó para que no me levantará. Escuché como comenzó a llorar y pregunté
      —¿qué sucede?
      —¡no puedo creer que ya estés bien, mamá debe saber que ya despertaste! —sabía que lo decía con mucha emoción. La tomé del brazo y le dije
      —espera... —ella puso su atención en mi y continué —¿crees que puedas encender la luz? —estaba seguro de que no estaba en mí habitación, el olor era diferente, como a medicina perdida o pintura vieja, el frío era desagradable, esa sensación de tristeza era notable, sólo quería estar seguro de ver dónde me encontraba, pero Caroline se quedó muy callada, su silencio me preocupo bastante, pude sentir como es que estaba asustada, entonces quise creer que era un mal sueño, que aún no despertaba, quise abrir los ojos nuevamente pero fue inútil, fue cuando supe que alguien más estaba ahí y dijo
      —era uno de los riesgos que temiamos que sucediera, creo que la señora Orthon debe saberlo —era la voz de una mujer que parecía tener el mando.
      —¿qué le sucede? —preguntó Caroline
      —¿saber qué? —pregunté a la par de Caroline, y es que era difícil poner verdadera atención, a penas podía ver sus siluetas, sólo quería que alguien encendiera la maldita luz, era muy incómodo conversar así. Escuché que alguien salió de ese lugar y una puerta se cerró, entonces no sabía si era un sueño o la vida real, todo era tan confuso. La mujer a mí izquierda se acercó y me dijo
      —hola David, soy la doctora Elizabeth, ¿cómo te sientes?
      Pero yo comencé a alterarme de no saber qué pasaba.
      —¿qué me sucede?¿por qué todo es tan extraño? —exclamé tratando de levantarme.
      La doctora me tocó el pecho tratando de tranquilizarme y dijo
      —escucha, tuviste un accidente. Te dispararon a la cabeza y estuviste casi tres días en coma —yo me tranquilice al escuchar eso, pues puse atención para saber qué había pasado después de cerrar mis ojos aquella tarde y me dispuse a seguir escuchando —.necesito que me digas ¿cómo te sientes?
      Sentí como la doctora comenzó a revisar mis signos vitales y todo lo necesario, yo simplemente deje que continuara, supe más o menos lo que sucedía y dije
      —no puedo ver bien ¿qué me sucede?¿por qué no puedo ver bien?
      Sentí como una ligera nube blanca se paseó por enfrente de mi pero por la oscuridad era muy difícil verla. La doctora me preguntó
      —¿puedes ver mi mano? Dime, ¿cuántos dedos ves aquí?
      Verdaderamente no veía ninguno, pensé; ¿y si la luz se fue del hospital? estoy paranoico, pero ¿cómo ven los demás?
      —no veo nada —contesté.
      Ella me tomó abriendo primero mi ojo izquierdo y luego el derecho. Sentí y escuché como Caroline y mamá llegaron y mamá muy contenta y linda comenzó
      —¡David, mi niño ¿cómo estas?!
      Yo podía sentir por donde estaba y contesté para hacerla sentir bien
      —¡mamá, aquí estás, me siento mucho mejor
      Sentí como me tomó de la mano tratando de apapacharme y prosiguió casi llorando
      —¡es un gusto que hallas despertado, los doctores dicen que has mejorado bastante, es increíble lo rápido que te has recuperado, pronto estarás con nosotros!
      Yo estaba contento, pero sabía que algo aún seguía muy mal. Caroline estaba al lado de mamá y además de estar muy contenta y feliz, podía sentir que tenía algo de preocupación lo cuál me dejaba inquieto por dentro. También me sentí extrañado porque pude oler una fragancia a rosas que jamás había olido en mamá o en Caroline, la doctora emanaba otro perfume muy distinto al que estaba impregnado la sabana que yo cargaba, pero lo ignore en un momento cuando la doctora habló
      —señora Orthon, hay algo que debe saber —sus palabras hacían que captarán su atención por lo profundo de su seriedad, además de que se trataba de mi —.el joven David no podrá ver... él, permanecerá sin vista como lo hablamos y como lo temíamos.
      La noticia me impactó demasiado, no podía ser verdad, mí vida no se podía convertir en esto, mí mundo comenzó a caer con más intensidad, no sabía cómo deshacer todo esto pero ya estaba hecho, era una desesperación en forma de tubo caliente que rozaba mí interior desde el esófago hasta la garganta y el único filtro eran mis ojos que se derretía por calor en lágrimas cálidas y tristes. Cada vez mí vida se hacía peor, mamá comenzó a llorar y Caroline seguida de ella, por ello, ellas se convirtieron en mí fuerza y mí dolor se convirtió en enojo y deseos de avanzar, la fragancia se intensificó y una voz muy familiar y dulce de mujer dijo
      —lo siento, no podía esperar afuera —era Karla y ahí mí desesperación estalló, ahora de verdad me sentí en una desgarradora pesadilla y ella sólo podía aparecer en mis sueños, ella no era real, entonces me arranqué los tubos, sentí como muchas manos quisieron detenerme pero yo me levanté con fuerza, me sentía muy pesado pero muy fuerte, entonces me dirigí a dónde mí olfato olía esa sensacional fragancia, era ella frente a mi y traté de dejarla sin salida, sabía que la había acorralado porque ya no pudo hacerse más hacia atrás, pero no me tenía miedo, puce mis manos en la pared al rededor de ella para asegurarme de que no se movería de allí y tiernamente me acerqué a su oído, el olor de su cabello era magnífico, lo acaricie un poco con mi nariz tratando de saber que era ella y poder sentirla, quería saber que no era un sueño y que por fin podía tenerla, entonces le pregunté al oído con delicadeza y dulcemente entre mis miedos y una lágrima de desesperación y sufrimiento
      —¿eres real?
      Ella estaba confundida y por mí acto tomó valentía, como si pudiera sentirme y como si ella supiera todo lo que sucedía en mi, sus labios estaban cerca de mí oído, se alzó un poco y escuché su bella voz como susurro y tranquilizante a mis miedos
      —soy real, estoy aquí —entonces me abrazó tan fuerte de gusto al verme que la vida volvió a mi, ella me hizo creer que no era un sueño y que todo lo que pasaba en verdad sucedía, pero no había de qué tener miedo si ella estaba aquí, entonces la abracé tan fuerte como pude, la abracé al fin y creí que nunca sucedería, era el mejor día de mí vida a pesar de todos mis males —. David, debes volver a la cama —continuó Karla —.yo me quedaré contigo.
      Sentí como otras personas me tomaron para darme la ruta a la cama, yo ya me sentía más tranquilo. Karla me tomó de la mano para que yo entregara mí confianza. Entre esas personas que me ayudaron a volver a la cama de nuevo estaban Caroline y mamá, no pude pedir más. La doctora dijo después de lo sucedido
      —haremos unos últimos estudios, después de ello, podremos dar de alta al paciente.
      Pero yo aún tenía en dudas ¿quién había disparado esa pistola? Y todas las demás preguntas sin respuesta que me estaba dando la vida...
      —Narró David.

MYSTERIOUS REVENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora