SORPRESAS

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El esperado día había llegado, bajé del taxi que estaba estacionado en la calle frente a un hermoso salón, era enorme, estaba decorado de luces y una hermosa entrada de puertas grandes y finas, los jóvenes entraban con sus vestiduras nuevas y elegantes, la mayoría de hombres con traje y las mujeres con vestidos refinados y lujosos, y ahí estaba yo con mis mejores ropas, unos zapatos negros, pantalón de vestir negro con su cinto y una camisola de un azul rey muy ajustada y bonita, no era mucho pero sabía que lo lucía bien. Traté de acomodarme el cabello lo mejor posible pero era completamente rebelde, aún así era una alocada cabellera que se veía genial, obviamente quería impresionar a Karla. Llevaba las mismas rosas que miré aquel día cuando el chico biónico asaltó el centro comercial, y además de las rosas unos chocolates, entonces antes de entrar escuché la voz impresionada de Keren
      —¡David!.. viniste ¡Oh por Dios, te ves muy guapo!
      Yo voltee a verla y ella igual lucía increíble, jamás creí verla así, tenía puesto un vestido color naranja y su atuendo era algo atrevido, en verdad no supe qué decir y al verla algo descubierta con sólo un saco marrón me salió decir
      —creo que está noche no es tan helada como las demás, te ves muy bien.
      —gracias, creí que no vendrías —continuó ella avanzando hacia la entrada.
      —lo decidí en el último momento —contesté algo penoso
      Ella se puso en la entrada y preguntó
      —bien y ¿Quién es tu pareja?
      —¿Qué? —regresé la pregunta sin saber de lo que hablaba.
      —¡Tu pareja de baile! —contestó esperando una respuesta, pero al ver que yo no sabía de lo que hablaba ella prosiguió con un tono algo molesto —¿No sabías que el baile era en parejas? —pero al ver que tampoco tenía respuesta para eso me preguntó —¿Quién te invitó?
      Y para eso si tenía una respuesta que tal vez a ella no le agradaría mucho, entonces contesté a regañadientes y algo avergonzado
      —Bryan —lo cual a ella le molestó mucho, tomó aire un poco y frunció el seño —.¿Tú con quién vienes?
      A ella se le bajó el coraje un poco y dijo a rabietas
      —Darío me invitó, pero no ah llegado —entonces, ella lo pensó rápidamente y dijo estirando su mano a mi —.ven, vamos —ella me tomó de la mano y me jaló hacia adentro del salón, había una estancia hermosa decorada de Navidad y unos sofá muy cómodos, las mesas con la botana y aguas preparadas estaban ahí.
      —¡Espera! —le dije un poco incómodo, pero a ella no le importó hasta llegar a unos escalones antes de bajar a la pista de baile, había muchos jóvenes y mucho ruido por la música, entonces ella me preguntó casi gritando para que la escuchara
      —¿A qué viniste?
      —Bryan me convenció de venir —contesté en tono alto también
      —¿Y esto es lo que te gusta?¿Gente bailando pegada a ti?¿El ruido de la música? Esto no es lo tuyo.
      —Oye Keren, tranquilízate —le dije, pues su enojo comenzaba a salirse de lo normal.
      —¿Por qué Bryan no te dijo que era baile en parejas?
      Yo lo pensé por un momento, me pasó por la mente que tal vez lo había olvidado, o no se, había mucho tiempo que no nos veíamos qué tal vez quería pasarla conmigo un tiempo, entonces voltee a la contraparte de la pista de baile, en una estancia, una zona donde había menos personas y ahí estaba Karla, no pude evitar ignorar a Keren y mi mundo se detuvo al ver a aquella mujer por la cuál mi corazón latía, era tan bella, jamás la había visto así de hermosa, tenía un vestido de un color rojo oscuro muy elegante que hacía resaltar su hermoso cuerpo, estaba entallado con tanta perfección, su peinado era extravagante, la hacía lucir aún más bella, sus labios rojo manzana, era la mujer más bella no sólo de la escuela sino del mundo entero, podría describir sus ojos grandes y hermosos una y otra vez, no necesitaba que fueran de color azul o verde, con el brillar de su marrón oscuro era perfecta con su mirada profunda, sus mejillas rosadas, sus grandes pestañas y su ceja tan bien delineada, su piel blanca y angelical tan frágil, sus manos delicadas y hermosas, toda ella era una pieza escultural magnífica tallada por los mismos ángeles, entonces alzó su mano con una sonrisa encantadora viendo a los ojos de alguien más, obvio a su acompañante de baile, se estaba divirtiendo mucho, su bella sonrisa era genuina eh hipnotizante, se tomaron de sus manos, él la tomó de la espalda y ella su brazo al hombro y comenzaron a bailar, era Bryan con un traje de gala, obviamente se veía impresionante además de lo guapo y encantador que es, y ahí comprendí todo, me sentí rabioso y traicionado, él ya se había percatado de que yo lo observaba y se apegó más a ella haciendo que ella quedara clavada en su linda mirada, sus patéticos y bellos ojos de color azul, entonces sí me enojé pero no tenía ganas de sentirme así, así que simplemente respiré, me calmé y cansado de estar ahí me salí de ese lugar. No estaba tan lejos de la playa, me fuí a estar sólo y a pensar mientras veía la calma de las olas del mar, me sentía agusto, descansando, aliviado, no entendía por qué mi vida era así. Ya habían pasado unas horas, el aire corría despacio, ya comenzaba a caer el frío y brisa del mar, estaba decepcionado y no sabía de qué, ¿De mí mismo?¿De la vida?¿Del amor? Ni siquiera sabía que carajos quería en ese momento, sólo quería estar en paz, tal vez descansar o entrenar, ahí era donde comencé a extrañar al señor Mariscal, él sabría que decirme o darme ánimos y me preguntaba
      —¿Dónde rayos estás Léon?
      Pero entonces sentí la esencia de alguien llegar justo a tiempo, estaba caminando detrás de mí y poco a poco se acercaba, y mientras más lo hacía más me iba familiarizando con la esencia, al llegar a unos pasos detrás mío, preguntó
      —te perdiste en la fiesta, ni siquiera llegaste —pero yo no quise contestar —.los chicos me dijeron que habías venido a la playa, te vieron molesto... —ahí fue cuando se detuvo un poco y preguntó —¿Fue por Karla?
      A lo que yo contesté
      —sabías que la fiesta era en parejas y no me dijiste
      —creí que tú sabías —se escusó
      —no, nadie me dijo nada porque sabían que yo no iba a venir, pero ya olvídalo, da igual —contesté resignado.
      —Vine porque quería pasar un tiempo contigo antes de las vacaciones, ¿Te molestó que bailará con Karla?
      —¿Ella es tu acompañante?
      —si —contestó algo cabizbajo
      —¿Por qué ella?
      Y pareció que él se decidió a hablar más claro, pero en un tono calmado tratando de cuidar sus palabras
      —escucha David... los dos sabemos que ella y tú jamás... y la verdad es que ella a mí también me vuelve loco, y siento que le gusto —de ahí solté una lágrima mientras metía mis manos a los bolsillos —.pero David, tú eres mi mejor amigo, y de verdad no me gustaría perder tu amistad
      —Karla ¿Dónde está? —le cambié el tema. Él se entristeció un poco y me contestó
      —la lleve a su casa, sólo regresé por tí, no hay nadie ya en el salón, sólo quedamos tú y yo.
      Pensé muy bien mis palabras trayendo el recuerdo de su padre de una forma sensible y cálida
      —sabes Bryan, hice una promesa, una promesa de cuidarte y protegerte y de incluso dar mi vida por tí si es necesario gracias al sacrificio de tu padre, sé que lo que estás haciendo no es por beneficio propio sino para fastidiarme y ¿Sabes qué? Lo merezco.
      Fue entonces cuando Bryan comenzó a reírse cínicamente con lágrimas en los ojos por el recuerdo de su padre, supo entonces que me había dado cuenta de su trágico plan y quiso burlarse pero no lo hizo, luego de eso prosiguió
      —es verdad, quiero fastidiarte, también que seas humillado, quiero reírme de tí —comenzó a decir con rabia —.quisiera ser más fuerte que tú y hacerte sufrir más de lo que me has hecho sufrir tú a mí —sus ojos se pusieron llorosos, su piel roja y sus ojos se tornaron algo rojizos, aún con la oscuridad lo alcanzaba a notar, realmente sus palabras dolían y a mi si me hacían llorar, tal vez no soy tan fuerte por dentro como él lo cree —.no quiero que mueras como mi padre, quiero hacerte sufrir, ¿Y sabes porqué? —yo no pude contestar a esa pregunta —.no sólo es por la muerte de mi padre —entinces bajó su tono y se puso sentimental —.sino porque te aprecio, porque aún con todo esto te sigues manteniendo firme, porque aún con la falta de tu padre eres fuerte, porque se que me quieres aún a pesar de que sabes todo lo que quisiera hacerte. Te quiero —lo decía llorando y mirándome a los ojos, yo estaba impresionado sin saber que decir, sus palabras me tocaban tanto al pecho, Bryan me hacía sentir tantas emociones tanto buenas como malas que era imposible dejarlo, porque como emociones malas eran fuertes y eran arte plasmado en mi interior, entonces el continuó más calmado y sonriente, agradecido de poder desahogarse —.¿Sabes? Es como tener dos corazones que pueden llegar a doler demaciado, uno es del amor y el otro es de la amistad, uno es para la mujer de mi vida, y en el otro estás tú, porque a pesar de que te odio tanto, también te quiero, y me dueles...
      Eso sonó algo gracioso y después de todo lo fuerte, comenzamos a reírnos, porque eso era algo en lo que yo estaba de acuerdo, a pesar de toda la emoción y todo el sentimiento, a pesar de llevarnos mal y a veces bien, los momentos con él eran increíbles, y comenzamos a platicar y a reír en aquella noche frente a la playa, así nos quedamos por un largo rato sin saber del tiempo, lo ignoramos, y yo le dije
      —a pesar de que me caes mal, voy a olvidarlo, sólo porque me queda poco tiempo contigo y ni te veré en un rato, sólo por la navidad —le contesté.

MYSTERIOUS REVENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora