LA PROMESA

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—...La espada con la piedra de exousía posee una fuerza muy ilimitada que juega un papel muy importante en el universo, también posee una conciencia propia, el que llega a portar esa espada también llega a portar sus poderes, representado por un fénix muy poderoso de fuego, también la espada entrega un traje de guerra como lo hacían los de la antigua Troya, sólo que con una apariencia de fénix y un yelmo de fénix, además de que su extremado poder hace que al portador le crezcan unas extravagantes alas y su inmenso poder podría ser devastador para ti, y si realmente eres digno, deberás derrotar a su antecesor el cual es Dierro. Él sin su espada es muy poderoso aún, y lo más preciado que tiene es esa espada...
      Yo me mantenía con asombro por las extraordinarias historias de Léon a lo que este proseguía
      —...y Zettor es aún más poderoso, es de quién deberás tener mucho cuidado, de él y de su ejercicio Doraníe, después te hablaré más de él...
      Desperté recostado en mi cuarto como con susto, asombrado de lo alucinante que había parecido esta noche, rápidamente miré mis manos y me quedé pensando en si había podido ser real lo que soñé. Entonces ya al alistarme en el baño para salir, junté mis manos para crear una esfera y al sentir que estaba reuniendo energía durante un determinado tiempo la lancé contra el espejo esperando una gran reacción, pero nada sucedió, entonces decepcionado salí del baño resignado a pensar que lo que viví fue sólo un sueño...
      —narraba David.

David al salir de casa y cerrar la puerta principal, un sonido extraño se escuchó dentro de casa, pero David ya estaba lejos para escucharlo, era el espejo de su baño quebrándose en pedazos...

David narraba —...
      Al llegar a la escuela, realmente no tenía ánimos de nada, mi depresión se había calmado pero aún seguía. Bryan me miró pero le apenó ir conmigo por el hecho de dejarme solo el día de ayer, yo sólo seguí caminando hasta llegar a mi aula de clases.
      —¡Chicos! les presento a su nuevo compañero, él es Darío —decía el profesor de la primera clase mientras escoltaba a un chico de aspecto asiático, test clara y físico algo atlético.
      —hola, mi nombre es Darío Cranssthon y vengo de Denver —decía con un tono secó y desagradable.
      —muy bien, puedes tomar asiento —dijo el profesor.
      Entonces el chico nuevo a regañadientes y con un suspiro de parecer incómodo se acercó al asiento a mi lado y ahí se sentó, el tipo tenía cara de pocos amigos, amargado y rudo, por lo que decidí no hablarle.
 
Ya caminando por el corredor de la escuela, mi mente se encontraba sacudida y prisionera por el vacío de la nada, triste y pensativo escuché un...
      —¡Espera!.. —Era Bryan.
      Yo sólo me detuve ya cansado y sin enojo por sus actos y decidí estar con él, y al acercarse a mi continuó algo arrepentido
      —escucha, sólo quería decirte que lo lamento, lamento no haber podido hablarte y sé que estás mal, ¿quería saber si te gustaría venir conmigo?
      —¿Ir contigo? —pregunté extrañado.
      —si —contestó sonriente —.iremos a mi casa...
      Entonces comenzó una tarde extraordinaria junto con Bryan. Nos bajamos de su auto frente a una casa inmensa y yo pregunté
      —bien y ¿En dónde vives?
      A lo que él contestó
      —esta es mi casa —dijo apuntando a la casa inmensa.
      Yo me sorprendí pues era una casa hermosa, de ricos, digo, sabía que Bryan era de dinero pero no sabía que tanto.
      Entonces comenzamos a divertirnos, jugamos básquet bol, de hecho él me enseñaba como jugar, nos divertíamos mucho. Bryan burlaba el balón entre sus piernas mientras que en mi turno mis piernas botaban el balón hasta hacerlo correr de mi. Bryan encestaba el balón y se sorprendía al ver que yo también podía hacerlo y así continuamos hasta cansarnos.
      —Bien, este es mi cuarto —dijo Bryan.
      En verdad era más grande y espacioso que el mío, más cómodo, ordenado y limpio, realmente cada parte de su casa era hermosa, entonces me admire de ver un par de instrumentos acomodados en un estante, entre ellos una guitarra, yo me acerqué para sostenerla y apreciarla ya que la música para mí es el mejor arte que hay
      —¿Sabes tocarla? —preguntó Bryan.
      Yo le sonreí penoso y contesté
      —no, realmente no
      Entonces él tomó la guitarra de mis manos y dijo
      —presta acá —colocándose listo para tocar algo. Era una canción con tonos cálidos, creo que conocía la canción y me dispuse a cantarla:

MYSTERIOUS REVENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora