LA HISTORIA

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Llegué a casa, estaba contento por el día de hoy, pero un pensamiento llegó y cambio mi estado, era Léon y su insistencia por proteger a Bryan
      «—llegará un tiempo en el que pasarán por muchas dificultades y sin embargo aún querrás dar la vida por él. Ese chico perdió algo muy valioso por conservar tu vida a salvó y tú sabes de lo que estoy hablando, sabes lo que se siente también ¿Sabes? —»recordé sus palabras, obviamente hablaba del padre de Bryan, y no sólo de eso, habló del mío también, perder a un padre no es nada fácil, él mío no murió, pero se alejó de nosotros hace un tiempo sin despedirse o sin motivo, él sólo se alejó, parte de mi depresión calló por eso, pero que Léon hubiese tocado ese punto me hizo pensar que él sabía algo sobre eso. Entonces encendí la luz del baño y me sorprendí al ver el espejo en el suelo hecho pedazos, me asusté pero a la vez era emoción de recordar que lo que hice en la mañana si había funcionado, realmente era fantástico.

—¿Qué tal David?¿Cómo estás? —preguntó Bryan en la escuela con mucho ánimo.
      —desperté con un dolor de cabeza, ¿Tú qué tal?
      —yo estoy estupendo, él que se ve extraño eres tú.
      Yo le sonreí y contesté
      —han pasado cosas últimamente que ya no se lo que es real y lo que no, mi cabeza se tiene que acostumbrar
      —¿cosas cómo qué? —preguntó Bryan algo curioso y burlesco.
      —son cosas ridículas —contesté para no hablar del tema, pero él continuó
      —¿Hablas como de un espectro verde con ropas viejas que se aparece por los alrededores de la ciudad?
      Me impactó lo que me dijo que no podía creer lo que él me decía, cómo es que él lo sabía, y en cuanto escuché eso, de la impresión lo callé de un chiton con una actitud agresiva y pregunté como si no supiera nada
      —¿Qué me quieres decir con eso?
      Él se confundió al ver mi reacción molesta y contestó
      —oye cálmate, es sólo un mito que se escucha por ahí —dijo tratando de tranquilizarme.
      —¿Un mito? —pregunté más calmado para controlar la situación.
      —si, hablan de un espectro que se aparece en las afueras de Ocean Side —yo comencé a analizar lo que Bryan me decía pero él al verme, preguntó algo preocupado —.¿te sucede algo?
      —no es nada —contesté para que Bryan lo olvidará, pero él sin quitar su cara de duda continuó
      —esta bien, oye... los chicos prepararán una fiesta de halloween en la cabaña de Masson en el bosque, ¿Quieres ir?
      —Bryan, lo siento, sabes que no me gusta el halloween —contesté más calmado.
      —lo sé, sólo que aún así quería invitarte para no hacerte sentir mal —contestó muy comprensivo.
      —gracias —y le dediqué una sonrisa que él correspondió.

Ya después, me encontraba en mi casillero tomando algunas cosas cuando sentí una mirada, era una mirada triste, como esperando por mi, arrepentida, entonces voltee a verla y era Karla no esperando a que yo la viera, entonces ella sólo respiro hondo como si nada pasara, tragándose su orgullo y se marchó, realmente eso que pasó me dejó inquieto. Me dirigí al área de cálculo, ahí estaba ella, me acerqué lentamente tratando de no ser incómodo, estábamos solos ella y yo, entonces pregunté
      —disculpa, ¿está todo bien?
      Ella volteó a verme con una sonrisa fingida, pero realmente podía sentir su tristeza.
      —si, esa todo bien, gracias David —contestó con lindura
      —si ocurre algo, sabes que puedes contar conmigo
      —si David, gracias —alzó un poco más su tono de voz.
      Ahí supe que llegué a mi límite con ella y cuando los demás chicos comenzaron a entrar, sólo le sonreí con empatía y me dirigí a mi lugar que era detrás de ella.

—trata de concentrarte —decía Léon en aquel templo viejo.
      Era de noche, podía respirar el aire fresco y cómodo de aquel octubre, estaba cansado pero el frío del aire era como agua refrescante para mí cuerpo, yo me encontraba en posición para crear una esfera de energía pero mi mente no estaba en posición de crear una.
      —eso intento —contesté
      Léon se acercó a mí y dijo
      —David, déjame te ayudo
      —no Míster Mariscal, yo puedo.
      Entonces trate de pensar en Karla y crear la esfera pensando en ella, pero no podía, la veía triste y observándome, entonces al momento de crear una esfera está se hacía frágil y sin fuerza.
      —¿Qué te sucede? —preguntó Míster Mariscal.
      —no es nada —contesté tratando de tomar control en la esfera.
      Mister Mariscal me detuvo y continuó
      —David no, si quieres que esto funcione debe a ver comunicación, no podemos estar así.
      Yo lo pensé un poco y contesté
      —tienes razón, no puedo, tengo otras cosas en la cabeza
      —cuéntame, ¿qué ocurre?
      —es Karla —contesté desganado
      —¿Qué pasa con ella?
      Entonces recordé que él sabía sobre ella y pregunté abriendo un nuevo núcleo en la conversación.
      —Tú sabes mucho sobre mi ¿No es cierto?
      Mi pregunta lo hizo pensar y contestó dudoso
      —algo, si, ¿Por qué?
      —me siento confundido —contesté —.estoy en una parte de mi vida que no comprendo.
      Míster Mariscal puso su mano en mi hombro y me dijo dulcemente
      —relájate
      Pero yo tenía otras cosas en mente, vinieron mis preocupaciones por las que quería saltar en el puente y le pregunté con una lágrima al único que estuvo ahí para ayudarme
      —¿Tú sabes quién soy?
      Y el contestó en su sabiduría
      —tú sabrás quién eres y yo estaré aquí para ayudarte
      —¿Tú conoces o conociste a mi padre? —aproveché para preguntar.
      —no, no lo conocí... pero te puedo decir algo —él se detuvo para pensar un poco las cosas y continuó con empatía —.tu papá se marchó, pero no te dejó solo, de ahora en adelante yo estaré contigo, yo estoy encargado de ti y cualquier cosa que ocupes, yo aquí estaré para ti, ¿Esta bien? —sus palabras me dieron ánimo que yo asentí con la cabeza tratando de quitar esa melancolía que se había querido poner en mi —.tu padre te cuido de la mejor manera, él sabía que vendrían sobre ti, sabía quién eras y decidió hacer lo que creyó correcto
      —abandonarme —contesté con lógica
      —...protegerte —recalcó él.
      —¿Y dónde estaba él cuando quise suicidarme? —comencé a preguntar con coraje —.¿Dónde estaba él cuando quisieron violar a Caroline o cuando ella se fue? No estuvo allí para impedirlo, fuimos nosotros quiénes salimos de todo eso, muchas cosas me han pasado últimamente, intentaron secuestrarme y él no estuvo allí —dije con reclamo.
      El rostro de Míster Mariscal se tornó preocupado y confundido que preguntó
      —¿Qué?.. ¿Cuando sucedió todo esto?
      Yo me calmé y pensándolo contesté
      —todo comenzó hace unos tres meses cuando nos mudamos a Ocean Side, todo comenzó con el intento de secuestro —aclaré algo más calmado.
      —¿pero quién intentó secuestrarte?
      —¿no se suponía que ya lo sabías? —pregunté confundido.
      —no —contestó a secas.
      —fue cuando el padre de Bryan me salvó.
      Él se detuvo a pensar algo anonadado y continuó
      —creí que había pasado un accidente —pero él se quedó preocupado y pensante de una manera sobresaliente que logró confundirme y asustarme a lo que el decía a trabas —.quiere decir... quiere decir que... —él puso sus manos en su cabeza tratando de reprimir sus emociones y yo asustado pregunté tratando de sostenerlo, era la primera vez que lo veía así.
      —¿Qué sucede?
      Él respiro un poco y contestó
      —...quiere decir que ya lo saben
      —¿Issther?
      —el ejército de Zettor... —contestó.

—...Zettor es un gobernante muy poderoso con un gran ejército; los Doraníes, obsesionado con el poder y la guerra y los únicos que pueden detenerlo son unos guerreros de la raza serjhoanara... —me explicaba Míster Mariscal mientras estábamos centrados frente a una fogata en el antiguo templo con vista a las estrellas mientras el frío pegaba a mi espalda y el calor a mi parte frontal
      —¿serjhoanara? —pregunté
      —son una raza muy poderosa capaz de manipular la energía vital de sus cuerpos, y son capaces de incrementar su poder si las circunstancias los llevan a eso, también incrementan su poder gracias a sus fuertes emociones, la más común es la irá y pueden llegar a convertirse en un ser muy poderoso, tan poderoso que con el tiempo pueden superar la fuerza de Zettor, por ellos es que Zettor se a empeñado en destruir esta raza.
      —¿Y yo soy un...? —pregunté con duda sin poder describir el nombre que él había dicho
      —... Serjhoanita —terminó mi pregunta afirmando también.
      Pero yo confundido pregunté
      —y ¿Un humano también puede ser un serjhoanita?
      Míster Mariscal se rió de mi y contestó
      —no
      —pero, yo soy un humano —afirmé muy confundido.
      Pero Míster Mariscal contestó algo burlesco
      —oh vives en el cuerpo de un ser humano
      —¡¿Qué?! —dije algo conmocionado y loco —eso no es posible.
      —todo es posible —dijo Míster Mariscal mientras su rostro se hacía dorado, sus garras crecían y sus manos se hacian velludas como de un felino, sus ojos cambiaban de forma de humano a gato y el fuego lograba conectarse a su mano felina, entonces me sorprendí y le pregunté con el corazón palpitando demaciado rápido
      —¿eres un hombre gato?
      —un León de Dunam —contestó él.
      Pero realmente su aspecto humanoide y felino lo hacían ver hermoso completamente.
      —¿Y por qué los Serjhoanitas no van y acaban con Zottor? —pregunté admirado
      A lo que Míster Mariscal aclaró y luego contestó
      —es Zettor, es muy poderoso, y... los Serjhoanitas ya no existen... bueno, quedan muy pocos, la mayoría son parte del ejercicio Doraníe, pero de esa extraordinaria raza de Serjhoanitas sólo queda uno muy poderoso capaz de derrotarlo, y es de los más poderosos.
      —¿Y dónde está? —pregunté con admiración de irlo a buscar o traerlo para que luchará junto a nosotros y que me pudiera mostrar un par de cosas, pero Míster Mariscal contestó
      —está justo a mi lado.
      Ahí fue dónde me dejó helado...

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