—¿Quién eres tú?
Le pregunté agitado a aquel chico con brazos robóticos mientras trataba de esquivar sus fuertes golpes.
—eso es algo que no te incumbe —me contestó con amargura y frialdad.
—veamos si contestas así cuando estés tras las rejas —le dije burlesco, pero dentro de mi tenía algo de miedo por no saber qué otras cosas increíbles él podía hacer, sólo actué así para tratar de intimidar. Entonces recibí un golpe a la cara que ne dejó en el suelo rápidamente y él, creído y con una sonrisa burlesca contestó
—esa es la mejor parte... no estaré por mucho tiempo en esta ciudad y será demasiado tarde para que puedan alcanzarme.
Entonces me trató de golpear nuevamente pero yo me arrastré hacia atrás evitando el golpe y para cuando él me quiso golpear después de eso, yo ya estaba de pie frente a él deteniendo su ataque, tenía su puño entre mis muñecas como un campeón pero su mano convirtiéndose en una cuchilla rápidamente logró rasgar algo de mi hombro al punto de herirme y sacar sangre, entonces el dolor y el susto hicieron que lo soltará, prontamente fuí noqueado y al estar de nuevo en el suelo aturdido y dolido por aquel hecho, sólo escuché su voz piadosa y enojada a la vez
—no te vuelvas a meter conmigo o terminarás muy mal chico increíble, peleas bien —admitió con algo de respeto.
Entonces, apresurado se escapó antes de que los policías subieran al techo y se dieran cuenta de la lucha que habíamos tenido, o al menos de ver qué los dos teníamos capacidades sobrehumanas. Cuando volví en sí con el dolor en mi hombro herido, pensando curioso en por qué aquel chico tenía aquellas capacidades, quejoso sosteniendo mi hombro fuertemente con mi mano derecha, los policías se acercaron a brindar apoyo mientras uno decía por radio
—encontramos a un chico herido por tratar de detener al sujeto —esperó sólo unos momentos y contestó de nuevo —.sí, es sólo un chico herido, parece que el asaltante carga también una arma de filo.
—¿Estás bien? —me preguntó una policía preocupada por mi mientras me levantaba cubriendo mi herida con su mano.
—si, no es tan grave —contesté
—¿Cuál es tu nombre?
Yo lo pensé un poco puesto que mi nombre ya a estado implicado en este tipo de situaciones muchas veces y contesté
—soy Daniel, Daniel Mariscal...Tan sólo pasaron unos momentos en mi casa sin querer salir, esperando la llegada del señor Mariscal que tardaba demasiado, en verdad la aparición de aquel sujeto me preocupaba demasiado y más de lo normal, esos poderes los poseía un delincuente, y desesperado mirando al nuevo espejo del baño, miraba mi herida y me preguntaba cómo es que ya no podía dañarme tanto como antes, entonces escuché ruidos fuera del baño, supuse que era el señor Mariscal así que rápidamente tome una camisa y me la puse para salir.
—¿Míster Mariscal? —salí del baño preguntando.
Entonces ví como él subía rápidamente los escalones con preocupación y al verme y acercarse preguntó con un porte rudo y fuerte
—¿Cómo te encuentras?
—ya mejor —contesté con ligereza
—¿Qué sucedió? —preguntó aún preocupado y curioso, cómo si tuviese alguna idea de lo que había pasado.
—era un chico, un chico de brazos robóticos, muy veloz
—¿Biónico? —se preguntó así mismo. Ahí fue cuando comprendí que él sabía algo. Yo no comprendí mucho, pero él desde un principio parecía muy interesado, como si conociese las respuestas a mis dudas, entonces yo pregunté
—Míster Mariscal ¿Qué sucede?
Pero él me ignoró por su preocupación y pensamientos, entonces me dijo
—vístete, vamos a nuestra primer misión.
Algo que remarcaba en mí era emoción por sus palabras dichas tan profundas y serias como si de algo extraordinario se tratara. Mientras en casa no había nadie más, el señor Mariscal espero sentado en el sofá de la sala algo preocupado y pensativo con sus brazos recostados en sus piernas y sus dedos índice y pulgar estirados sosteniendo desde su barbilla hasta los extremos de su nariz entre su ojos, con una vista profunda y clara a sus pensamientos. Yo llegue abajo de los escalones con un porte rudo y varonil, me puse mis mejores ropas con tono de superhéroe de color oscuro que hacía resaltar mi nueva musculatura, no con mucha masa pero si definida y bien plasmada, y claro teniendo mi capucha colgada por detrás en lugar de una capa de superhéroes, era algo más moderno y juvenil pero mi mejor vestidura era mi entusiasmo y confianza, mis ojos llenos de luz y la adrenalina que guardaba por dentro. El señor Mariscal se percató de mi presencia al escuchar el sonido de mis pasos tras bajar los escalones y se levantó para recibirme, entonces al llegar a él le dije con algo de actitud y nervios
—¡Estoy listo!
Entonces el me tocó para trasladarnos a un lugar diferente, era un edificio recién en ruinas, como si no tuviese mucho que alguien llegó y comenzó a destruir todo, hasta paredes tiradas y agujereadas había, la electricidad era inevitable, las luces encendían y apagaban por un notable fallo, era algo tétrico y escalofriante apartando el hecho de que ya estaba oscureciendo. El señor Mariscal comenzó a caminar sigiloso, despacio y sin ningún tipo de ruido como lo hacen los felinos, entonces yo fuí con él tratando de imitarlo y en voz baja le pregunté
—Míster Mariscal ¿En dónde estamos?
—en el edificio Dankworth, Manhattan, Nueva York —contestó en voz quebradiza y silenciosa.
A mí me pareció algo extrañó y al querer hacer un gesto quejoso por la situación tan desagradable y tétrica, él prosiguió en voz baja
—...¡Shhh! Guarda silencio, se muy cauteloso y no te me despegues sea cual sea la razón.
El misterio de la situación, el suspenso y el sonido del silencio apagaron mi emoción, vino a mí un presagio de terror y este comenzó a invadir mi interior, ya no me sentía tan seguro al adentrarme por los pasillos de aquel lugar tétrico y algo en mí me decía que era una idea terrible estar ahí, entonces se escuchó un ruido como un crujido por una zona algo apagada, rápidamente me puse la capucha para ocultar mi rostro y el señor Mariscal había desaparecido, entonces sin él, sentí como un terror dentro de mí me desmoronaba, pero alcancé a ver la piedra de Dunamis flotando al aire, me dí cuenta que el señor Mariscal sólo se había hecho invisible y dejó que yo viera brillar la piedra para poder calmar mi susto, entonces la piedra comenzó a avanzar a donde se escuchó aquel ruido extraño y comencé a seguirlo hasta llegar a un punto dónde no había ninguna luz más que la del azul neón de la piedra donde se escuchaba distorsionada una voz que lloraba y balbuceaba unas extrañas palabras, un ambiente triste con palabras de un hombre que casi no se escuchaban y frente a la piedra una puerta que se veía algo grande, vieja pero muy elegante, el frío comenzó a erizar mi piel por el suspenso y terror que había dentro de mí por un mal sentimiento de angustia, la piedra desapareció en señal de que debía prepararme y la puerta comenzó a abrirse lentamente por el señor Mariscal, alcancé a ver un viejillo llorando puesto de rodillas frente a una chimenea en lo que parecía una gran sala y este lloraba clamando con gran tristeza resignado, diciendo
—se llevaron todo, todo lo que tenía de él, ya no hay nada, todo me lo arrebataron.
Era un anciano bien vestido, calvo, con un porte autoritario y llamativo, se veía humilde pero con un tono sospechoso que lograba confundir si era buena o mala persona, pero el verlo ahí solo y triste en aquel lugar tenebroso y en ruinas era algo que hubiese tocado cualquier corazón, obviamente, él era dueño de aquel lugar. De pronto la piedra se volvió a iluminar y el señor Mariscal comenzó a avanzar hacía el anciano, yo me quedé ahí fuera a la espectativa de lo que sucedía, entonces el señor Mariscal se decidió a hablarle lo cual a mí me pareció algo extraño y con mucho suspenso, lo recalco porque el ambiente de verdad era muy tenso.
—¿señor Dankworth? ¿Está usted bien? —preguntó mientras se acercaba lentamente.
El anciano escuchó el llamado de su nombre y paró su llanto volteando mientras el señor Mariscal aparecía antes de que lo vieran invisible.
—¿Quién eres tú? —preguntó el anciano con voz firme y tosca.
El señor Mariscal quiso controlar la situación con calma y contestó
—soy un amigo de su hijo.
Pero el enfado comenzó a notarse en aquel viejo y contestó con enojo
—¿De mi hijo? ¿A caso quieres burlarte de mi? No saben con quién se han metido
—Disculpe señor, yo sólo vengo para ayudar, pero tiene que decime lo que está pasando.
A lo que el anciano se rió con sarcasmo, sin saber si luego llorar o enfadarse aún más, pero daba un tono inquietante y tenebroso, era tanto lo que él sentía en ese momento que se decidió a hablar nuevamente con llanto
—mi hijo... está muerto —entonces el señor Mariscal se impresionó pues creí, el hijo de aquel anciano era amigo del señor Mariscal —.y hoy se han llevado todo lo que tenía de él —prosiguió el anciano.
—¿Quién le hizo eso? —preguntó el señor Mariscal dolido por la noticia, pero sin quitar su porte rudo e insensible por su fuera que lo caracteriza aunque por dentro este lleno de sentimientos, pero el anciano rió nuevamente burlesco y contestó
—dices que eres amigo de mi hijo, pero ¿Acaso no sabes que él murió hace tres años en un accidente de motocicleta? Tú no eras amigo de mi hijo —contestó enojado. Pero en eso se escuchó al otro lado de la gran sala una voz varonil y melodiosa, agradable a los oídos, como si su idioma nativo viniera de otro lugar del mundo pero su voz tenía un toque de burla y maldad.
—no finjas que la vida de tu hijo te sigue importando, lo que más te duele es la tecnología de la cual te hemos desplazado.
—!Thenniz! —Nombró el señor Mariscal a aquel tipo rudo y músculos que había aparecido, el tipo era alto, vestía de elegancia pero algo extravagante con su gabardina formal y su cabello alzado y rebelde con tonos rayados de azul fuerte y el negro brilloso como color principal, su piel era blanca como la luna y era distinguido por una mancha cicatriz muy notoria entre su nariz, parte de su ojo izquierdo y su frente, su voz que apenas se alcanzaban a distinguir sus palabras con claridad por el refino de su acento distinto. Prontamente llegaron dos tipos más al lugar y yo me quedé confundido por saber ¿qué es lo que estaba pasando? ¿Quiénes eran esas personas? ¿Qué hacía yo ahí y por qué debía estar ahí? Además de que no sabía el motivo de sus asuntos y el mal presentimiento que sentía. Pronto sentí la presencia de alguien más, creí que nadie me había notado aún parado fuera en lo oscuro del corredor pero un tipo con su rostro cubierto estaba fuera conmigo, se sentía quieto, listo para el acecho, a unos cinco metros de mi, pero su esencia me parecía conocida, no era muy amistoso que digamos, pero sabía que me había topado con alguien por fin tal vez conozco. Entonces la plática siguió allá adentro
—¿Te conozco? —preguntó el tal Thenniz al señor Mariscal.
Entonces el señor Mariscal comenzó a sacar sus garras y a convertirse en dunamis tomando una posición de ataque, parecía que él era el único que comprendía lo que estaba pasando y los tipos rudos y malos al ver esto se alejaron un poco en defensa y preparados para luchar. Thenniz pensativo y sin temor dijo como si hubiese recordado
—¡Ah! Eres el chico dunamis que llegó de otra dimensión —dijo sonriente y malévolo, como si eso lo provocará aún más para pelear y estuviese seguro de su victoria. Las cosas comenzaron a ponerse interesantes y a intensificarse cuando Thenniz también se preparó para atacar y prosiguió con el mismo tono sonriente y malévolo —.será un placer acabar contigo.
Pero cuando quise meterme a la pelea para ayudar al señor Mariscal por el suspenso y temor que sentía pues sabía que aquellos tipos no eran cualquier persona, se podía sentir su gran energía y fuerza, eran completamente fuertes, mucho más que cualquier humano normal, entonces aquel tipo sombrío que estaba a mi acecho se me lanzó para atacar, yo traté de defenderme y sólo pude ver como aquellos tres sujetos se lanzaban sobre el señor Mariscal tratando de matarlo mientras el anciano asustado e impresionado trataba de acerce a un lado, la forma de pelear del señor Mariscal era impresionante, ver cómo podía contra tres tipos superdotados y fantásticos también, pero no era un reto fácil. El sujeto que estaba conmigo no era tan fuerte como los demás, ni siquiera me interesó ver su personalidad escondida tras aquella máscara que usaba al ver cómo atacaban al señor que yo había tomado como mi padre, entonces me quité de encima a este sujeto y dirigiéndome a la verdadera pelea grité con preocupación
—¡Míster Mariscal!
Mientras lo atacaban, él volteo a verme fijamente y me gritó
—¡Huye de aquí!
Pero sus ojos pusieron empatía en mí por él, no lo podía dejar ahí y seguí avanzando cuando alguien me tomó por detrás y me jaló tratando de impedir que yo me acercara a ayudar, entonces el señor Mariscal se distrajo conmigo y Thenniz lo noqueó de un brutal golpe en la cabeza haciendo que el señor Mariscal cayera noqueado frente a mí, yo me tire de rodillas a su lado con la preocupación que cargaba dentro y ví los puños de Thenniz que no eran normales, entonces todos se detuvieron a burlarse exepto el anciano y el tipo que me sostenía por detrás a lo que Thenniz me preguntó
—¿Y tú quién eres? —pero yo no podía contestar de la furia que sentía y la energía que se acumulaba dentro de mí por la irá y el enojo, sólo apretaba los puños con gran fuerza mientras Thenniz continuaba —.¿Eres su aprendiz? ¿El Mysterious Boy?..¿Por qué no te muestras? Anda, quiero ver tu rostro.
Fue cuando él, desidido se acercó a mí para quitar mi capucha pero lo que él no sabía es que yo ya estaba preparado para atacarlo, entonces repentinamente saqué toda mi irá en una esfera de energía como un fuego azul neón de entre mis manos esperando derribarlo pero no contaba con que él haría a un lado mi poder con su simple puño con tanta facilidad que me tomó del cuello de mi traje viendo frente a frente mi rostro y el suyo con seriedad que me preguntó antes de una malévola risa
—¿Creiste que podrías contra mi?
Y al querer reírse de mí, tomé fuerzas y lo lancé a lo lejos con un fuerte golpe de mi pie, me había excedido pues no era mucho lo que podía hacer y sabía que no le había hecho nada aunque los escombros se hallan destruido, cuando los otros dos tipos se lanzaron contra mi...
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MYSTERIOUS REVENGE
Science FictionEl Inicio de una franquicia de libros de "La Vida De Los Sueños" Un chico de preparatoria que siempre a sabido que es diferente a los demás y tiene que descubrir su misión y propósito en la vida, para ello un viajero de otra dimensión lo recluta y l...