Jade

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En alguna taberna cualquiera lejos de Magnolia.

POV Anónimo

Llego a una taberna que se veía de mala muerte pero que era la única en este pueblo lleno de miseria y horrores, este pueblo se cae a pedazos con tanta pobreza, tanta muerte y el único gremio de magos que existe por aquí son unos inútiles y se creen superiores a los demás, a veces me arrepiento de ser una maga. Como sea entro a la taberna y de inmediato me dirijo a la barra donde siento que me observaban los parroquianos, a pesar de llevar una gabardina con capucha con un lobo tatuado en la espalda, saben que solo soy una chica pero eso no me interesa en lo más mínimo, al llegar a la barra, el cantinero me lanza una mirada muy amenazante.

-Ve a casa niña, aquí no aceptamos a gente como tu.- Aquel cantinero quería echarme del lugar con sus palabras "amenazantes" he escuchado peores, así que saco una bolsa llena de Jewels, el hombre se cayó a ver que tenía el dinero más que suficiente para tomar un trago e incluso la botella entera y sin vacilar me dio la botella de sake, el más fino que tenía y por lo tanto el más fuerte y un vaso de vidrio. Hace años hubiera rechazado la momento alguna gota de alcohol, ahora es mi adicción y un modo de tranquilizarme después de realizar "mi trabajo" de manera exitosa, al fondo en las mesas llego a escuchar una conversación muy interesante.

-Se los digo, mi primo me conto que vio a ese monstruo en cuerpo de mujer masacrando a muchos guardias de la milicia con solo sus manos, es imparable.

-Eso no es nada, yo he escuchado que puede vencer a los monstruos más feroces de las montañas con solo una espada, eso es tener poder.

-Pero no se compara con aquella vez que venció y humillo a los magos más poderosos de este pueblo miserable, ya era hora tener alguien así en este lugar.

-Lo increíble que el consejo mágico le pierda la pista, están tan desesperados que piden más de un millón de Jewels, yo sería capaz de atraparla, vencerla y podría comprar este pueblo, necesito otro trago ¡HEY CAMARERA! ¡TRAE TU GRAN TRASERO AQUÍ Y SIRVEME MÁS!- En eso llego una camarera muy bonita y muy joven trabajando en un lugar de mala muerte, era incluso más baja de estatura que yo y de cabello azul sujetado por dos colitas, en algún momento me recordó a mí, cuando empezó a servirle a aquellos hombres, empezaron a molestarla con su típico aire de macho, yo solo veía como la chica estaba pidiendo que la dejaran de molestar, hasta que hicieron algo que colmo mi paciencia.

-P-por favor, déjenme en paz.- La chica empezó a ser manoseada por esos tipejos sin algún toque de decencia, lo peor que nadie hizo nada por hacerlo, uno de ellos llego hasta la intimidad de toda mujer, hay si no pude soportarlo y fui directo a ellos sin decir nada más.

-¡DEJENLA EN PAZ PERROS!- Grite haciendo que la taberna entrara en silencio, los sujetos se detuvieron y aventaron a la chica a un costado, solo eran unos 5 que creían que me tenían rodeada, vaya error suyo.

-Pero miren que tenemos aquí, una linda rubia que quiere defender a esta prostituta, veo que te gusta estar en lugares donde están los hombres, además me gustan las que son muy rudas, creo hoy nos divertiremos mucho con ella.- el más alto y robusto de todos decía eso con mucha lujuria en su voz, uno de ellos se intentó tomar por la espalda pero lo único que encontró fue mi espada atravesándole el estómago, todos los presentes vieron cómo, efectivamente, mate a ese hombre, los otros 3 fueron contra mí, lo único que hice fue sacar 2 llaves del zodiaco y llamar a mis espíritus.

-¡SALGAN, LLAVE DE LA DONCELLA Y LLAVE DEL LEÓN!- Un brillo dorado inundo toda la taberna, saliendo mis espíritus, mis amigos que han estado en todo momento, Virgo y Loke.

Ya no soy lo que eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora