Kasumi y Cobra

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Ubicación desconocida

"Hola Luce, oye no lo tomes a mal pero te sacaremos del equipo para que Lisanna se una a nosotros"

"Oigan todos, Lisanna y yo ya somos novios"

"Eres débil Lucy, no dejas de quejarte y ni siquiera ayudas, francamente no sé porque estas en Fairy Tail"

"Sola, siempre has estado sola y siempre lo estarás"

-¡AHH!- Un grito salió de la maga celestial, quien sudaba frio, a pesar de que ya habían pasado dos años y que era una persona totalmente diferente, no podía dejar de soñar ese suceso que cambio su vida, esas palabras, esas acciones, le rompían el corazón a cada instante, de tan solo recordar a aquel mago, aquel chico de cabello rosado quien fue el responsable de mandar sus sentimientos al demonio y sin regreso, Lucy vio que estaba en una cama, su ropa estaba colgaba secándose de la lluvia, únicamente usando un camisón, sus llaves y sus espadas en una pequeña mesa de madera, la rubia no sabía en donde estaba y pensó que había sido capturada por alguien, Lucy trato de levantarse pero vio que tenía una venda en su pierna, no sabía cómo se la había hecho hasta que unos flash de memoria pasaron por su mente. Era ella usando esa técnica ancestral, en efecto, era muy poderosa pero a un gran costo, mucha magia tenía que usar para poder controlarla, pero aun no supo quién la trajo a esta casa de madera, hasta que una figura conocida apareció con una pila de ropa nueva.

-Etto…Luce-chan, espero que haya descansado, le traje ropa para que puede usar mientras se secan las suyas, perdone si tuve de… ya sabe, desvestirla perdóneme.- Jade dijo con un poco de pena, no era costumbre de ella ver a una mujer sin ropa, Lucy solo se rio al ver a la chica de cabello azul nerviosa.

-No te preocupes Jade, me alegra que por lo menos seas alguien de confianza ¿Pero dónde estoy?- Pregunto Lucy mientras trato de pararse, pero la herida era aún profunda y todavía no recuperaba su magia.

-Luce-chan, por favor no se levante, debe de descansar, uso mucha magia y la herida no cierra, no se exponga así y pues, aquí es donde yo vivo, no será la más lujosa de todas las casas, pero es un buen lugar para vivir.- Jade ayudo a Lucy a no desmayarse mientras la rubia se sentaba nuevamente en la cama.

-Muchas gracias Jade, no tienes que hacer esto, ya pagaste tu deuda conmigo, no tienes que cuidarme.- Dijo Lucy muy confiada de que su herida no se pondría peor.

-No diga eso, usted necesita ayuda y no puedo llevarla a un hospital ya que podrían reconocerían- Jade comento muy preocupada asombrando a Lucy. – Perdóneme Luce-chan, es que vi el afiche y no podría arriesgarme a que la arrestaran.- La peliazul señalo el papel que estaba en la pequeña mesa de madre, Lucy podía descansar tranquila al saber que por lo menos alguien fue amable con ella.

-No tienes que disculparte, yo debería de hacerlo, por ocasionarte la molestia de traerme aquí, entonces ¿Vives aquí?- Lucy vio la casa de Jade, no era muy grande pero era acogedora y tenía una ambiente tranquilo, se parecía a su apartamento, pero un más grande, le era nostálgico recordar esos tiempos en Magnolia.

-Recuerda que Renacimiento del Fénix es una magia muy poderosa y que solo se puede usar en momentos necesarios Lucy, no debes exponerte así, casi mueres.- Loke salió sin aviso alguno reprochándole a su dueña su acción.

-Tenía que acabar rápido, solo era cuestión de tiempo de que me encontraran y no quería dejar testigos, aun así, gracias por preocuparte por mi.- Lucy le regreso una sonrisa al espíritu de Leo, Jade quien había ido a la cocina, había regresado con una charola y la dejo en la mesa, algo de carne, una sopa caliente y unos trozos de pan.

Ya no soy lo que eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora