Arrepentimiento

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-Luce…- Natsu trato de hablar, pero Lucy se lo impido con mucha autoridad.

-Ya basta Natsu, no me llames así nunca más.- La rubia puso sus condiciones antes de expresarse de la situación, la lluvia venia fuerte mojando a los dos magos, en Lucy se confundían las lágrimas con las gotas de lluvia.

-¿Por qué Luce? ¿Por qué eres así?- Natsu trato de preguntarse eso, el propio pelirrosa se sentía devastado de ver a Lucy como era ahora, pero la rubia soltando su tristeza y enojo, puso en jaque a Natsu.

-¿Por qué? Porque tú me transformaste en esto, una fugitiva, una asesina y si pudiera te mataría ahora mismo como lo hice con Cobra, pero lo más importante: Tú me dejaste…embarazada.- Lucy terminado de dar su explicación, su voz se quebrada y el sentimiento era muy fuerte en ella, queriendo explotar ahora, Natsu solo abrió los ojos de golpe, podía sentir el aroma de Lucy y pudo identificarlo: Vainilla.

-L-Luce.- Natsu toco el rostro de Lucy tratando de entrar en contacto con ella, la rubia alejo la mano de Natsu con fuerza, la rubia solo quería continuar con su relato.

-Así es, Lucio es nuestro hijo, después de lo que paso aquella noche donde tú…donde tú…me violaste, me sentí muy mal cuando desperté, te habías largado después de usarme, de hacer conmigo lo que querías y nunca decirme si volverías o no. Pero antes de eso, tú lo dejaste en claro, tú y yo ya no éramos amigos, solo era un remplazo de tu amada Lisanna y lo probaste cuando tú y esa perra de cabello blanco se hicieron novios. Yo ya te deje de importar hace tiempo y hasta la fecha sigue siendo así, incluso tragándote ese cuento de que Lisanna estuvo embarazada.- Lucy había estallado, su tristeza había sobrepasado el límite, Natsu supo sentir el sentimiento de la rubia, él sabía muy bien lo que era perder a un padre, más que en esta ocasión, él era el padre y la verdadera madre estaba enfrente de él, entonces solo quedaba la incógnita de Lisanna.

-Cuando en realidad ella…me robo a mi hijo, A NUESTRO HIJO NATSU DRAGNEEL. Todos se tragaron esa historia y me olvidaron por completo, si claro, nadie iba a extrañar a la rubia patética y débil, pero solo he venido por tres cosas: La primera es ver a mi hijo y llevármelo conmigo, la segunda, es mostrarte que ya no soy la patética rubia que todos decían que era débil y la tercera…- Lucy giro lentamente para ver a Lisanna que corría entre la lluvia para ayudar a Natsu, para únicamente encontrarse con la mirada fría de Lucy, Lisanna se aterro al instante de la situación.

-Hacer pagar a Lisanna por mi sufrimiento.- Lucy soltó a Natsu para levantarse y caminar lentamente hacia Lisanna, la albina trato de retroceder pero se tropezó con una roca cayendo de espaldas mientras veía a la rubia acercarse desenvainando sus espadas.

-Lu-Luce no por favor.- Natsu se levantaba aun cuando su cuerpo le pedía que se quedara en el suelo, mientras veía a Lucy acercarse a Lisanna.

-¡Luce!- Natsu quiso detenerla con los gritos, pero la rubia y madre de su hijo no se detuvo para nada y cuando llego a Lisanna, trato de dar el golpe final…

-¡NO TE DEJARE HACERLO LUCY!- Natsu Lanzo de forma desesperada una bola de fuego en dirección a Lucy esperando traer su atención, antes de que las llamas llegaran a la rubia, Lucy las detuvo en el aire con una sola mano dejando a los presentes con una expresión en su rostro de sorprendidos, las llamas desaparecieron en el acto.

-Pero ¿Cómo?- Solo susurro Natsu al ver eso, Lucy suspiro y no quería llegar a esto, pero no había otra opción.

-Con así será Natsu, entonces no me dejas otra opción.- Lucy se giró lentamente guardando sus armas a ver a Natsu, el pelirrosa tenía fuego en sus brazos aun de pie pero no sabía que esperar de Lucy

Ya no soy lo que eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora