16. Luna y Sol

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Joaquín

Después de esa llamada, no podía conciliar el sueño, sinceramente cuando vi su nombre en la pantalla sentí que nada había pasado, que él estaba de vuelta, por un momento se me olvidó la posibilidad de haber sido utilizado solo por unas noches, pero estaba equivocado, de nuevo.
No hay nada más jodido que entregarte por completo y que esa persona no lo valore. En este momento me siento como un manojo, un manojo de sentimientos, de rabia, decepción, tristeza...
Podía esperar el daño de muchas personas pero jamás lo creí de él, más que coraje era decepción, decepción de enterarme de que no era la misma persona que conocía o que creía conocer.


El que me hacía reír con sus chistes tan malos, el que me sacaba risas con sus típicos bailes, el que me abrazaba y me protegía de todo, el que para mostrarme su apoyo solía acariciar mi rodilla en todas las entrevistas, el que me miraba como si en verdad me quisiera, al que me había entregado por completo. Sonara muy estúpido, pero era la verdad, a Emilio me entregue en alma y cuerpo. Lo di todo por él, estaba dispuesto a jugármela por él.
No tengo ni idea de cómo es que lo voy a poder ver a los ojos sin que alguno de mis sentimientos salga a flote, no sé cómo voy a besarle y fingir que no siento nada al rozar sus suaves labios, no sé cómo voy a poder verlo con ella de nuevo, no después de todo lo que pasamos.


La luz se hacía presente en mi cuarto, pero el ambiente frígido seguía ahí. Y sinceramente no sé por cuantos días este así. No quiero ir a la junta para tratar temas de la obra, era en lo que menos quería pensar y no es que no me importe, es un proyecto que amo demasiado, pero no me siento con ánimos de nada.


Tocaron la puerta de mi habitación unas veces antes de dejar ver a mi madre, deseándome los buenos días, la verdad es que mis ganas eran pocas, así que no conteste.

Elizabeth
Amor...tienes una junta a las 7:00am. – miro su reloj. - recuerda que empieza lo de la obra y luego la serie ¿no te emociona? . - menciono mientras abría las cortinas de mi cuarto

Joaquín
Si te contara.- susurré apenas audible.- No quiero ir.- dije más alto

Elizabeth
No puedes darte el lujo de hacer eso... ¿Qué va pensar Osorio? ¿Que eres un irresponsable?

Joaquín
Me da igual lo que piense, de seguro solo le importa el dinero y se aprovecha cruelmente de la gente, tal como su hijo

Elizabeth
A ver, no estoy entendiendo. – se sentó en la esquina de mi cama. - ¿pasa algo con Emilio?

Joaquín
Si... pero no quiero mencionar nada al respecto

Elizabeth
De acuerdo, te daré tu espacio. – se paró resignada dirigiéndose a la puerta. - Es tu trabajo, es tu vida y tú sabes lo que haces, yo solo estoy para apoyarte. – me reprocho saliendo de mi habitación

Joder. Ahora yo tenía la culpa de que me rompieran el corazón. Si tan solo supiera la verdad del porque no me quiero parar en ese lugar. La verdad es que al igual que la relación que llevo con Renata, esa relación de confianza y honestidad, la llevaba con mi madre, sé que todo hubiera sido tan fácil como contarle y que ella me entendiera, pero no podía. Más bien, no quería hacer de este problema más grande. Solo quería tratar de olvidarlo todo. Ahora no me siento listo para hablar del tema.

Emilio

En toda la noche no pude dormir, la culpa no me dejaba, mi cabeza le daba vueltas al mismo asunto, no entendía ni yo mismo como fui capaz de hacer lo que hice, de hacerle daño cuando fui el primero en decirle que siempre lo iba a proteger.
La luz que lograba pegarme de frente me avisaba el inicio de un nuevo día, de uno al que sinceramente no quería empezar. Aquella estrella luminosa que solía recordarme a Joaquín se encontraba tan melancólica, tal vez es porque no estaba en su punto más alto, o porque él también sabía que todo había acabado.
Mis pensamientos eran vagos, no podía obtener ideas claras de lo que ahora se venía, de entender cómo iba a funcionar las cosas entre nosotros, de cómo iba lograr verle a la cara, todo era tan borroso.

Confusión... .- EMILIACODonde viven las historias. Descúbrelo ahora