ENCERRADA // Albalia

1. Barcelona

ALBA POV

"Vamos Marina" le dije a mi hermana que se estaba haciendo la foto número 1000 con la catedral de la Sagrada familia.

Habíamos conseguido unos días de vacaciones y decidimos irnos juntas aquí ya que era un sitio que teníamos en nuestra lista de viajes juntas.

Mi trabajo en Elche era agotador y sobre todo en estas fechas. Enseñar a los niños a hacer figuritas de barro o a pintar puede ser muy agotador, y si le añades 40 grados en el ambientes acabas como yo te diga.

Marina mi hermana menor trabajaba conmigo pero de otra manera. Teníamos una mini empresa y ella se encargaba de hacer fotos y todo eso. Siempre acabábamos estando separadas ya que ella tenía que editar las fotos y compaginar todo el trabajo con sus estudios en Valencia, una carrera de biología jodida jodida.

"Venga vamos" dije por última vez continuando el camino. Marina me alcanzó mientras revisaba las fotos que acababa de hacer. Era más o menos la hora de cenar así que buscaba un bar o algo así en el que poder hacerlo sin estar muy agobiadas

"Estás un poco estresada Alba" habló Marina despeinandome. Maldita sea. "Igual deberías de darte una ducha caliente o buscarte a alguien que te de.."

"Estate quieta coño" dije apartando su mano de mi tripa "estoy soltera y entera pero no amargada" dije riéndome.

"Lo que tú digas" dijo de nuevo riéndose. Vimos un bar cerca de la Rambla que tenía una pintaza increíble. Estábamos llegando cuando una chica se chocó conmigo, ambas caímos al suelo.

"JODER" gritó ella quitándose la mierda del culo una vez se levantó. Era morena, muy alta y de un aspecto un poco extraño cuanto menos "¿te vas a quedar ahí toda la tarde?"

"No, perdona" dije levantándome pidiendo disculpas. La chica me miró de arriba a abajo causándome una incomodidad de lo más incómoda.

La chica se giró mirando a mi hermana con una mirada de lo más extraña. Tenía una pinta de drogadicta o algo así que no se las quitaba nadie.

"A...Alba vamos" dijo Marina cogiéndome del brazo para salir de esa situación de lo más extraña.

Caminamos rápido hasta el bar que vimos. Marina no paraba de mirar hacia los lados y hacia atrás cosa que me preocupó.

Le paré los pies para que me dijera que la pasara y ella lo entendió "tenía una jeringuilla en la mano Alba" dijo seria "te iba a pinchar o algo o no se" dijo preocupada.

Me levanté la camiseta y no vi rastro de pinchazos por ningún sitio "se ha chocado, nada más" dije intentando tranquilizarla.

Estuvimos un rato en el bar hasta que apareció el novio de Marina. Se saludaron con un morreo así que me puse a sujetar la velita un rato.

"Hola buenas" dijo saludándome con dos besos. Sonrientes los 3 decidimos pedirnos unos bocadillos para cenar tranquilamente "qué tal por las Barcelonas" dijo Rodrigo con su impecable sonrisa.

"Nos ha pasado una cosa Rodri" habló Marina llevándose la mano a la frente "Alba se ha chocado con una pava que madre mía, tenía una jeringuilla en la mano y unas pintas..."

"¿En serio? Pues mira que llevo años aquí y los drogadictos solo los veo de noche" dijo dándole un bocado a su bocata

"La situación más extraña de mi vida desde luego" dije provocando la risa de ambos. Después de cenar y de tomarnos algo en ese mismo bar decidimos ir al hotel.

"¿Nos puedes acompañar?" preguntó Marina a su novio. Rodrigo sin ningún problema nos acompañó hasta el taxi despidiéndose de nosotras.

Ojalá ninguna mujer o cualquier colectivo perseguido no tuviera miedo a ir por la calle. Siempre tenemos que buscar a cualquier persona que nos ayude a remediar este miedo continuo a que alguien decida ser más poderoso que nosotras y nos haga daño. Ojalá la sociedad cambiase.