ENCERRADA // Albalia

37. Caracola

ALBA POV

Después de ducharnos decidimos volver a la cama durmiendo de nuevo desnudas piel con piel.

Empecé a despertar dándome cuenta de dónde estaba. Natalia dormía abrazada a mí todavía desnuda con una manta encima de mí.

Sonreí dejando un rastro de besos por su hombro pasando por el cuello hasta su mejilla. Ella gruñó moviendo la cabeza.

Reí acercándome hasta el teléfono para ver la hora "Natalia" dije seria reincorporándome "Natalia que Joan ya ha salido hace 10 min"

Ella abrió los ojos con una expresión de susto y ambas nos levantamos hasta vestirnos a la velocidad de la luz. Abrí la puerta de la habitación bajando las escaleras a toda leche. Cogí las llaves e iba a abrir la puerta cuando mi madre habló.

"¿Dónde vais?" preguntó seria. Me giré junto a Natalia observando a mi madre acunar a Joan en sus brazos que dormía plácidamente.

Natalia se empezó a reír y yo también. Me apoyé en su hombro riéndome al observar el panorama. Mi madre se había encargado de ir a recogerle mientras nosotras dormíamos cansadas.

Natalia caminó hasta sentarse al lado de mi madre que sonreía observando al pequeño. Caminé hasta ellos sentándome en el sillón individual riéndome todavía de la situación.

"¿Que tal?" Preguntó Natalia a mi madre. Ella sonrió observando al pequeño dormir entre los brazos de mi madre.

"Me ha dicho que ha jugado mucho con Miguel y que está aprendiendo a escribir" sonreí junto a Natalia al escuchar eso "es súper listo...no te preocupes por él" le dijo mi madre.

NATALIA POV

Decidí ver una serie en la tele mientras Rafi preparaba la comida. Alba dormía en el sofá y Joan estaba estirado en el sofá con la cabeza en mi regazo durmiendo también.

A los minutos tuve que despertar a ambos para ir a comer aunque tuvimos que esperar a Miguel-Ángel para comer. Después de todo, Joan empezaba a comer mejor y ya usaba un poco mejor el tenedor y la cuchara por lo que no perdía tanto tiempo en darle de comer.

A la tarde decidimos ir a dar un paseo por la playa para estar juntos los tres. Teníamos que parar cada pocos metros porque Joan quería acariciar a cualquier bicho con pelo que nos encontrasemos

"Venga Joan que Laika se tiene que ir" dije observando a la dueña que sonreía observando al niño y a la cachorra de pastor alemán disfrutando de las caricias.

"Pero Laika me quiere" dijo Joan ganándose un par de lametazos del peludo animal que sonreía todo el rato. Me fascinaba observar como son capaces de conformarse con un par de caricias para ser feliz.

Nunca me entró y me entrará en la cabeza el por qué el ser humano es capaz de hacer tales atrocidades con los animales, seres que sufren y que tienen tanto amor que dar.

Joan se despidió de la perrita y caminó cogiéndome de la mano de nuevo. El paseo marítimo era precioso y aunque hacía algo de viento la temperatura era súper agradable.

"Mira Joan" habló Alba cogiendo algo del paseo. El niño se acercó a ella con curiosidad "esto es una caracola de mar" sonreí observando a ambos "viven aquí, en la playa"

"Es muy pequeñito" dijo tocando con cuidado la concha. Alba se la dejó en la mano y se levantó acercándose a mí para abrazarme.

Me abracé a ella dejando un beso en su sien mientras observábamos a Joan. Miré la hora en el reloj percatándome de que era casi la hora de cenar.

"Le dije a mi madre que íbamos a cenar fuera" susurró Alba besando mis labios con cariño "¿Vamos?" asentí cogiendo a Joan en brazos que seguía jugando con la caracola.

Paseamos hasta el final del paseo viendo una serie de restaurantes y bares cerca. Alba nos guió hasta uno bar y nos sentamos en una de las mesas de afuera.

Las luces del bar y las farolas del paseo iluminaban muy bien la estancia dándole un tono hogareño a pesar de la casi oscuridad total de la noche.

Nos pedimos unas hamburguesas y fue gracioso ver a Joan mancharse entero. Ni Alba ni yo le reñimos porque era un niño, sería absurdo reñirle por algo así.

"¿Te gusta?" preguntó Alba mientras observaba el mar en la noche. Sonreí observando como ella sonreía también "me gustaba venir aquí, de hecho un poquito más adelante tengo el taller de manualidades"

"Yo quiero" dijo Joan limpiándose la cara con una servilleta "me gusta la playa" ambas reímos observando al niño.

Después de cenar volvimos dando un paseo aunque poco tardó Joan en dormirse en mis brazos. Hacía una noche perfecta para dar un paseo.

"Estás preciosa" le dije a Alba que me miró sonriente. Llevaba un mono de rayas verticales y el pelo recogido en un moño desenfadado "Joan te ama"

"Joan es un niño increíble" dijo ella acercándose a mí para darme la mano mientras caminamos. Me encantaba estar así con ella. Saber que nos ha salvado y que encima ella, me reconforta "¿Sabes qué?" preguntó cuando estábamos apunto de llegar a casa "me encanta teneros en casa, saber que estáis bien"

"Me encanta estar contigo, además de que tú madre me ayuda un montón con él" miré a Joan que seguía dormido en el hueco de mi cuello "soy una afortunada"

"Es que tienes una suegra que es un amor" rodé los ojos abrazando a Alba hasta que llegamos a casa. Subimos en silencio ya que estaban todos durmiendo.

Le puse un pijama a Joan y me tumbé a su lado observando a Alba. Ella se puso en el escritorio a hacer un par de cosas en silencio.

"¿Vienes?" susurré después de varios minutos. Ella asintió dejando unos papeles de lado levantándose apagando la luz. Se metió en la cama sonriéndome tiernamente "gracias" susurré cogiendo su mano.

Me entretuve dando caricias a Alba hasta observar como se quedaba dormida. Joan últimamente dormía un montón y era normal, estaba acostumbrado a un ritmo de vida lento y no hacía casi nada.

Ahora sin embargo ir al colegio son 20 min andando más las horas que está allí sin parar, y si encima hacemos paseos por la tarde el pobre acaba destrozado.

Ains, como les quiero.

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