28. Buena

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ALBA POV

Empecé a recobrar el conocimiento poco a poco, estaba tan débil y ver a Natalia inmóvil entre mis brazos me hizo perder el conocimiento.

Abrí los ojos observando a mis padres y a mi hermana hablar tranquilamente entre susurros, se notaba que todo el sufrimiento había acabado aunque para mí no era así.

Marina se dio cuenta de que estaba despierta y avanzó lentamente hasta abrazarme. Estaba más sana que la última vez que la vi.

"Te quiero..." Susurró "¿Como estás?" preguntó acariciando mi pelo. No sabía que responderle porque no sentía nada.

Mis padres caminaron hasta mí entre lágrimas de felicidad hasta abrazarme. Les echaba mucho de menos ya que estuve mucho tiempo con la palabra miedo en la espalda.

"Han sido casi dos meses horribles" habló mi madre acariciándome mi mejilla "te....te dieron la pastilla de...de.." hablaba con torpeza. Cogí su mano dándole calma, no es fácil reconocer que han abusado de tu hija.

"Os quiero" dije con la voz ronca. Todos sonrieron algo tristes asintiendo. Miré al lado observando que no había camilla, estaba en una habitación sola "¿Donde está?" pregunté.

Todos se miraron extrañados. Busqué la mirada de Marina que desprendía miedo "¿La chica?" preguntó mi madre, asentí por ello "la ingresaron en otra sala...no sé cómo está"

"¿Está muerta?" hablé con un nudo en la garganta. Empecé a llorar tapándome con las manos la cara "Nat...no..." Hablé de forma entrecortada.

"No lo sabemos Alba, ella no forma parte de nosotras" habló Marina. Bajé las manos de mi cara mirándola con odio.

"Necesito hablar con un policía, ya" dije seria mientras mis padres se miraban "¡Que le llaméis!" grité rota por dentro.

Al cabo de un par de minutos mi familia se fue de la habitación mientras que dos hombres entraron a la sala muy serios. Tenía miedo de que Natalia hubiera muerto, tenía mucho miedo.

"Querías hablar con nosotros" dijo uno de ellos sentándose en una silla delante de mí. Asentí esperando a que ambos se sentaran para tomar nota o lo que fuera.

"La otra chica, se llama Natalia" empecé a hablar, los agentes empezaron a tomar nota al ver que mi información iba a ser de gran utilidad "durante todo este tiempo nos ha cuidado, sé que suena extraño y una locura" ambos se miraron "Natalia fue secuestrada en Barcelona hace 6 años y Joan es fruto de un abuso por lo que no tiene papeles"

Los agentes me miraban perplejos por la información. Uno de ellos cogió el portátil y después de unos minutos se lo enseñó a su compañero.

"Natalia era una víctima, no una abusadora, por favor" dije aguantando las lágrimas. Los agentes se fueron de mi habitación despidiéndose cordialmente de mí.

Estaba muy cansada a pesar de llevar horas inconsciente, quería ver a Natalia y a Joan aunque sabía que iba a ser imposible.

Mi familia entró de nuevo en la habitación y después de hablar un poco de cómo iba mi caso se sentaron en el sofá para dejarme algo más tranquila.

Mi madre se acercó sentándose en la silla cogiendo mi mano. Me pesaban mucho los párpados y quería dormir y despertar a su lado, acariciar su cara por las mañanas y escuchar los pequeños gruñidos de Joan aferrándose a su camiseta.

"los médicos dicen que estás muy débil" hablaba peinando mi flequillo. Notaba mi cuerpo más limpio gracias a que me debieron de duchar antes de subirme a planta "te faltaban muchas vitaminas y nutrientes pero no tienes moratones y con la pastilla no te ocurrirá nada"

"Mamá" hablé cortando su discurso "Natalia me defendió, ella se llevó las palizas por mí, no es mala...no lo es..." Hablé llorando en silencio. Mi madre me miraba sin compartir palabra "ella no es mala mamá"

"No estarás..." susurró intentando que mi familia no se enterase "¿Te gusta?" habló mirándome con pena. Asentí sin dejar de llorar, era ilógico negar lo obvio.

"Me gusta, no quiero que le pase nada malo mamá, es buena" ella asintió besando mi frente y volviendo con los demás.

Giré la cabeza mirando hacia la pared, tenía muchas ganas de volver a abrazarla, a escuchar su voz y a sentir su olor y sus caricias.

Me había enamorado de Natalia.

****

Desperté horas después observando que era de noche. Mi madre permanecía en el sofá durmiendo mientras que mi hermana y mi padre se debieron de ir.

Tenía varias bolsas metiéndome líquidos en el cuerpo que supongo que serán vitaminas y eso, lo que no he conseguido durante estos dos meses.

"Mamá" susurré alto. Mi madre seguía durmiendo como un lirón "mamá" hablé más alto provocándole un sobresalto. Se levantó acercándose a mí "ayúdame a ir al baño"

Me bajé de la camilla mientras mi madre llevaba el soporte con todas las bolsas de medicación detrás de mí. Meé tranquilamente liberando mucho dolor durante estos dos meses.

Volvimos a la camilla y me tumbó en ella tapándome hasta la tripa. Mi madre se sentó en una parte de la camilla mirándome.

"La chica está en planta, la operaron de urgencia y según me he informado está muy débil aunque estable" asentí sonriente al saber que Natalia seguía luchando "el niño está ingresado en la unidad de neonatología y le estuvieron haciendo los papeles aunque no se sabe si se lo llevarán los servicios sociales"

"Joan no puede estar sin Natalia y ella sin él tampoco, son un pilar fundamental en sus vidas" dije suspirando. Mi madre asintió acariciando mi mano.

"Y la chica esa...Han contactado con sus padres y vienen hacia aquí desde Pamplona" la miré con el ceño fruncido "su caso estaba archivado hace 5 años, se pensaban que estaba muerta"

"¿Me hubierais abandonado?" pregunté con miedo, mi madre negó con la cabeza apretando nuestra unión con fuerza.

"Te hubiera buscado hasta tenerte en mis brazos Alba, eres mi hija" dijo con una sonrisa triste. Se inclinó hasta abrazarme con cariño y precaución.

Mi madre volvió al sofá mientras que yo intenté reconciliar el sueño de nuevo. Tenía muchas ganas de ver a Natalia, de que se recuperara, se merece todo lo bueno de éste mundo y ahora está en buenas manos.

Mañana será otro día.

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In love con vuestras amenazas jajajaja

Gracias por las 2.500 estrellitas ✨

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ENCERRADA // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora