ENCERRADA // Albalia

15. Frío

Comenten que sino me aburro :(

NATALIA POV

Joan no podía dormir más así que decidí darle un baño de agua caliente jugando un rato con él. Se reía un montón de mí al tirarme agua y ver mi cara de sorpresa.

Le saqué de la bañera poniéndole una sudadera mía mientras lavaba su ropa con lo poco que tenía para lavar. Lo puse en el borde de la bañera y senté a Joan en el taburete mientras le peinaba.

Le quité la tirita de la frente y le limpié la herida de nuevo, me daba mucho miedo que le hicieran daño ya que él no podía defenderse y apenas tenía fuerza para destapar una botella.

"Mami" susurró mordiéndose el labio con una tímida sonrisa "¿son tus amigas?" preguntó señalando a Alba y Marina que dormían abrazadas. No sé cómo explicarle a Joan que esto no era un sitio de vacaciones pero tampoco era una casa.

"Si, son buenas" dije sonriendo al ver a Alba dormir con el brazo caído en el suelo. Me giré para darle un beso a Joan en la frente y para bajarle del taburete. Suerte que mi sudadera le quedaba enorme, no quería que se cogiera un resfriado, no tengo medicinas para eso.

"Alba es muy maja" dijo caminando hasta llegar a la celda para agarrar los barrotes "durmió conmigo el otro día y jugó conmigo" sonreí abrazándole "ayyy que me aplastaaas" se quejó entre risas.

Me puse a preparar el desayuno para cuando ambas chicas despertaran. Ya no les cerraba la celda, no las cerraba con llave solo con un pestillo que se podía quitar fácilmente. Me siento muy mal si las tengo encerradas, no puedo hacerlas eso.

Noté unos brazos rodearme cosa que me provocó un susto de muerte. Alba rió pegando su moflete a mi espalda. Me giré después de colocar la sartén en un sitio seguro.

"Casi me quemo inconsciente" dije sonriendo. Alba se apoyó en mis caderas con esa sonrisa, esa sonrisa que podría provocar que el mundo se parara y si no lo hacía, por lo menos paraba el mío.

"Eres muy sexi cuando te pones a cocinar" habló rozando su nariz con la mía. Acabamos juntándonos en un beso lento y expresivo.

"No" dijo Joan a un lado. Nos separamos mirándole "Alba no es tu amiga" Alba rió mirándome buscando explicaciones.

"Ya bueno" dije mirando a Joan. Cogí una tortita que estaba ya bastante fría y me agaché para dársela "es nuestro secreto ¿Vale?" Susurré. El niño asintió corriendo hasta el colchón para comerse su tortita.

"¿Que le has dicho?" preguntó Alba riéndose. Rodé los ojos dándole de mi plato una tortita "Natalia..." Dijo de nuevo.

"Nada, que no le he dicho nada" dije mordiendo una tortita. Ella rió robándome un beso y llevándose un par de tortitas para su hermana, hay que ver cómo está el panorama.

Después de desayunar y de que se secara la ropa de Joan, le volví a poner su camiseta azul marina y su pantalón de chándal negro. Por lo menos ya estaba algo más limpio.

Hablé con Marina y Alba mientras el niño se dormía abrazándome. Sentada en el colchón empecé a tener escalofríos, cosa a la cual no presté mucha atención.

"Alba" dije después de unos minutos. Ella se giró y me miró "no...¿no tienes más frío?" Pregunté. Ella asintió preocupándome, si era el mono de la heroína era bastante raro.

"Mamá .." gruñó Joan abriendo los ojos en mi pecho "te..tengo un poco de frío" asentí alarmada levantándome con el niño en brazos hasta el termómetro que teníamos al lado de la puerta. Normalmente había 20 grados en la habitación pero ahora había 18 y bajaba.

Me moví hasta el calefactor dándome cuenta de que estaba frío. Fui a la cocina y vi que no había electricidad. Nos había cortado la electricidad o no funcionaba.

"¿Que pasa?" preguntó Alba. La miré preocupada cogiendo la manta del colchón poniéndomela encima para tapar al niño también que permanecía semi dormido abrazado a mí.

"No hay electricidad. Es la primera vez que pasa" dije seria. Comprobé cada aparato eléctrico y efectivamente ninguno funcionaba. La nevera en la cual guardaba las verduras y las cosas esenciales no funcionaba por lo que aunque bajara la temperatura, se pondrían malas.

ALBA POV

"Alba" me llamó Natalia. Salí de la celda notando el fresco del lugar "cógelo" dijo dándome al niño que se removió gruñendo un poco.

Le abracé poniéndome la manta por encima para taparnos los dos. Natalia caminó preocupada hasta el calefactor y hasta la puerta. Sin electricidad la puerta no sé podía abrir y moriríamos aquí.

"Natalia tienes que llamarle" dije asustada. Ella asintió empezando a golpear la puerta. Desistió a los segundos mirándome seria.

"Todo está insonorizado.." dijo asustada. Se movía de un lado a otro buscando cualquier prenda de ropa para ponerse encima.

Caminé con el niño hasta Marina despertándola. Me miró bostezando y con cara de pocos amigos.

"Escucha, no tenemos electricidad así que tenemos que compartir mantas ¿Vale?" le dije. Natalia que permanecía buscando algo que hacer se detuvo al escucharme.

"Tendremos que dormir juntas hoy, si Joel no viene en unos días no se qué pasará" dijo con la mirada perdida. Joan que se despertó se giró escuchando a su madre

"¿Que pasa?" Preguntó un poco asustado. Natalia caminó hasta nosotras tocándole la mejilla con cariño y una sonrisa tranquilizadora.

"Hoy dormiremos todas juntas como una familia, nada más ¿Vale?" El niño asintió no muy convencido por ello.

Pasaban las horas y pese a que Natalia gritase y golpease la puerta parecía no haber nadie o nadie nos quería escuchar.

Desesperada y sin mucho que hacer cogió el agua de la bañera caliente e hizo una sopa como pudo. No teníamos medios pero necesitábamos algo que llevarnos a la boca.

Después de cenar nos pusimos en nuestro colchón con una manta en la espalda de las tres y otra encima de nosotras. Joan permanecía jugando con los dedos de Natalia en su regazo sentado.

Empezaba a hacer mucho frío y se notaba hasta en el habla. Cuando dormimos nuestra temperatura corporal baja, pero si permanecíamos despiertas gastaríamos mucha energía en intentar guardar el calor.

La temperatura de la habitación según Natalia rondaría los 13 grados y teniendo en cuenta que estábamos bajo tierra, sin luz y con ropa de verano, era preocupante.

Marina consiguió dormirse pero ni Natalia ni yo pegabamos ojo. Joan se removió entre sus brazos mirando a su madre con la nariz roja.

"T..tt.tengo frío" dijo el pequeño. Natalia cogió su sudadera quitandosela y poniéndosela al pequeño que se refugió entre sus costuras como un hogar, al calorcito.

"Ya está" dijo ella mirándole triste. El niño sonrió acostándose sobre sus brazos agarrando su mano y durmiendose. Pasé uno de mis brazos por el hombro de Natalia pegándola a mí para intentar perder el menor calor posible.

Iba a ser una noche o unos días intensos.

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