20. Un nuevo lugar

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CAPÍTULO CLAVE ✨

NATALIA POV

Estaba durmiendo tranquilamente cuando noté algo en la frente. Fue a cogerlo cuando escuché el ruido que me haría morirme de miedo.

Abrí los ojos observando el cañón de un arma en mi frente y un hombre que no conocía de nada mirándome serio. Creo que era el «compañero» de Joel.

"Levántate morenita" susurró serio. Miré a Joan que dormía pegado a mí y le abracé para que siguiera durmiendo en mi pecho. Me levanté lentamente poniéndole la capucha para que no viera nada mientras el hombre me seguía apuntando "me gustan obedientes" dijo de nuevo.

Tenía miedo, no sabía de qué iba esto y se me escapaba de las manos, no lo entendía. Escuché un ruido así que me di la vuelta observando a Joel aparecer por la puerta

"A ella no hace falta, ella es obediente" susurró haciendo que el hombre dejara de apuntarme con el arma. Joel me condujo hasta la puerta dejándome ahí abrazada a Joan que seguía durmiendo.

Vi como el hombre armado despertaba a Alba de un meneo provocando que ésta se despertara de manera brusca.

"Levántate" dijo serio apuntándole con el arma. Alba no reaccionaba y escuchaba como empezaba a hiperventilar "que te levantes puta zorra" dijo cogiendola de la camiseta con violencia.

Joel se separó de mí y caminó hasta ella poniéndole una gasa con droga en la cara provocando que cayera al suelo.

"No...no...no" hablaba cerrando los ojos abrazando a Joan fuertemente. No era bueno, estaba pasando algo malo y no quería, juro que no he hecho nada.

"Vamos" dijo Joel acompañándome por el pasillo hasta una escalera. Subí con algo de dificultad hasta que noté el aire fresco. Estaba en el exterior.

Podía observar las estrellas de la noche y la frescura de ésta también. Parecía que era todavía verano aunque refrescaba bastante.

"Métete al fondo" habló Joel abriendo la puerta lateral de una furgoneta blanca sin ventanas. Asentí obediente entrando y sentándome en uno de los bancos de atrás, parecía una furgoneta policial o algo raro.

Joan se removió algo incómodo e intenté que no se despertara, no iba a permitir que observara todo lo que estaba pasando. Le iba a proteger.

A los minutos entró el hombre armado con Marina arrastras inconsciente dejándola en el suelo de la furgoneta. Joel entró de nuevo con Alba inconsciente dejándola al lado sin mucho mimo.

El hombre armado se sentó a mi lado apuntando con el arma a las chicas en el suelo. No quería mirar, no quería saber nada de todo esto.

La furgoneta arrancó empezando un trayecto de lo más horroroso.

Habías pasado unos 20 minutos cuando Joan empezó a moverse entre mis brazos. Abrió los ojos mirándome con una sonrisa.

"hola" dijo besando mi mejilla. Sonreí tímidamente asintiendo. El señor de al lado me miraba serio tensando la mandíbula "¿Donde estamos?" preguntó intentando moverse, no le dejé.

"Estamos en un coche a otro lugar" dije abrazándole a mí. El niño me miraba serio y algo asustado "no te preocupes...estoy aquí" dije intentando calmarle.

Varios minutos después Joan volvió a mirarme "me hago pis" susurró en mi oído. Suspiré asintiendo para luego mirar al hombre.

"Tenemos que parar" le dije seria. El hombre me miró riéndose mientras negaba con la cabeza "tenemos que parar" volví a repetir.

"¿Tú te crees que esto es una atracción de feria?" preguntó riéndose. Tensé la mandíbula ante sus burlas.

"¡Joel!" grité ganándome el enfado del hombre extraño. Joel abrió una ventanita en la furgoneta mirándome por el espejo retrovisor "el niño se está meando tenemos que parar" dije mirándole.

A los segundos la furgoneta paró haciendo rabiar al hombre de al lado. La puerta de abrió apareciendo Joel para que saliera.

Salí con Joan en brazos evitando pisar a las chicas las cuales seguían inconscientes. Bajé de la furgoneta poniéndome en la orilla de la carretera bajando a Joan de mis brazos.

"¿Que es esto?" preguntó mirando todo alrededor. Sonreí viendo como sonreía mirando a las estrellas.

"Eso son estrellas ¿Ves?" Dije señalando una "y todo esto es hierba" dije agachándome a su altura para tocarla.

"Vamos" dijo Joel a mi espalda. Resoplé mirando a un Joan sonriente. Por lo menos ha visto las estrellas.

"Vamos a hacer pis aquí venga" dije bajándole los pantalones para ayudarle a mear. El niño después de mear y de que le subiera los pantalones se quedó mirando al horizonte.

"Mamá que es eso" dijo serio señalando algo en el horizonte. Agudicé la vista observando unas grandes montañas a lo lejos. Los Pirineos.

"Vamos joder" dijo Joel empujándome del hombro. Cogí a Joan en brazos observando como se ponía triste al volver a la furgoneta.

Después de muchos minutos más la furgoneta paró de nuevo. Joan volvió a dormirse mientras yo rezaba porque ni Alba ni Marina despertasen todavía.

"Abajo venga" dijo el hombre agarrándome de la camiseta para abrir la furgoneta y empujarme fuera.

Vi un edificio bastante grande con una antena antes de que Joel abriera la puerta metiéndome dentro con violencia.

Me puso un antifaz en los ojos dirigiéndome por largas caminatas hasta que escuché una puerta cerrarse. Esperé unos segundos hasta quitarme el antifaz y observar mi alrededor.

Era una sala muy pequeña, puede que 3 metros de largo y metro y medio de ancho de hormigón. Había una luz tenue en el techo y una triste manta con una pelota a un lado. No había absolutamente nada.

"¿Donde estamos?" Preguntó Joan bajándose de mis brazos para tocar las paredes del lugar "¿Estamos en otro sitio?" preguntó de nuevo.

"No sé dónde estamos cariño" dije sentándome en la manta. Joan dio un par de vueltas tocando la pared hasta que se sentó entre mis piernas abrazándome.

"¿Y Alba?" preguntó mirándome. Suspiré comenzando a ponerme blanca por ello. Las chicas no estaban con nosotros y permanecían inconscientes.

Me levanté dejando a Joan en el suelo y empecé a golpear la puerta de metal la cual tenía unas barras en la ventanita de la puerta.

"¡NO LAS TOQUÉIS!" grité con todas mis ganas golpeando la puerta. Comencé a llorar al pensarlo "¡NOOO!" volví a gritar observando como no había nadie.

"¿Muertas?" preguntó Joan en la manta soltando un par de lágrimas. Me di la vuelta llorando caminando hasta él para tumbarme abrazada a él.

"No cariño...no están muertas...no..no lo están" hablé convenciéndome a mí misma de que si eso era real, no me lo perdonaría en la vida.

Prometí protegerlas...lo prometí...lo prometí...

No...

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Ya veremos qué pasa.

Esta novela no va a ser muy larga aviso.

Gracias por las 14 K viws!! ♥

🍐🖤

ENCERRADA // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora