Mi nuevo Roomie (Roomie 2)

Parte 52

Las semanas habían pasado y el cumpleaños de mi querido hermano y mío se acercaba cada vez más.

-Yo digo que lo hagas en la mansión de la playa - Mel sonrió - y lo hacemos en grande

-No - di un sorbo de mi jugo - no tengo el suficiente dinero para costearme una fiesta de esas

Ella rodó los ojos.

-Puedes ped...

-No Mel, ya te dije que la fiesta la quiero hacer de mi dinero, sea mucho o poco pero será de mi dinero

-Ya sabes que quiere ser una señorita independiente - Jess rio

-Y a todo esto, ¿Matt qué carajos va hacer? - Nat lo busco entre las personas de la cafetería

-Él conque haya alcohol está bien, además, ya le dije el presupuesto de la fiesta, nada más de eso - dije tomando mi celular - y quiero que me ayuden a planificar nuestra fiesta

Todas las chicas sonrieron, era su especialidad hacer fiestas.

-Cuenta con eso - Mel me guiñó un ojo

-y AHÍ ESTÁN - Jess volteo

Reí, los chicos venían caminando hacia nuestra mesa, y digamos que no de la mejor manera.

-No, Wuacala vienes todo asqueroso - dijo Jess quitando a Cole

Y era cierto, venían hecho una mierda, muy sudorosos, llenos de pasto, tierra, lodo y otras cosas que no se podían distinguir.

-Hola preciosura - Jason se empezó acercar a mí con una sonrisa malévola

-Oh no, Jason ni lo pienses - le advertí

-Vamos - Y antes de que pudiera decir algo estaba literalmente encima de mí embarrándome toda de césped con lodo, sudor y otras cosas que gracias a Dios no pude saber qué eran

-¡Jason! - grité cerrando los ojos

El olor era sumamente asqueroso.
Él se levantó y me besó callándome.

-Te traje algo - me sonrió tiernamente

Me mordí el labio aguantándome la sonrisa.

-Espero que sea un perfume que me cubra este odor

Me tomó de la mano y nos fuimos de la cafetería.

-¿A dónde vamos? - pregunte sonriéndole

-Al cuarto de limpieza - me miró picaro

Abrí los ojos como platos. Él rió fuertemente.

-Tranquila, no es lo que planeé, por el momento

-¿Entonces a dónde vamos?

Me miró.

-¿Siempre eres tan preguntona? - me cargó en su hombro

-Es de  familia - dije sin poner oposición

-Linda, tengo una muy buena vista de tu hermoso trasero- me dió una nalgada

-Y yo del tuyo - dije devolviéndole la nalgada

Llegamos al estacionamiento y me bajo al lado de su coche.

-¿Me vas a regalar tu coche? - dije sonriéndole

Me tomó de la cintura e hizo que lo mirara.

-Abby, todo lo mío es tuyo, si tienes mi corazón el carro es lo menos que me importa

Mi corazón se derritió al oír eso.

-Pero no, ese no es tu regalo - besó mi frente y abrió la cajuela, sacó una bolsa de papel