¿SOLO FUÍ UN JUEGO? ((Yoonseok))

21

—¡YoonGi! Por favor... Abreme...— El chico castaño tenia su frente recargada sobre la puerta del departamento de YoonGi. Había faltado a clases puesto que después de esa "excursión escolar" el azabache no había asistido a la escuela y este ya era el tercer día. Hoseok estaba preocupado, realmente preocupado por su Hyung, así que decidió faltar a clases únicamente para ir a verlo y saber sobre su estado. Justo ahora se encontraba tocando la puerta del departamento de Min, sin tener respuesta alguna. Estaba ahí desde las 7:00 AM y ya pasaban de las 10:00 AM. —Hyung... Se que esta adentro... Por favor... yo le iba a decir la verdad antes, no quería que se molestara... pero... es que también tengo derecho de tener a alguien a mi lado, sin ocultarme...— las palabras que salían de su boca cada vez se hacían menos audibles. Iniciaba a darse por vencido, totalmente convencido sobre el hecho de que el orgulloso de su Hyung Min YoonGi no le abriría esa puerta. Recargo su espalda en la madera de la puerta y se deslizó hacia abajo poco a poco hasta quedar completamente sentado en el piso abrazando sus piernas.

Pasaron al rededor de cinco minutos cuando la puerta se abrió alertando de inmediato al chico recargado sobre ella, haciendo que Hoseok se levantara y limpiara de manera rápida sus ojos por si había algún mínimo rastro de lágrimas porque estaba de más decir que había llorado.

—Hyun-...— el castaño no pudo terminar ni una palabra, pues YoonGi ya había tomado su muñeca y lo jalo dentro del departamento, no dijo una palabra, simplemente miró los ojos color avellana y tomó sus mejillas dejando un casto y sutil beso sobre sus labios. Hoseok no entendía que pasaba, solo sintió los delgados labios de su mayor sobre los suyos y no pudo negarse a nada, no pudo alejarse, porque a pesar de aceptar una relación con Baekhyun, aún quería a YoonGi.

Se lograron separar después de un rato compartiendo saliva, gracias al fogoso beso inicado por YoonGi. La mirada color avellana se centraba en la de el azabache, su cabeza se encontraba hecha lío y creía que en esa mirada encontraría las respuestas de todas las preguntas que se formulaban en su cabeza en esos momentos. Sentia además una gran vergüenza y sabia que sus mejillas lo delataron, sabía que estaban más que rojas gracias al calor que sentía en ellas.

—Sabes que no dejaré a Suzy, y ahora tú estás con el imbecil de Baekhyun... entonces veámonos a escondidas y disfrutemos uno del otro.— fue lo único que salió de los labios de YoonGi, haciendo que el contrario se sintiera fuera de lugar, había sido muy claro, sin rodeos. —No te quedes callado, habla. ¿Que dices?

El castaño parpadeó un par de veces tratando de procesar de manera correcta la información que le acababa de llegar. Se quedó callado un par de segundos, aunque para ambos chicos en ese departamento hubiesen parecido horas. Hoseok simplemente no podía entender como era posible que su Hyung le propusiera algo así, más aún cuando recién acababa de hacer algo sumamente tierno y romántico a su parecer. Pero él estaba ahí por una cosa y no cambiaría de opinión, ni siquiera ante una propuesta tan llamativa.

—No estaría bien, Baek no merece algo así. — soltó un fuerte suspiro y sintió una gran punzada en el pecho por lo que diría a continuación.— lo mejor será que esto se acabe, tú... tú lo acabas de decir, no dejarás a Suzy y yo estoy con Baek ahora.
No pienso lastimarlo, no lo merece... No quiero que sufra y pase por lo que pase gracias a ti... y Suzy, ella tampoco merece que le hagas esto.— después de eso solo bajo la cabeza y se quedo inmóvil ahí, de pie frente al chico que tanto quería pero tanto daño le hacía.

—Fuera. Si eso quieres, sal ahora de mi jodido departamento, no regresarás aquí. ¡Vamos! ¡Fuera!.— el castaño dio un pequeño, casi invisible salto y apretó los labios, le dolía, pero no había dicho nada que no fuera cierto. Antes se sentía demasiado especial porque ninguno de sus amigos había entrado al departamento de Min YoonGi y era un gran misterio para todos, cada vez que alguno lo acompañaba se quedaba afuera esperando y el azabache siempre cerraba la puerta. Sin embargo el estaba ahí, había entrado y no una, ni dos veces, ya habíamos sido varias ocasiones y se sentía especial, pero ahora eso ya no sería más.

Hoseok tomo sus cosas aguantando las inmensas ganas de llorar y fue directo a casa, miro la pantalla de su móvil y marcaban las 11:23 A.M. Aún tenia algo de tiempo a solas antes de que su hermana llegase del colegio y lo llenara de preguntas sobre el porqué había faltado. Una vez en la puerta de su casa, saco las llaves de su bolsillo y se adentró en esta, fue al sofá más cercano y se dejó caer en el, se sentía pésimo una vez más.
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Un sonido demasiado familiar y a la vez molesto inició y llegó tal sonido a los oídos de el castaño, abrió los ojos levemente y trató de ubicar donde se encontraba, estaba desorientado debido a que recién se estaba despertando, había caído rendido en el sofá, no supo en que momento, ni como se había dormido, tomó su móvil de su chaqueta. De ahí provenía el ruido, miró la pantalla, era una llamada de Baek. Contesto no sin antes ver la hora. 2:19 P.M.

—¿Baek?.— contesto aún con voz adormilada, mientras tallaba sus ojos y soltaba un gran bostezo.— ¿Sucede algo?

—Hola Hobi... — su voz era totalmente contraria a la de Hoseok; alegre, llena de energía.—Solo quería decirte que Jiwoo me pidió de favor que te avisara que llegara tarde, que no la esperes a comer... saldrá con Jimin y a ella se le olvidó su móvil en casa y no pudo avisarte.

—Si, bueno gracias Baek... Adiós.— hablo de manera suave, solo con ese tono cansado y desganado de hace un rato debido a que recién despertó.

—Vayamos a comer, yo invito, ¿qué dices?... además me gustaría hacerte algo especial, porque esta vez te pediré que seas mi pareja de manera formal...