0 3: Declaración

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Me gusta Snufkin, lo admito, pero sé que a él no le gusto. ¿Cómo podría gustarle? De seguro a conocido a muchas chicas lindas en el Sur, y de seguro se le han declarado más de una vez.

¿Qué tengo yo que una chica no tenga? Nada. Ellas son lindas, dulces, tiernas; tienen bonitos peinados y ropas, tienen lindos cuerpos. A diferencia de mi.

Quizás a aceptado salir con alguna de ellas y no me lo ha contado, quién sabe. Solo me gustaría, aunque sea, poder decirle lo que siento, incluso si soy rechazado, sería un peso menos el serlo en vez de cargar con estos sentimientos. Tal vez mañana me atreva a decirle lo que siento.

🌾~。⁠☆

Incomodamente luego de un sueño sus ojos se abrieron, notando la claridad de su habitación mezclada aún con pizcas de oscuridad en el, dándose cuenta de que aún era muy temprano y prontamente iba a empezar a amanecer.

── ¿Me pregunto si Snufkin ya está despierto?

Decidido a ver a Snufkin se levantó sin reparos luego de mantenerse acostado por un corto lapso más. Si quería declararse debía actuar pronto.


── ¿Snufkin, estas ahí?── Al ya estar frente a su carpa haciendo caso omiso de su conocimiento respecto a que a su amigo no le gustaba que nadie entrase, igualmente decidió asomarse por la entrada de la misma.

Al percatarse mejor pudo notar a su amigo dando unos pequeños movimientos como reacción a sus palabras; no es que hubiera hablado en un tono bajo específicamente.
Embobadamente no pudo evitar fruncir un poco sus labios, mentiría si dijiera que no se veía lindo.


── ¿Moomin?── Con la voz adormecida lentamente el castaño se fue acomodando hasta sentarse, cerrando cada tanto los ojos al intentar acostumbrarse al ambiente.── ¿Qué haces aquí?

── Te... Te quería decir algo.

── ¿Tan importante es cómo para despertarme tan temprano?── Con sus ojos entrecerrados pudo notar el pequeño brinco que dió su amigo.

── Perdón, Snufkin. No quería molestarte.── La vergüenza más rápido que tarde se había apoderado de él, encogiéndose en su lugar con la mirada baja aún cuando escuchó un suspiro proveniente de su amigo.

── Tranquilo.── Con su tono sereno logró calmarle los nervios al Troll, dándole a entender que no estaba enojado con él por despertarlo.── ¿Y qué es lo que me querías decir?

── Bueno es que, um. ¿Snufkin? Tu me... Tu me gustas.── Sintiendo el calor que nacía en sus mejillas el alivio de haber dicho esas palabras se sintió increíble a comparación de la aceptación del rechazo. No había sido tan complicado después de todo.

── ¿Qué tú que?── Con su mirada desconcertada su tono de voz finalmente sonaba fuerte y con un pequeño gran tono de sorpresa. Parece que Moomin había logrado despertarlo.

── Que me gustas, Snufkin.── Reiterando como si fuera de lo más normal del mundo, su nerviosismo inicial se había disipado.

── Qué yo te, ¿Gusto?── Su pequeña sonrisa de incredulidad solo hicieron que su tono tembloroso se intensificara, juntando el rubor de sus mejillas que solo formaron una imágen algo graciosa y penosa para el Troll al ver que provocó tal reacción. Aunque su pena se disipó rápidamente al darse cuenta de que Snufkin se acababa de desmayar.

ᴏɴᴇ-sʜᴏʀᴛsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora