ᴏɴᴇ-sʜᴏʀᴛs

1 4: 1940

El correo había llegado a la casa Moomin, sería grato si no fuera el
tipo de carta a la que habían recibido.
Estaban reclutando gente para el ejército.

Todos se encontraban en la sala cuando Moominpappa leyó la carta en voz alta, Moominmamma miró preocupada a Moominpappa, sabiendo ambos que sería peligroso que él fuera.

- Yo iré.- Snufkin notó las miradas que se habían dado, y no permitiría que muriera él padre de us mejor amigo.

Esas dos palabras hicieron que el silencio reinara en el lugar, sonaba decidido, pero a alguien no le había gustado esa respuesta.

- ¡Tú no puedes ir Snufkin!- Moomin no pudo evitar gritar.- ¡No dejaré
que mueras!- Sus manos chocaron fuertemente contra la madera de la mesa.

- Moomin.- Snorkita lo llamó suavemente, tomandolo de uno de
sus brazos, mientras que él la fulminó con la mirada.

- Tengo que hacerlo Moomin.- Su mirada se denotaba sería.- ¿O acaso quieres que tu padre valla?

- No pero- Snufkin no permitió que terminara de hablar.

- ¿Entonces? Tú no puedes ir, pero yo sí, será lo mejor para todos.

Moominmamma lo miró preocupada, en sus ojos se podía notar como quería decirle que no tenía que hacer eso por su esposo, pero Snufkin le dio una sonrisa con la cual le trataba de transmitir la idea de que ya estaba decidido que iría.

-🌹-

Por lo menos una persona de cada casa tenía que ir a hacer su deber por el país, y la gran mayoría de los hombres que quedaron reclutados eran bastante jóvenes.

A todos ellos les quedaba tan solo
un día en el Valle, cuando siento miedo en sus familiares; los Moomin decidieron hacer una fiesta en el
patio de su casa con el fin de poder despedirlos, todos estaban
invitados.

Moomin se encontraba triste, apesar de haber pasado todos esos día con Snufkin, aún sentía que no era suficiente tiempo.

- Sabes, te voy a extrañar,- Una voz
se escuchó al lado suyo, no quiso responder.- Moomin, mirame, estaré bien.

Él mencionado lo miró, el castaño
le dedicó una sonrisa, quería calmar el miedo que tenía que sí tenso fundamento. Él de ojos celestes lo abrazó, sentía miedo de lo que le podría pasar a su amigo, este le correspondió el abrazó mientras que con una de sus manos acariciaba sus rubios cabellos.

No sabía si volvería, pero tenía esperanzas de que tal vez sí viviría.

-🌹-

Al comienzo todo iba bien, se escribían cartas cada vez que podían, a Snufkin se le era tierno leer todas las cosas que Moomin le decía por medios de los papeles.

Moomin de apoco fue dejando esa pequeña depresión de lado, volvió a sonreír y a reír pensando que en la noche podría leer o escribir cartas.

Cuando la guerra acabó sentía nervios, no había recibido cartas de Snufkin por un periodo de tiempo, pero tampoco habían recibido una cata de su fallecimiento.
No sabía si volvería o no, si estuviera completo o sin parte de su cuerpo, no se podía estar seguro de nada.

Una tarde vio como dos personas se acercaban a su casa, Moomin salió corriendo de su habitación, pisando fuertemente los escalones.

Empezó a gritar que había regresado, y todos también se apresuraron en salir de ahí.

Todos pudieron notar que él no llegó sólo al lugar, pero a Moomin no le importó, fue su padre él que realmente sí se preocupó de la otra persona.

Ambos se encontraban felices de volver a verse, él albino no dudo en abalanzarse hacia él para abrazarlo, callendo así ambos al suelo, Pequeñita también se lanzó hacia Snufkin, los tres comenzaron a reír en el suelo, Snufkin abrazaba a los dos completamente feliz.

Mientras, él acompañante de Snufkin abrazaba a Moominpappa muy fuerte y parecía no querer soltarlo, Moominmamma se reía de la situación en al que había quedado
su esposo.

- ¡No sabes cuánto me alegro de verte! ¿Pe- pero quién es él?- Se soltó del agarre del otro, preguntando por la persona que no soltaba a su padre.

Soltó una pequeña risa.- Él es el Joxter, mi padre.- Sonrió al ver la actitud y comportamiento de su padre al ver a su viejo amigo.

Moomin tenía los ojos muy abiertos, le había contado sobre él en sus cartas, pero esperaba que se viera, diferente.

Lo ayudó a levantarse, apesar de todas la cosas que había experimentado en el campo de batalla solo regresó con una lesión en una de sus piernas, lo cual no se compraba con las otras cosas que le pasaron a sus demás compañeros.

Era lindo volver a verse, la felicidad se desbordada de sus rostros, y las risas no se hicieron esperar al ver la resistencia de Pappamoomin hacia el abrazo del Joxter. Tal vez la guerra sí traía cosas buenas con ella.

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Perd00000n,

@rabbit_nee un mes desde que
me lo pediste y casi dos desde la última vez que actualicé,
quizás actualice en la semana
pero no esperen nada de mí.