ᴏɴᴇ-sʜᴏʀᴛs

1 3: Congelado

Fue una gran sorpresa cuando se lo encontró de esa manera; toda su ropa, inclusive su rostro se encontraban cubiertas de hielo, lo cual era imposible con el calor de ese día. El día anterior estaba todo bien y de repente apareció todo congelado.

Trató de hablarle pero parecía no querer responder a ninguna de sus preguntas; Moomin temía que eso lo pudiera haber ocasionado el Groke, pero según Moominpappa si eso fuera así Snufkin no estaría de pie ahí.

No sabía como reaccionar ante lo que estaba padeciendo su amigo; no se encontraba ninguna cura dentro del libro de la abuela, de echo en ningún libro se podía encontrará fuera lo que fuera que tuviera.
Moominmamma dijo que seria mejor no acercarce mucho a él, ya que, al igual que el Groke, este tal vez los podría congelar.

Moomin tenía ganas de abrazarlo, de decirle que todo estaría bien, pero no podía saberlo; simplemente no tenía sentido lo que estaba pasando.
Snufkin cada ves que Moomin trataba de acercarse este se alejaba, no quería hacerle daño, ni congerarlo.

Snufkin cada vez se iba alejando más de ellos, se iba alejando más de él; eso le dolía, le dolía no poder pasar tiempo con su mejor amigo por mera seguridad.

Un día intentó tocarlo, apenas su mano le rozó el brazo sintió un ardor en esta y un escalofrío que le recorrió toda la espalda, instantáneamente se alejó de él.
Snufkin estaba triste, quizás no era ese tipo de personas que amaban el contacto físico, pero no poder estar al lado o abrazar a Moomin le hacía sentir mal.

A Moomin se le ocurrió una idea, quizás no era la mejor de todas, pero podría funcionar. Tomo toda la ropa que había en la casa- la cual era poca- y se la colocó, quizás era un día caluroso pero prefería morirse de calor a tener que pasar un día más sin poder estar cerca de él.

Llego hasta donde se encontraba él Mumrik, este lo miro extrañado; se notaba que estaba sudando, pero antes de poder decirle algo sintió como lo abrazaba.

Sé que sonará irónico, pero podía sentir el calor que le transmitía Moomin a través de ese abrazo; no pudo evitar sonreír al por fin tenerlo cerca de él. Ninguno de los dos sabía si lo que fuera que consumía a Snufkin desaparecería en algún momento, pero sí sabían que ya habían encontrado una manera de poder estar cerca del otro.

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T

ara-Faundez
Perdón por demorar,me
distraje con otras cosas