Por guardar ese emblema divino
marcharemos ¡Oh Patria! hacia la muerte
generosa será nuestra suerte
si morimos pensando en tu amor.
Defendiendo tu santa bandera
en tus pliegues gloriosos cubiertos
serán muchos Honduras tus muertos
pero todos caerán...
Hace ya varios días que se decreto privatizar la educación y la salud, generando el descontento de muchas personas de dichos sectores.
Tanto médicos como profesores y estudiantes salieron a las calles a protestar por esas razones, pero aún no consiguen nada real.
Si de por sí, tanto los hospitales y escuelas públicas están en malas condiciones y no tienen lo necesario (por no decir absolutamente nada), encima también quieren privatizarlas.
Y todavía este señor Juan Orlando, tiene el descaro de decir por Twitter lo siguiente:
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Sinceramente no tengo idea de como duerme este remedo de hombre por las noches.
Hace unos pocos días que también se anunciaron unas nuevas dinámicas de penalizar ciertos delitos, por ejemplo: al narcotrafico le redujeron unos años; a las violaciones y los femicidios pueden ser saldados mediante trabajos comunitarios o pagar una fianza. Mientras que la divulgación de 'calumnias' por redes sociales u otros medios de comunicación será penalizado con 4 años (más o menos) de cárcel. Todo esto (sin mencionar las que todavía tienen pensado decretar) entrará en vigencia a partir de noviembre de este año.
Es horrible pensar que prefieren penalizar a la libertad de expresión y de prensa antes que el narcotrafico y la violación de los derechos de la mujer.
¿En que están pensando al hacer eso? ¿Por qué? ¿Qué consiguen teniendo a violadores, homicidas y narcotraficantes en libertad? ¿Qué consiguen al meter en prisión a aquellos que todavía conservan la valentía de decir la verdad en medio de tanta corrupción?
Todo lo anterior solo genera más miseria, más violencia, más miedo, más inseguridad...
Todo este circo de malas noticias, una peor que la anterior, me enferma, pues no logro comprender qué quieren ganar con todo esto.
¿En que clase de país la privatización de hospitales y colegios es algo bien visto?
¿Hasta cuanto tendremos que soportar para finalmente unirnos y revelarnos contra la impunidad y la corrupción?
Ya no podemos solo tener fe a que todo se resuelva, ya no podemos seguir escondiendonos detrás del celular o la computadora, porque incluso así estamos cometiendo un delito según esos cerdos con traje.
Es necesario que todos los doctores, que todos los docentes, que todos los estudiantes, que todas las mujeres, que todos los policías y militares, que todo el pueblo en general se unan para destronar al dictador junto con sus esbirros.
Sin embargo, es difícil dada la cultura individualista que poseemos, difícilmente se van a involucran si no les afecta directamente como ha pasado con cada marcha que se da.
Las primeras marchas participaban personas de origen humilde pues la problemática era que sus votos no fueron respetados.
Considerando la cantidad de personas que habemos en cada sector del país, me atrevería a decir que poco menos de la mitad estuvieron participando.
De ahí, sucedió lo de la adolescente que fue drogada y violada (este es un tema que voy a tocar tiempo después), como ella es hija de una juez, este caso tuvo relevancia y muchas mujeres estuvieron protestando para que se haga justicia.
Aunque al final no se logró mucho, tomando en cuenta las nuevas leyes donde esos malnacidos salen ganando.
Luego que quieren privatizar el sector de salud y de educación, ahora le toca a los doctores, enfermeros, médicos, docentes y estudiantes salir a las calles a exigir que se respeten sus derechos.
Todo lo anterior está bien, se dan cuenta que algo no es correcto y manifiestan su descontento a través de protestas.
¿Pero saben cuál es el verdadero problema de esto?
Que solo participan los que le interesan que se haga algo al respecto, pero al final, ¿qué ganan? Los que gobiernan sobre nuestras vidas siguen siendo las mismas personas que desde sus elegantes sillas sonríen con malicia al saborear su supremacía sobre los demás mientras se abanican con un fajo de billetes.
Saben que el pueblo no es capaz de organizarse entre ellos, que no tienen un verdadero plan para derrocarlos, que sólo quemaran unas cuantas cosas, tomarán unas cuantas calles hasta que se aburran y luego lo dejaran.
Lo que Honduras necesita son líderes por sectores que sepan de estrategias, que sepan planear, que sepan liderar para así encaminar las acciones hacia un bien común.
Deshacernos de los corruptos.
Pero para ello, antes habremos de unirnos, no sólo por los derechos de la mujer, o para evitar la privatización de la salud y la educación, o por la libertad de expresión. Hay que unirnos por una Honduras mejor.