Capítulo 5: Espiar te llevará a llorar

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A pesar de que París se encontraba en calma en ese momento, Ladybug recorría la ciudad corriendo por los techos como un "mini patrullaje" para la vista de los ciudadanos pero el punto de vista de la joven heroína le daba un giro de 180 grados al asunto. Después de dejar que Adrien se fuera con Lydia para pasar la tarde y dejando atrás el Jueves de Videojuegos, Marinette tuvo que recurrir a su alter-ego secreto para olvidarse del asunto, lo que se le estaba haciendo difícil.

Se detuvo en un tejado a recobrar el aire que necesitaba cuando recordó a alguien: Chat Noir. Tomó su yoyo, abrió el comunicador y le marcó a su amigo gatuno, más para nada sirvió, pues entró al correo de voz.

¿Te comió la lengua el gato? Deja un mensaje—. Se escuchó la voz del héroe en el dispositivo.

Lo más probable era que no estaba transformado. La azabache suspiró triste y cerró el comunicador sin dejar mensaje alguno.

—¿Dónde estás, Chat Noir?

...

—Y entonces dije "Perdóname, pero no sabía que necesitaba una permiso para poder mirarte" y no me dijo nada más—. Comentó Lydia su anécdota a Adrien.

—¿Enserio dijiste eso?—. Cuestionó el rubio al borde de soltar una sonora carcajada por lo que le había contado su contraria. Lydia asintió y ambos empezaron a reír. Tenían tanto tiempo sin verse por lo que tenían mucho para contarse.

Adrien, además de tener a Chloé, cuando era un niño también tenía a Lydia. Se conocieron cuando tenían dos años eran muy buenos amigos hasta que tuvieron cuatro años ya que Lydia se mudó con su familia a Estados Unidos y perdieron el contacto y ahora, diez años después, se reencontraron.

—Y dime, esa chica ¿Marinette, cierto?—. Preguntó ella. Adrien asintió. —¿Desde cuándo se conocen? ¿Son pareja o algo así?

—No, ella fue la primera amiga que hice cuando entré a Françoise Dupont—. Explicó él. —Es una muy buena amiga.

—Se nota que le tienes mucho cariño.

—Sí, ella me ha apoyado en mucho.

—Bueno, cambiando el tema, háblame de París, escuché que hay... ¿Superhéroes?

—Sí, Ladybug y Chat Noir; un día apreció un villano que se hacía llamar Corazón de Piedra y ellos fueron los que lo derrotaron, desde entonces han aparecido villanos en la ciudad pero siempre son vencidos.

...

El atardecer ya se estaba haciendo presente en la Ciudad de la Luz y cierta heroína de traje moteado ya se estaba hartando de vagar sola y sin rumbo. No volvió a llamar a Chat Noir en el transcurso de la tarde ya que supuso que no estaba transformado y no lo haría pronto. Caminaba de techo en techo cerca de los bordes de éstos cuando pudo ver a Adrien y a Lydia juntos; aprovechó que se detuvieron en una esquina y se acercó para escuchar su conversación.

Solo... solo era por el bien de su amigo y persona de la que estaba enamorada, no es que estaba celosa ni nada por el estilo.

—Entonces ¿Sólo Ladybug puede hacer que los villanos volvieron a la normalidad?—. Cuestionó la de ojos color avellana.

—Exacto, al menos es lo que yo sé—. Le respondió el de ojos verde esmeralda. Respondía correcto pero simple así nadie sospecharía de su identidad. —Y descuida, ante cualquier villano yo te protegeré pues eres mi mejor amiga, Smith—. Mencionó el rubio abrazando a la castaña.

—Y tú mi mejor amigo, Agreste—. Dijo la chica correspondiendo el abrazo.

No supo cómo pero en un abrir y cerrar de ojos Marinette estaba sentada en el suelo de su balcón en su forma civil con sus ojos cerrados.

—¿Te sientes bien Marinette?—. Le preguntó Tikki preocupada.

Como respuesta una lágrima corrió por la mejilla de Marinette. Una sola lágrima.

—Siento una punzada en el pecho y un nudo en mi garganta—. Explicó la azabache. —No entiendo lo que acaba de suceder.

La confusión volvía sumado a ello una extraña sensación que no lograba identificar ¿Era correcto seguir enamorada de Adrien ahora con Lydia en París? ¿No se habrá equivocado y no siente nada por él? ¿De verdad se sentía enamorada? Tantas preguntas y ni una respuesta.

—¿Dónde estás, Chat Noir?—. Preguntó por milésima vez en el día, de verdad que necesitaba a ayuda y compañía del felino.

—Aquí estoy Princesa.

La ojiazul abrió los ojos y éstos se encontraron con los ojos verdes del héroe gatuno quién estaba frente a ella y su rostro reflejaba una preocupación extrema. Se arrodilló hasta quedar a la altura de la chica y tomó su mentón para que lo mirara.

—¿Qué sucedió Marinette?

•••

Nota de la Mystery: Jejejejeje, hay veces que mi maldad no tiene límites.

¿Qué creen que pasará más adelante? ¿Cuál creen que es la extraña sensación que Marinette sintió al estar en el balcón? ¿Cuáles serán las sorpresas que tiene Mystery bajo la manga?

Para no tener que esperar tanto por mi siguiente publicación, estén atentos pues... ¡Hay nuevo fanfic! O mejor llamarlo mini fanfic pues será corto.

..Mystery..

Siguiente capítulo:

Capítulo 6: Apoyo gatuno

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