Capítulo 1: Las sospechas de Tikki

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—¡Yo, King Storm, gobernaré París de una vez por todas!—. Exclamó el nuevo villano en turno.

—¿A Hawk Moth ahora le gusta akumatizar desde temprano?—. Cuestionó Chat Noir al llegar a la escena junto con Ladybug.

—No lo sé—. Contestó la chica de traje moteado. —Pero espero que no se vuelva su "nueva estrategia"—. Agregó elevando comillas al aire.

El primer akumatizado del día había aparecido durante la mañana, 15 minutos antes de la entrada a clases de los héroes parisinos. Se trataba de un joven hombre que había caído bajo los engaños del malvado portador del Miraculous de la Mariposa y que ahora buscaba el gobierno total de París. Vestía de cómo un Rey en su coronación y con su cetro mágico dorado podía controlar a las personas para que éstas hicieran su merced.

Los portadores de Miraculous héroes debían apresurarse con ese villano puesto que habrían consecuencias si llegaban tarde a clases una vez más.

Por parte de la azabache, sus padres harían lo mismo que la última vez y la castigarían, sin videojuegos, sin aparatos electrónicos y sin poder salir; ésta última le preocupaba puesto que si no podía salir (a menos que tuviera que escaparse para cumplir con sus deberes de heroína) no podría verse con sus amigos y muchos menos con su mejor amigo: Adrien Agreste.

La situación era similar para el rubio, pero algo más estricto, puesto que o se le eliminarían sus tiempos libres rellenándolos con más actividades extras o tenerlos pero estando completamente encerrado en su habitación, su padre lo haría esforzarse más con las materias escolares teniendo pequeñas lecciones con Nathalie y no lo dejaría salir, dejándolo sin ver ni a su mejor amiga: Marinette Dupain-Cheng.

...

—¡Ganamos!—. Exclamó el dúo de héroes.

El akuma de King Storm había sido liberado y purificado y los efectos del Miraculous Ladybug repararon los daños causados, dándoles otra victoria a los héroes.

—Me quedaría, pero tengo cosas por hacer—. Informó Chat Noir. —Nos vemos mi Lady.

—Nos vemos Minino—. Se despidió Ladybug.

Ambos héroes se alejaron de otro pero no notaron que se dirigían hacia el mismo lugar: El instituto Françoise Dupont. La primera en llegar al lugar fue Ladybug la cual deshizo su transformación detrás de unos arbustos a pesar de que los alrededores estabas solitarios por la presencia del akumatizado.

—Creo que tendré que acostumbrarme a que te transformes más temprano—. Comentó Tikki mientras, en manos de Marinette, salía de los arbustos junto a su portadora.

Marinette rió por lo bajo.

—Hay galletas en mi cartera—Dijo la ojiazul.

Tras oír el nombre de su alimento favorito la kwami rojiza salió disparada hacia la cartera de su portadora para recargar sus energías. Simultáneamente, el felino héroe pasaba por el lugar pero al ver la presencia de su mejor amiga frente al edificio optó por anular su transformación un poco alejado a donde se encontraba ella.

—Usted, señorito, deberá darme más queso si quiere empezar a dar saltos por sobre los techos a muy tempranas horas—. Se quejó el kwami negruzco al salir del Miraculous.

—Con lo que te doy, quedas más que lleno—. Opinó Adrien.

—Eso ya lo veremos—- Sentenció Plagg mientras se escondía en la mochila del rubio.

Adrien soltó un pequeño suspiro antes de dirigirse a la escuela y al notar que Marinette aún seguía allí frente a la entrada se le ocurrió otra de sus magníficas ideas.

—¡Hola!—. Le saludó por detrás a la chica haciendo que ésta chillara del susto. —Buenos días, Dupain-Cheng.

—¿Cuántas veces te he dicho que no me asustes así, Agreste?—. Cuestionó la chica cruzándose de brazos por la reciente broma.

—147 veces y contando, además, sabes que no dejaré de hacerlo—. Contestó el rubio.

Pero la chica se sorprendió un poco por la cifra dicha por su amigo ¿Dijo 147? Luego le llegó el recuerdo de su sueño en donde el rubio mencionaba que la había asustado 148 veces. Así que, cuando él la asustara 148 veces ¿Se iban a besar?...

Nah, como ya había dicho ella antes, soñaba cosas extrañas. Además, eso ocurría en otoño y estaban en plena primavera. Marinette Dupain-Cheng y Adrien Agreste solo son amigos, mejores amigos.

Pero había algo que no empezó a funcionar bien en la ojiazul y era que después de recordar el sueño y tratar de hacerse una imagen de ella y Adrien besándose causó que sus mejillas tomaran un pequeño color escarlata.

—Se-se-será mejor que en-entremos—. Dijo la azabache. Se escuchó mal o ella tartamudeó... ¿Su mejor amigo fue el causante de aquello?

Sacudió su cabeza tratando se alejar las ideas locas de ella pero no notó que cierto ser no había pasado por alto aquellos hechos.

...

Más tarde durante el receso Marinette aún actuaba de manera extraña estando con Adrien, se sonrojaba y tartamudeaba, todo por no poder sacar en ciertos momentos su sueño de su mente. Todas estas acciones fueron notadas por Tikki desde su cartera quién se puso a analizar las posibles razones por las cuales su portadora estaría actuando de esa manera.

—¡No puede ser!—. Exclamó en susurro la kwami al unir ciertos puntos. —¡Si no es eso no puede ser otra cosa!

La kwami de la creación solo tenía una teoría firme: ¿A Marinette le está empezando a gustar Adrien?

•••

Nota de la Mystety: Ok, ya no prometeré fecha específica para publicar caps. de esta historia... ¡O de ninguna otra!

¿Qué les pareció el capítulo 1?

¿Qué creen que pasará en el capítulo 2?

Todo lo sabremos cuando el tiempo, la luz, las clases y la vida me den un chance.

Y saben, se me ocurrió una nueva dinámica para mantener cierto efecto de emoción por lo siguientes capítulos y es que al final de la nota a partir de ahora (por el momento en esta historia) dejaré como spoiler el título del siguiente capítulo.

¡Nos vemos pronto!

..Mystery..

Siguiente capítulo:

Capítulo 2: ¿Enamorada de mi mejor amigo?

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