El Chico De Los Zapatos Azules [COMPLETA☑️]

Capítulo 4

ALEX

Estoy sentado en las escaleras frente al salón de biología, esperando a que Meghan salga para hablar en los cinco minutos de descanso que tenemos antes de la próxima clase. Debe estar muy preocupada porque no sabe nada de mí desde ayer, por lo que también seguro querrá matarme.

Esta mañana desperté como todos los días; bostecé, me estiré, caminé al baño, me duché, me cepillé los dientes, me vestí, desayuné.

Excepto por una cosa, estaba mucho más feliz que cualquiera de esos días normales en mi vida. ¿La razón? Muy simple: pasé casi toda la noche anterior con Shawn. Solos él y yo, en su casa.

Abrí los ojos con una sonrisa, bostecé con una sonrisa, me estiré con una sonrisa, caminé al baño con una sonrisa, me duché con... bueno, creo que ya captas que estoy muy feliz.

Y si pasar casi toda la noche con él no fue suficiente, ¡hoy también iré a su casa! para cuidarlo, porque él mismo me lo pidió. Aun creo que estoy muerto y que nada de esto es real, todo es una alucinación, he sido abducido por alienígenas.

Anoche cuando llegué a casa encontré a mi madre dormida en el sofá. Seguro se quedó dormida esperando a que llegara. Y esta mañana apenas bajé por las escaleras me bombardeó de preguntas, e intenté mentirle y decirle que estaba con Meghan, pero como nunca tengo suerte, me dijo que Meghan la había llamado varias veces para preguntarle si yo estaba bien, ya que me llamaba a mí y no le contestaba. No le dije la verdad porque sé como es; primero pensará que Shawn es mi novio o algo parecido, luego insistirá en invitarlo a cenar, después me avergonzará frente a él inconscientemente, y no quiero que eso pase en lo absoluto.

En la mañana salí muy rápido antes de que cediera y dijera algo de lo que me arrepintiera después. También porque, como —casi— siempre, iba tarde a la escuela.

Veo a Meghan salir entre muchas personas, tiene la mirada gacha y casi pasa de mí sin verme sino fuera porque grito su nombre. Muchas personas que no se llaman Meghan voltean por chismosos. Pero la chica a la que me refiero me mira, su expresión expectante cambia a furiosa al verme sentado en las escaleras.

Se acerca a mí dando grandes zancadas.

Cuando llega intento hablar, pero inmediatamente ella me interrumpe.

—¿Por qué no contestabas tu maldito teléfono? Estaba muy preocupada, creí te había pasado algo. ¡Ni siquiera me llamaste! Llamé a tu casa y tu madre me dijo que ni siquiera habías llegado, ¡¿Dónde coño estabas Alexander Stewart?! ¡Esta mañana también intenté llamarte y tampoco me contestaste! ¡¿Por qué?! ¡Soy tu mejor amiga! ¿Era tan difícil responder a la docena de mensajes que te dejé? Solo dormí media hora esperando a que mi estúpido teléfono sona...

—Meghan, calmate, ¿si?

—¿Qué me calme? ¡¿En serio me estas pidiendo que me cal...?!

—Tengo una muy buena razón por la que no te contesté. —digo, alzando los brazos en señal de rendición.

—¿Si? Pues espero que la tengas. —se cruza de brazos, y me mira como una madre a la que su hijo está en la oficina del director por hacer algo terrible.

—No te contesté porque estaba con Shawn.

—¡Ja! ¿Y se supone que te tengo que creer? Alex, sé que eres muy malo mintiendo, pero al menos esfuérzate un poco más.

—Es la verdad.

—Ah, entonces anoche yo estaba con Ariana Grande, sí, cenamos, luego cantamos un po...