ALEX
—Ya, despega la vista por un minuto de él y deja de espiarlo. —me pide Meghan, mi mejor amiga.
—No lo espío —replico—. Además, ¿Qué puedo hacer? ¿Mirarlos a ustedes? —le pregunto de manera sarcástica, volteando a verla para desafortunadamente encontrarme su lengua metida en la boca de Ryan, su novio—. Yo creo que mejor paso. —agrego con una mueca de asco y vuelvo mi mirada a Shawn.
—¿No te gusta ver a una pareja dándose amor? —objeta ella, al darse cuenta de mi mueca.
Me vuelvo a ellos, otra vez.
Ambos están muy cerca del otro, sonriéndose mientras se ven a los ojos. Ryan con su mano grande y larga le toma delicadamente la mejilla a Meghan. La verdad es que se ven muy lindos, dignos de una foto de catálogo, porque así es la relación de estos dos: como un artículo de revista. Claro, visualmente, porque la realidad es que no es más que una relación de adolescentes con sus pequeñas peleas tontas por cualquier cosa, pero poniendo eso de lado, la relación de Meghan y Ryan sería perfecta.
—Me encanta ver a parejas felices, sí, pero a través de una pantalla, preferiblemente siendo interpretadas por actores a los que admiro. —le contesto, esperando el chillido, bufido o algún otro sonido de molestia de parte de ella.
Escucho como bufa, y sonrío.
Vuelvo a ver en la dirección de Shawn. Veo como rebota ese balón naranja y lo mete en el aro una y otra vez. Casi nunca falla un tiro.
—Lo siento, Alex, la próxima vez que bese a Meghan me aseguraré de haber participado en películas, ganarme tu admiración y que el beso esté en una de mis producciones. —dice Ryan, divertido.
Emito una pequeña risa y sigo con mí mirada fija en el chico de los zapatos azules a unos metros de mí. Me encuentro mirándolo de un lado de la cerca, escondido detrás de un árbol. No puedo dejar de mirar su rostro empapado en sudor, con esos pequeños mechones de pelo también mojados reposar en su preciosa frente. Shawn es... simplemente todo lo que está bien en este mundo.
—¡Carajo! —chilla Meghan de pronto. Automáticamente volteo a mirarla, preocupado.
—¿Qué te pasa?
—La tienda cerrará en veinte minutos, tengo de darme prisa, maldición —se explica algo alterada mirando la hora en su teléfono, y se para rápidamente del suelo en donde estamos sentados—. Ryan, vámonos ahora.
El moreno a su lado le obedece y se levanta del suelo, parándose junto a ella.
—Oye, calmate, ¿Qué demonios hay en esa tienda que es tan importante? —le pregunto, al no entender su reacción.
—El nuevo perfume de Victoria's Secret llega hoy por fin a este mugroso pueblo, y tengo que ir a comprarme uno, ¡ahora!
Y entonces entiendo todo. Así es Meghan cuando quiere comprar algo nuevo que seguramente recomendó alguna influencer o alguna Kardashian. Aunque... yo tambien soy así, pues ¿Cómo te puedes resistir a no comprar algo que le gusta a alguna Kardashian?
—Amor, ¿no crees que es un poco exagerada tu reacción? Podemos ir mañana y comprar uno con calma, además, no quiero conducir hasta el centro comercial para solo comprar un estúpido perfume. —comenta Ryan.
Espera... ¡¿QUÉ?!
¿Acaso Ryan no conoce a Meghan Ludwing? Años de relación y tal parece que aun no sabe cómo reaccionar a estas actitudes de su novia. ¡Nunca le digas a Meghan Ludwing que algo que le gusta es estúpido!
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El Chico De Los Zapatos Azules [COMPLETA☑️]
Dla nastolatkówA Alex le gusta Shawn, pero, como buen chico gay adolescente, claro que su primer amor es heterosexual. Sin embargo, sus caminos se unirán gracias a un tonto accidente en bici y, a partir de ahí, Alex se dará cuenta que no todo es lo que parece, que...