ALEX
Estoy sentado frente a Shawn en el sofá, sosteniendo una cerveza con mis manos algo temblorosas. Solo estamos él y yo en la casa, la policía ya se fue y todo está en total silencio.
—No sabía que eres gay. —dice él.
—Sí, ¿te molesta eso?
¿Cómo Shawn sabe que soy gay? ¿Por qué estamos él y yo solos es su casa después de la fiesta? ¿Policías? Bueno... retrocedamos unas horas, al inicio de la fiesta...
Meghan pasó por mí, aunque la fiesta me quedara a unas cuantas casas de distancia, pero no quería llegar solo. En su auto iban Matt y Lucy —tambien había pasado por ellos.
Cuando llegamos a la casa de Shawn había muchas personas, la música se escuchaba hasta unas casas antes de llegar. En el camino hacia la puerta, en el césped, había vasos rojos de plástico usados, también botellas de algún licor vacías, y en los arbustos por alguna razón había papel higiénico, y alrededor de todo ese... desastre, había personas besándose, algunas bailando y otras al parecer discutiendo. Entramos a la casa y parecía una discoteca o algo parecido. Todo el lugar estaba iluminado tan solo por luces de neón, todo estaba oscuro pero se veía muy bien. Y al igual que en la parte de afuera, las personas estaban bailando, y otras besándose —casi que tragándose el uno al otro—, pero nadie peleaba ni discutía.
Miré hacia la izquierda, hacia el sofá en donde Shawn y yo habíamos pasado varios días seguidos hablando, jugando videojuegos y mirando películas. Estaba siendo ocupado por una pareja —o al menos eso quiero pensar—, la cual se besaban y podría apostar que de seguro hasta tuvieron sexo ahí mismo. Pero no lo supe, porque de repente alguien había dicho mi nombre y sabía quien era perfectamente.
—¡Alex, sí viniste! —dijo Shawn, sonriendo, sonriéndome.
Escuché como Meghan se llevó a Matt y a Lucy a buscar bebidas, seguro para dejarme solo con Shawn.
—Sí, vine. —le dije, sonriéndole al igual que él a mí.
—¡Fantástico!
Su sonrisa no se alteró, siguió sonriéndome por al menos un minuto más. Ninguno de los dos decía nada, y aunque el sonido de la fuerte música retumbaba en mis oídos, pude escuchar... nada, sentí un silencio, esos putos silencios incómodos que siempre me pasan cuando estoy con él. Pero como siempre, él salvó el día diciendo:
—Diviértete. Tengo que ir a ver si nadie ha roto nada, pero no te pierdas, ¡esta noche nos emborracharemos! —no dejé de ver en ningún momento su sonrisa, hasta que se desvaneció entre la multitud.
Todo iba bien hasta ese momento.
Me adentré entre el gentío y encontré a Meghan junto a una mesa con muchas, demasiadas botellas de licores que en mi vida había visto. Estaba tomando de un vaso de plástico rojo como los que estaban en el suelo tirados, balanceándose de un lado a otro ante el ritmo de la música. Me dijo algo, pero no logré escucharla.
—¿Qué? —le pregunté.
—¿Que qué te dijo tu amorcito? —le dio un sorbo a su bebida.
—No le digas así —ojalá lo fuera—. Y solo me dijo que me divirtiera, y que nos emborracharemos esta noche.
—¡Siiiii! —chilló y levantó los brazos—. ¡Alex tendrá un poco de acción esta noche! —gritó, y unas chicas que estaban a unos escasos metros de nosotros también lo hicieron.
—Baja la voz.
—¡¿Qué?! —puso su mano en su oreja, haciendo gesto de que no escuchaba.
—Que bajes la voz. —repetí.
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El Chico De Los Zapatos Azules [COMPLETA☑️]
Novela JuvenilA Alex le gusta Shawn, pero, como buen chico gay adolescente, claro que su primer amor es heterosexual. Sin embargo, sus caminos se unirán gracias a un tonto accidente en bici y, a partir de ahí, Alex se dará cuenta que no todo es lo que parece, que...