ALEX
¿Qué mierda he hecho? ¡Acabo de atropellar a Shawn!
Esto... no puede ser real, en cualquier momento voy a despertar, ¿no es así? Esto es un sueño, esto no pasó, ¡todo está dentro de mi cabeza! Tiene que haber una explicación, tiene que haber... ¡ya lo sé! De seguro cuando salí de la escuela un auto me atropelló, por eso estoy soñando esto, estoy inconsciente. O tal vez esta mañana cuando el auto se me atravesó y caí, en realidad me atropelló y estoy muerto, por esa razón me pasa esto, por eso he tenido un día tan malo, porque estoy en el infierno, ¡¿verdad?!
Estoy paralizado frente a Shawn, viéndolo tirado en el suelo. Respiro entrecortado, sé que estoy tan rojo como un tomate, y mi corazón no deja de latir a una velocidad no muy normal, ¡Quiero despertar! Maldición, esta pesadilla es por mucho la peor que he tenido en toda mi vida.
Me pellizco el brazo con todas mis fuerzas, pero no pasa nada además de dolor, ¡y no despierto! Sigo aquí parado frente a Shawn. Y me doy cuenta que sí es real, y tambien... que lo he atropellado en serio.
Escucho otro jadeo de dolor provenir de él.
—Ayúdame... ¡me duele! —dice, tomándose el brazo izquierdo con la mano derecha.
Mis manos tiemblan, mis piernas tiemblan, mi alma tiembla. Mierda, parezco un espagueti y siento que en cualquier momento caeré junto a Shawn desmayado.
Aparto la mirada de él, miro a todos lados, buscando a alguien que pueda ayudarlo, pero no hay nadie, solo casas y casas, nadie está en la calle. Pero yo no puedo ayudarlo, ni siquiera puedo moverme. Si hubiera sido otra persona reaccionaría de inmediato, pero es él y no sé que hacer.
Cierro mis ojos e inhalo y exhalo, llenando de aire mis pulmones y exhalando por la boca. Abro los ojos. ¡No estoy tranquilo! Respirar no ayuda, ¡ahg! Shawn y yo moriremos aquí.
«Solo imagina que no es él y que es otra persona», me digo para relajarme y poder ayudarlo.
Sorprendentemente funciona. Soy tan raro.
Llevo mis manos rápidamente a mis bolsillos buscando mi teléfono para llamar a una ambulancia, porque ha dicho que le dolía mientras se sostenía el brazo, lo que quiere decir que puede estar roto o dislocado... ¡no puede ser! ¡Le rompí el brazo a Shawn! ¡¿Cómo jugará baloncesto ahora?!
No encuentro mi teléfono. Me quito la mochila y empiezo a buscar tambien allí, pero tampoco está. Lucho con mi cuerpo y logro mover las piernas. Me acerco a donde terminé después del accidente y miro si mi teléfono está tirado por la acera ¡y sí!, lo encuentro tirado a un lado de la bicicleta. Me agacho y lo tomo, pero al verlo mejor noto que tiene toda la pantalla rota y... que no enciende.
Mierda, mierda, mierda, ¡mierda!
Escucho nuevamente a Shawn quejarse del dolor.
Volteo y lo veo, intento decir algo pero nada sale de mi boca. Es como si hubiera algo en él que hace que mi cerebro olvide como hablar, como moverse, como pensar.
—Ayúdame, por favor, ¡llama a una ambulancia! —suplica.
Como quisiera tener en este momento los poderes de Superman, cargarlo y llevarlo directo al hospital. Pero en cambio ahora que de nuevo sé que es él no puedo ni moverme y ¡no sé que hacer!
Mis manos empiezan a temblar, de nuevo.
Trago en seco y exhalo fuertemente.
—Mi... mi tele... teléfono está... roto —le digo, casi inaudible.
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El Chico De Los Zapatos Azules [COMPLETA☑️]
Novela JuvenilA Alex le gusta Shawn, pero, como buen chico gay adolescente, claro que su primer amor es heterosexual. Sin embargo, sus caminos se unirán gracias a un tonto accidente en bici y, a partir de ahí, Alex se dará cuenta que no todo es lo que parece, que...