Capítulo 3 | Fragilidad

3.4K 191 22
                                    


— ¿Crees que sea algo malo? Digo, sabes que he seguido al pie de la letra todas tus indicaciones. Me he alimentado bien, no he saltado ninguna comida, tomo mis vitaminas y sabes muy bien que desde que fuimos a Canadá he mejorado con el cuidado de mi salud.

— No te preocupes Anís, es solo para estar prevenidos. Puede que esos mareos sean alguna deficiencia de hierro. No te estreses, no tienes que asegurarme nada. Sé muy bien que no has fallado en todo este proceso. Mira, estás bajo presión, al encontrarte aquí de nuevo, al lidiar con lo que aún te afecta. Además, aún hay estragos en lo que a tu salud se refiere. Pues todo lo que te dañó de pequeña hasta hace no mucho, influyó en tu alimentación y falta de cuidados. Con estos análisis saldremos de dudas y podré mantener un mejor control. Sobre todo sabré qué suplementos vitamínicos te cambiaré o sumaré para tu cuidado actual.

— De acuerdo, ¿Erwin?

— Dime...

— Por favor no le digas nada a papá, si únicamente es un cuidado de rutina, no creo que sea necesario decírselo.

— Anís... no puedo prometerlo, lo sabes. Tu padre me preguntará y querrá saber absolutamente todo, ha estado al pendiente de ti siempre. No puedo negárselo, sé lo debo. Le prometí que te cuidaría como a una hermana y eso eres para mí, te quiero como si fueses mi hermana, no lo olvides.

Nos encontrábamos en el consultorio de Erwin porque hace ya hace días que siento mareos y un poco de náuseas. Él me llamaba Anís cariñosamente y decidió que lo más conveniente era realizarme unos análisis de rutina y descartar cualquier peligro. Ante mi pedido de no decirle nada a mi padre, lo entendía, sé que no lo haría pero al menos no quería que se lo dijera aún. No hasta saber los resultados. Y por las palabras de Erwin sé que aún espera una explicación clara de mi parte respecto a la mentira que inventé, diciendo que éramos novios para que Cedric creyera eso.

— No lo olvido, también te quiero como si fueses mi hermano Erwin.  Y entiendo tu postura, te pido disculpas nuevamente por haberte metido en esta mentira, en hacerle  creer a Cedric que tú y yo somos novios. Sé que no estuvo bien pero... Quería que me vea feliz, que sepa él decidió por ambos algo que no debía hacerlo, que sienta un poco de dolor, o al menos algo de lo que yo sentí. Aún siento rabia, coraje, desilusión porque él simplemente escogió el camino fácil y optó a tomar una decisión que nos correspondía a ambos. ¿A caso mi opinión no era valedera? ¿No tuvo en cuenta lo que yo sentía o pensaba?

— Te entiendo Anís, créeme que te entiendo cariño. Pero ... ¿no has pensado en que para él también debe de ser difícil? Digo, tomó una decisión por ambos si, sin embargo lo hizo creyendo que era lo mejor y sobre todo lo hizo porque creyó que así te hacía un bien. Pero cuando comprendió que lo único que hizo fue alejarte de su lado, intentó arreglar su error. Aún ahora, él intenta acercarse a ti.

— Y lo seguirá intentando, no pienso dar marcha atrás. De ahora en mas nadie decidirá por mí. Soy lo suficientemente mayor para tomar mis decisiones y que me escuchen. Tanto papá, tío Philip y Cedric deben de saber que ya no soy una niña y mucho menos esa chica miedosa que llegó a ellos sin saber que hacer o que decir.

— Y eso no volverá a pasar princesa. Yo te apoyaré siempre en cada decisión que tomes, es por eso que te digo todo esto, no lo digo para que vuelvas corriendo a los brazos de Cedric, Anís, no. Tampoco para que permitas que otros tomen decisiones por ti. Sólo te lo digo porque te quiero, porque quiero verte bien, sana, feliz. Y sé que así como has dado este gran paso y has madurado bastante, sé que también te estás haciendo daño al ponerte una barrera con las personas que quieres. Tal vez... no sé... Quizás si arreglaras las cosas con tu padre, eso podría ayudar-

Únicamente Mía ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora