Capítulo 8|Pésimo encuentro

2.7K 177 11
                                    

Cedric

Habían pasado dos semanas exactamente, desde la última vez que vi a Alanís. Sé por Alessandro y por John, que ella ahora está de nuevo en casa, en su hogar junto con su abuela y los demás. No he querido ir allí para no seguir ganándome su odio. Todo lo que había querido era poder decirle que la amaba y que siempre estaré arrepentido por no haber luchado por lo nuestro. Pero nada me había salido como yo esperaba, lo había arruinado completamente.

De tan sólo pensar que ese estúpido de Erwin puede estar besándola o tocándola como yo lo hacía, me hierve la sangre y quiero salir a matarlo a golpes. Los celos me están volviendo loco, ese día me dejé llevar por la rabia y el coraje de pensar en ello. Y lo arruiné de nuevo. No sé cómo haré para recuperarla pero no me daré por vencido.

— Cedric, ¿podemos hablar?

— Claro, pasa Alessandro. Dime ¿en qué puedo ayudarte?

— Es... en realidad quiero hablarte sobre Jessi.

— ¿Pasa algo con mi hermana?

— No, no pasa nada. Es solo que... Me gustaría poder llegar a algo más serio con ella. En verdad me gusta y mucho. Y... pues nada, cómo tú eres su hermano mayor, me gustaría que sepas que mis intenciones para con Jessi son buenas, te lo prometo. No haría nada para lastimarla, tampoco quisiera que creas que me estoy aprovechando de ella o estoy sacando ventaja por ser cuatro años menor que yo. De hecho tú tienes la misma diferencia con Alanís y no hay inconvenientes.

— Alessandro, cálmate hermano. Oye, nunca te había visto tan nervioso. En verdad que Jessi si te interesa mucho, me alegra saber que tus intenciones para con ella son buenas. Despreocúpate y gracias. Gracias por tenerme en cuenta, decírmelo de frente e ir derecho como un hombre lo haría. Eso dice todo de ti. Quédate tranquilo, si Jessi tiene el mismo interés que tú, yo los apoyaré.

— Gracias Cedric, bueno, realmente era todo lo que quería decirte— nunca había visto tan nervioso a Alessandro, sus palabras me habían demostrado sinceridad y estoy feliz de saber que un buen hombre quiere a mi hermana— Creo que seguiré con... — Ale no terminó de hablar porque John ingresó a la oficina con la única persona que me trae completamente idiotizado, Alanís. No esperaba verla aquí, de hecho, no creía que volvería a la empresa por querer evitarme y no saber nada de mí.

— Hola muchachos, disculpen que los interrumpa.

— Tío, no te preocupes sólo conversábamos. Ala, hola hermosa. Es bueno verte, mamá ya anda reclamando que no has ido a verla— Alessandro se acercó a ellos usando el diminutivo Ala como solía hacerlo cuando hablaba con ella para luego llegar hasta donde estaba y abrazarla. Ellos se querían como hermanos y desde que Alessandro cambió después de su accidente, él siempre estuvo al pendiente de ella. Sobre todo cuándo ella estuvo lejos de nosotros.

— Iré a verla pronto, lo prometo— Alanís no me dirigía la mirada. Dios, estaba más hermosa que nunca. Pero debo ser razonable esta vez e intentar no meter la pata.

— Quería informarles que mi princesa se reincorporará a la empresa. La tendrán de vuelta trabajando con ustedes. ¿Qué les parece? Déjenme decirles que yo estoy muy feliz por esto, al fin estaremos todos cómo una verdadera familia.

— Pues opino lo mismo tío, estoy feliz de recibir a Ala aquí, con nosotros— carraspeo un poco porque de pronto me he puesto nervioso, sin saber que hacer o que decir cómo si fuera un adolescente con las hormonas revueltas. Realmente era lo que más quería, tenerla cerca de mí nuevamente.

— También estoy feliz de que regreses Alanís, puedes contar conmigo... con nosotros, para lo que necesites.

— Gracias, a ambos— ella contestó cortésmente con una pequeña sonrisa en el rostro, sabía que también se encontraba nerviosa al igual que yo.

Únicamente Mía ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora