Alanís
Salgo tan rápido como puedo de la habitación, de la casa. No quiero estar en el mismo lugar que él, no después de lo que hizo. Papá me sigue detrás, lo sé porque ha gritado mi nombre un par de veces y para cuando me alcanza, mis lágrimas son aún más intensas que hace algunos minutos.
— Déjame papá, vete con tu hijo. ¡Vete!— papá me abraza silenciándome y eso me rompe en mil pedazos más.
— Shh... no digas eso. Por favor no me lastimes con tus palabras, cariño. Sabes que te amo con toda mi alma. Y siempre estaré para ti. Dime ¿que fue lo qué pasó allí adentro? princesa.
— Quiero irme de aquí— las palabras no me salían y papá tenía razón. No tenía que haberle dicho nada a él, no tenía la culpa de lo que había pasado y al decir esas palabras sólo pensaba en lastimar Cedric. No pensé en mi padre por culpa del dolor.
— De acuerdo, iremos a dar una vuelta, me hablarás sobre lo ocurrido y luego te llevaré a la casa de tu abuela ¿te parece bien?— asentí con la cabeza lentamente secándome mis lágrimas— De hecho hay algo que quería hablar con ustedes dos. Espero les guste lo que tengo para proponerles. Vamos princesa.
— ¿Alanís, estás bien?— la señora Gladys apareció frente a nosotros, no sólo yo tenía que hablar con Papá, él también tenía que explicarme muchas cosas. Estoy feliz de que rehaga su vida sobre todo con Gladys, es una gran mujer.
— Si, no es nada. Estoy bien.
— Saldremos un momento Gladys, no me esperen para almorzar. ¿Podrías hacerme un favor?
— Si, dime— Papá se acercó a Gladys hablándole en voz baja pero igual alcancé a oír.
— Podrías hablar con Cedric ¿por favor? Está en su habitación, más tarde hablaré yo con él.
— Está bien, no te preocupes— intentaban disimular la conexión que ambos tenían pero era demasiado obvio— nos vemos luego.
— Nos vemos más tarde— nos despedimos y salimos de la casa con el guardia de papá. Lo que me recordó que también tenía una plática pendiente con mi tío Philip. Intentaré hablar con él en estos días, debo aclarar las cosas con él y decirle que también lo quiero. Es cómo un segundo padre para mí y entiendo que me quiera sobreproteger, pues él cree que se lo debe a mamá.
— Quiero mostrarte algo muy importante princesa, es algo que debía hacerlo hace mucho. Y... deseo que aceptes esta decisión mía. En realidad, lo hice con la ayuda de Philip.
— ¿Qué cosa? No lo entiendo papito— Papá sonrió sutilmente y apretó mi mano a modo de darme tranquilidad.
— Ahora lo verás mi cielo— unos veinte minutos después, el chofer estacionó en la entrada del cementerio. Lo sabía porque aquí, estaba enterrado mi abuelo. Bajamos del auto y junto con papá llegamos a otra zona del cementerio dónde se encontraban unas urnas con las lápidas sobre las paredes y la inscripciones sobre ellas. Observé detalladamente cada una de las lápidas y me fue imposible retener mis lágrimas. "Briana Colunga" " Kendra Colunga" estaban los nombres de mi mamá y mi tía. En el mismo lugar, ya estaban juntas y tenían una bonita lápida con muchas flores cada una.
— Pa- Papá ...
— Lo sé cariño, ahora están juntas. Las trajimos aquí porque queríamos que también tú puedas tener un lugar dónde visitarlas y no están lejos del lugar donde enterramos a tu abuelo. Así nuestros seres queridos estarán cerca de nosotros y en un mismo lugar.
— ¡Gracias papito! ¡Muchísimas gracias por esto!— lo abracé fuertemente mientras él dejaba besos por sobre mi cabeza.
— Pudimos lograrlo gracias a Philip, sin su ayuda y su equipo, no hubiésemos podido tenerlas juntas. Ahora dime princesa, ¿qué pasó entre Cedric y tú para que estés tan afectada?— me sequé las lágrimas una vez más, nos sentamos sobre una banca cercana y procedí a contarle todo a mi Papá. No podía seguir guardándome todo lo que me lastima por dentro, debo de sanar cómo me dijo la psicóloga y sólo lo lograré si realmente dejo atrás todo lo que me hace daño. He estado progresando, por la misma razón con lo que pasó hoy, no puedo dar un paso atrás o fracasar. No ahora.
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Únicamente Mía ©️
Romance#Libro 2 Bilogia Mía Alanís regresa después de ocho meses fuera del país, regresa porque ya no quiere seguir estando lejos de sus amigos. Y algunos miembros de su familia. Pues ya no es la misma niña que cuando llegó a la familia Campbell. Su abuelo...