Capítulo 2 | Electricidad

3.8K 204 12
                                    

— ¿Y bien? ¿Vas a decirme por qué no sabía que te encontrabas aquí? Hace ya un mes y medio. Yo, yo que soy tu padre Alanís, ¿por qué decidiste contármelo ahora? Después de todo este tiempo, mientras creía que aún seguías en Canadá ¿No crees que merezco una explicación?

Tal y cómo lo había pensado, papá estaba molesto porque no le había informado sobre mi llegada. Pero así como él estaba molesto por esa razón, yo seguía igual porque cuando me envió a otro país no le importó lo que yo sentía o pensaba. Lo había llamado hace media hora atrás para evitar que otra persona le dijera. Sobre todo porque no quería que se enterara por Cedric. Me levanté del sofá donde me encontraba sentada y le di la espalda al llegar frente a la ventana.

— Creo que tengo derecho a mi privacidad. Soy mayor de edad y puedo decidir por mí misma. Y si no dije nada sobre el hecho de que estoy viviendo con mi abuela ¿No crees que era porque no quería que no lo supieras?— me giré observando a mi padre con resentimiento, intentando mantener mi postura— Si decidí decírtelo ahora, es porque me encontré con Cedric. Y no quería que lo supieras por él.

— Hija por favor no te encierres...— no me interesaba escucharlo, ya le llamé, sabe que estoy aquí y eso era todo lo que quería que supiera. Lo interrumpí antes de que siguiera hablándome.

— Por favor no, ¿qué quieres papá? Tú mismo me alejaste de ti, no vengas con pretextos y mentiras. Sólo te llamé para decirte que estoy aquí, viviré con mi abuela. Eso era todo lo que quería decirte— intenté salir de la sala pero cuando pasé al lado de mi padre me tomó con cuidado del brazo haciendo que lo mirara.

— Hija no hagas esto, por favor. Vuelve a casa, a dónde perteneces.

— ¿A dónde pertenezco?— tomé una respiración profunda haciendo una pequeña pausa. No puedo creer que se atreva a decirme eso— Ya te lo dije papá, viviré con mi abuela. Ya lo sabes, así que no tenemos nada más de que hablar— me alejé de papá saliendo de la sala y subiéndome a la habitación que mi abuela me había proporcionado.

Antes de subir las escaleras, alcancé a oír que mi abuela le decía a papá que me comprendiera y que aceptara mi decisión. Ya no supe lo que él le respondió porque no me quedé a esperar su respuesta pero ya no importaba. Mi decisión ya lo sabía.

***
Una semana después ...

Es bueno saber que tu promedio ha contribuido para que sigas a la par nuestra— Daniel me estaba hablando mientras dejaba a un lado su sándwich de verdura que había comprado hace algunos instantes.

— Si, iniciaremos este semestre los tres juntos, cómo al principio. Te juro que aguantar sola a Daniel fue todo un — Nos encontrábamos en la universidad Daniel, Jessi y yo. Y nuestra amiga no terminó de hablar porque Daniel le dio un pequeño empujón para que no siguiera con su broma y luego siguió comiendo su sándwich — ¡oye! Sólo decía que tenía que aguantar tus lloriqueos porque el chico que te gustaba se fue de la ciudad.

— Ya, de acuerdo, si. Pero eso ya no importa. Ahora... me interesa otra persona.

— ¡Lo sabía! Andabas muy raro últimamente y sabía que alguien estaba detrás de toda esa distracción.

— Jessi tiene razón, Daniel. También he notado que andas muy distraído. ¿Es por el chico que dices que te gusta?— me había sumado a la conversación porque Daniel en verdad estuvo muy extraño el día que me crucé con Cedric en la cafetería.

— No quiero hablar de eso ahora, chicas. Les prometo que si este chico se anima al fin a hablar de sus sentimientos, les diré absolutamente todo. Pero por ahora... Será mejor que no lo sepan. Al fin y al cabo sólo les puedo asegurar que me gusta, efectivamente me gusta pero él aún no se decide.

Únicamente Mía ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora