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ZOE

Había caído profundamente dormida y deliciosamente agotada. Mi corazón, mi cuerpo y mi alma estaban en un perfecto estado de satisfacción que todo lo demás parecía innecesario.

Tenía a Ji Yong y fue suficiente.

Cuando la luz empezaba a aclarar el día escuche, detrás de mi espalda, a Ji Yong quejarse y balbucear palabras que no llegue a comprender. Sujetaba muy fuerte de las sabanas y por la rigidez que ejercía, su cuerpo comenzó a temblar. Hasta que sus quejidos fueron, más bien, lamentos desgarradores. Era obvio que estaba teniendo una pesadilla.
Me dolió presenciar la forma en que su mente lo estaba torturando, así que reincorporé de la cama y lo llamé para rescatarlo de sus malos sueños.

— Ji Yong… — lo tomé de sus hombros y lo sacudí levemente — Ji Yong…

Sin resultado. Estaba demasiado envuelto en su sueño, seguía susurrando algo extraño y no tuve más remedio que levantar la voz — ¡Ji Yong!

Cuando por fin abrió los ojos noté la rabia impregnada en su mirada. Me reconoció y gritó — ¡Tienes que amarme! ¡Tienes que amarme…! —me tomó fuerte de las muñecas, me empujó de nuevo contra el colchón y me mantuvo firme. Aprisionada.

— ¡Lo hago! ¡Te amo! — grité para traerlo de vuelta pues aún estaba fuera de la realidad, y la furia que lo envolvía me asustó.

Al escucharme con claridad, su mirada obtuvo algo de vida y luego se perdió en la confusión. Estaba absolutamente consciente y no entendía nada de lo que estaba pasando y yo mucho menos.

— ¿Zoe? — pronuncio mi nombre con voz quebrada, como si estuviera a punto de llorar. Liberó uno de mis brazos y muy lentamente acercó su mano temblorosa a mi rostro, me dio una caricia que casi no sentí y se asustó que yo estuviera allí. — ¡Zoe!

— ¿E... Estas bien? — pregunté confundida pero a la vez tranquila porque él ya había reaccionado.

— Estas aquí, claro que estoy bien — me abrazó fuerte y me cubrió con su cuerpo que estaba húmedo por el sudor. Podía sentir las palpitaciones de su corazón aun acelerado.

— Tuviste una pesadilla

— Aja

— ¿De qué se trataba?

— Ya no importa, estoy seguro que será la última vez que sueñe con eso.

— Eso quiere decir que... ¿Has tenido esa pesadilla en otras ocasiones?

— Aja

— Dime de que se trata.

— Zoe...

— Dime... — me reincorpore deshaciéndome de sus brazos y obligándolo a que haga lo mismo.

Tenía una leve sospecha de que sus pesadillas se trataban de mí. Su manera ambigua de contestar me daba la razón. Además su cabello enmarañado cubría sus ojos y no hizo nada para quitárselo, generalmente se lo lleva para atrás con una mano y de una manera que lo hace verse sexy. Adoro ese tipo de gestos. Sin embargo, esta vez, se quedó quieto como si quisiera aprovechar el obstáculo para evitar la conexión de nuestras miradas.

Y eso que Ji Yong jamás rechaza un enfrentamiento de miradas.

— Es solo un sueño, Ji Yong — susurré mientras estiraba mi mano para hacerme cargo del obstáculo. Entrelacé su suave cabello entre mis dedos y lo lleve hacia atrás, lo peiné delicadamente y coloqué los mechones rebeldes detrás de su oreja. Le di un trato lleno de amor, lo acaricie con ternura, no dije nada, no intenté presionarlo, ni siquiera lo miré, solo me concentré en su hermoso cabello y configuré en mi cerebro que ser su estilista personal era una de las cosas que más adoraba en mi vida.

Stay with me ¤ Ji Yong [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora