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ZOE

— ¿Me estas siguiendo?

Parpadeo sorprendido por el tono desconfiado de mi voz

— ¿Disculpa? Zoe, es el único camino hacia la parada de autobuses que conozco — miró hacia los alrededores mientras seguía caminando a mi lado. Aunque lo estaba acusando no tuve la valentía de detenerme. — Espera... ¡Es el único camino en realidad!

— Si bueno... ¡Pero tú tienes auto!

— ¡Esta en el taller!

— Sospechoso....

— ¿Es en serio, Zoe? ¿Me estas acusando de acosador?

Y de pronto me di cuenta que estaba siendo demasiado egocéntrica, tal vez guiada por la revolución de sentimiento que me provoco Seungri con sus comentarios y su odiosa manera de pensar. Creo que solamente tenía ganas de descargarme contra alguien.

Me detuve. Y le pedí una sincera disculpa.

— Lo siento ¿Vale? ¿Por qué no tomas un taxi?

Sonrió exasperado.

— Aunque quisiera, igual tengo que seguir por este camino.

— Ok, ok. Entonces sigue... — le indique con mis manos que se adelantara.

Asintió con la cabeza mientras sonreía sin diversión. Por un momento me recordó a Ji Yong y su sonrisa falsa que muestra a la mayoría de personas a su alrededor. Sentí un golpe en el pecho, un breve corte de respiración, un latigazo de la realidad. Dolor.
Cuando desperté de mi tortura Jung Han había avanzado unos metros los cuales considere prudentes para mantener nuestra distancia.
Ya tenía de nuevo a Ji Yong en la mente, cada día, cada hora, incluso cada paso que daba era demasiado pesada la carga que tenía en mi corazón. Dolía horrores y me odiaba todavía más, eso a su vez me provocaba miedo... ¿Cómo una persona podía vivir odiándose así misma? Sabía que no era sano pero tampoco podía evitarlo.

El suelo al que miraba mientras caminaba no me iba a dar respuestas, resulta que hasta no podía levantar la cabeza con orgullo. Hasta que de pronto golpea contra algo. — ¡Ay!

— ¿Me estas siguiendo?

Ese algo era el pecho de Jung Han, reconocí el diseñador de su camisa y brinque hacia atrás, asustada.

— ¡Estás loco!

— ¿Segura...? — cruzó sus manos mientras aguantaba las ganas de burlarse.

— ¡Ok! Ya entendí. No me estabas siguiendo y te pedí disculpas por eso.

— Si claro, sentí tu sinceridad.

Mantuve su mirada firme para no perder el orgullo, pero recordé que no era buena para ese tipo de enfrentamientos en el que la mirada representaba poder. Tres segundos después, deje escapar todo el aire que mantenía retenido y me encogí de hombros, hice un puchero involuntario y me concentre en una sincera disculpa, de verdad.

— Esta bien... — arrastre las palabras miserablemente — Lo sient....

— Suficiente — me interrumpió.

— ¿Eh?

— Con esa expresión tan tierna es imposible que no te perdone.

La duda volvió a instalarse en mi ser.

— ¡Ay no de nuevo! — chilló realmente asustado. — Es mi culpa, mi culpa — se dio golpecitos en la boca para corregir sus palabras.

— Hahahaha — rompí en carcajadas. Era divertido verlo. — No he dicho nada.

Stay with me ¤ Ji Yong [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora