Prólogo

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Luego de una horrible semana entre Phoenix y Seattle, por fin me encontraba en casa, Alice no había parado de llevarme de un lado a otro por la fiesta 'sorpresa' que íbamos a hacer para Bella, aún me sorprendió que ambas fueran amigas teniendo en cuenta que Alice no le caía muy bien que digamos.

Vi la casa blanca a través del cristal del auto y sonreí cansada, muy a diferencia de mi familia la cual estaba completamente constituida por vampiros inmortales e incansables, yo era completamente humana y cansable.

Así que lo único que deseaba era ingresar a mi habitación y decirle a mi cama lo mucho que la amo antes de dormir sin interrupciones por dos semanas como un oso. Pero el destino parece odiarme desde que llegué a Forks, y Alice me dijo que todavía teníamos que ver vestidos para la fiesta.

-¡No! ¡Quiero dormir!

Grité mientras que me abrazaba a lo primero que veía y lanzaba un gemido lastimero cuando Alice me cargó como si no hubiese estado usando toda mi fuerza para sostenerme de lo que sé de lo que me había estado sosteniendo.

-Alice, déjala, está muy cansada.

Dijo una voz aterciopelada, fue entonces que traté de entornar mis ojos cansados, eran poco más de las 12 de la noche y en serio deseaba dormir un poco. Edward me cargó en brazos mientras que mis ojos se cerraban y escuchaba como ambos discutían nuevamente, últimamente parecían hacerlo mucho pero a una velocidad tan rápida que me era imposible poder distinguir las palabras.

Como siempre que lo hacían, me rendí, y decidí acurrucarme en los fríos brazos de mi hermano mayor para poder dormir cómodamente allí. Si era un sueño debía de aprovechar, antes de que me despertase y viera a Bella en sus brazos, ahora que lo pienso me siento culpable porque se supone que ya lo he superado.

Arrugué la nariz inconscientemente cuando escuché una suave risa, alguien me había posado suavemente en mi cama y ahora se encontraba arropándome, una melodía de una caja musical llenó el ambiente y lo ultimo que sentí fue algo frío posarse en mi frente antes de dormir y soñar con un pastel de chocolate, delicioso chocolate que no puedo comer.

La luz del día ingresó por mis ventanas con suavidad, tomé mi teléfono de la mesita de noche, no recordaba haberlo puesto allí. Observé la pantalla principal notando que eran por lo menos las 11 de la mañana, hoy era la fiesta de Bella y abajo había mucho ajetreo, he de suponer que mi familia se está esforzando por hacerle una bonita fiesta.

Agradecía que no me hubieran despertado antes porque en realidad ni siquiera ahora me quería salir de la cama, el agotamiento que me dejaban los dulces era demasiado, porque si. Luego de un subidón de energía gracias a el azúcar, venía el drenado de energía dejándome completamente agotada.

Observé mi cajita musical, lo cual me extrañó ya que estaba segura de haberla guardado en una caja junto con algunas muchas cosas más, y ahora verlo fuera me dio escalofríos. Me volví a tapar con las frazadas esperando a que el sueño volviera a mi, lo que por suerte pasó, luego de varias horas me estaría despertando por el llamado de la naturaleza, mi estómago exigía alimento.

Me levanté sin siquiera cepillarme el cabello, a sabiendas de que probablemente Emmet no dejaría de fastidiarme hasta el año que viene pero solo faltaban algunos meses para eso, así que no le tomé importancia, tenía demasiada hambre. Tomé mi chompa de lana para abrir la puerta, un aroma llenó mis fosas nasales cuando llegué a las escaleras, un viento pasó rápido por mi lado y sentí un par de labios toparse en mi mejilla.

-Buenos días para ti también Alice...

Dije con voz adormilada mientras que me frotaba uno de mis ojos, cuando llegué abajo sentí como un viento dejó mi cabello más despeinado y luego otro lo dejó un poco más presentable.

Luna Llena ||Edward Cullen y tú|| ||Libro 2|| ||Saga Crepúsculo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora