Luna Llena ||Edward Cullen y tú|| ||Libro 2|| ||Saga Crepúsculo||

Capítulo 11

-¿Qué? ¡¿Qué, qué?!

Jacke me miró incrédulo, parecía que se iba a reír en cuestión de segundos, pero mi mirada seria lo hizo desistir de aquello.

-No estás... no es en serio, ¿o si?

Me abracé las rodillas, comenzando a mecerme de adelante para atrás en un lento vaivén.

-Jacob, mírame bien, ¡tú crees que sería capaz de saltar un acantilado sin saber nadar solamente porque si?

Jacob negó con la cabeza serio, y luego suspiró.

-Pero ella ya no estaba cerca, la habríamos sentido.

Dijo él un poco a la defensiva.

-Probablemente se fue antes de que ustedes lleguen, además estabas más pendiente de salvarme que de ella, no sabias que estaba allí.

Él asintió con la cabeza y nuevamente pasó su brazo por mis hombros prestándome de su calor, pues aún me estaba congelando, ambos a su vez estábamos preocupados porque hace unas horas Billy nos había llamado.

Tal parecía que Harry, que también se encontraba con ellos, había tenido una recaída y se encontraba en el hospital, y no parecía que fuera a salir de esta. Me pregunté como estaría Sue o Leah o Seth, sabía lo que se sentía perder a un padre, yo había perdido a los míos dos veces.

-Tranquila, ya estás a salvo, no importa qué. Si ella es como ellos, no dejaré que les haga daño, no te preocupes.

Aquello me distrajo por completo, y lo miré atónita.

-Jacob, ¿realmente crees estar preparado para atacar a la chica que amas?

Pregunté incrédula, él se quedo callado, y aquello era una gran revelación que ya conocía de antemano. Suspiró rendido, pero cuando estaba a punto de replicar la puerta se abrió dejando paso a un Billy cabizbajo.

-Oh no... No, dime que no...

Dije pensando lo peor, Billy asintió una vez y rompí enllanto. La pena me inundó por completo mientras que pensaba en lo destrozado que se debería de sentir Charlie ahora. Esto era realmente demasiado, me había destrozado.

Me levanté haciendo ademán de ir a donde él estaba, pero Jacob me sostuvo con fuerza, mi moto se había quedado en el acantilado-por lo que sabía, Sam la había traído de vuelta-y usarla solo haría que cogiera una neumonía. Así que decidimos que me llevaría a casa, no podía comunicarme con Charlie y nadie respondía al teléfono en casa.

Entonces llegamos, Jacob se quedó completamente quieto a una cuadra de la casa de Charlie, pero no entendí porqué.

-Maldición, hay uno de ellos allí.

Dijo con un gruñido y yo me sorprendí, observé para ver si mis ojos, tan poco acostumbrados a la oscuridad, podían captar algo en esta.

Entonces la luz dio de lleno en un auto que conocía demasiado bien.

-Tengo que bajar, ese auto... Papá está aquí...

El Sedan negro de Carlisle se encontraba afuera, aún recordaba cuando me enseñaron a conducir aquella belleza.

-¿Qué? ¡No! ¡¿Cómo sabes qué es así?! ¿Por qué...?

Lo miré a los ojos, comprendiendo su preocupación, sabía que si me equivocaba estaba muerta.

-Si es ella, entonces lo sabrás, gritaré. Pero si no es, te haré una señal, no pienso pasar mas allá de la puerta.

Y agradecía que el interruptor estuviera a un lado de la puerta, Jacob me miró preocupado, tratando de controlar el temblor en sus manos, posé una mano en su hombro y él la tomo con firmeza.