Vestido color vino, el cabello suelto y una sudadera de mezclilla. No necesitábamos hacerlo tan formal. Me quedé a la mitad de las escaleras, Ignazio tenía suerte ya que habían arreglado el problema de la electricidad, la música se escuchaba ya cercana.
Algo en mi estomago y en mi pecho empezó a dar vueltas, eran nervios, tenía dos opciones, podía dar unos cuantos pasos hacia atrás y volver a mi casa, hacer caso a lo que Piero me había dicho y solamente olvidarme de toda esta mala idea, la segunda era avanzar unos cuantos pasos más y llegar hasta él. ¿Porqué era tan difícil esto?.
No lo pensé más, di unos pasos hacia atrás sinceramente no había caso en hacer esto ¿Qué podría pasar mas allá de ser ignorada por él y quedarme sentada toda la noche?, saque mis llaves, escuche unos pasos arriba de mi y me detuve... Maldición.
He llegado a su piso, veo a varias personas afuera de su departamento fumando y una que otra bebiendo, camino hacía la puerta y al momento de entrar me doy cuenta de que tiene buen gusto, hay unas cuantas luces neón de color azul que alumbran un poco el lugar, realmente por dentro hay menos gente. Ahí está él, al fondo en aquella barra de la cocina, que ha decir verdad es mas grande que la mía, lo único que hago es verlo sonreír mientras esta rodeado de algunos chicos, supongo que alguien le dijo que esta viéndolo por que de un momento a otro volteo su vista hacia mi.
-Kismet, por un momento pensé que no vendrías- se detuvo frente a mi, iba vestido con una chamarra negra y una playera color blanco
-Te quitaste la barba- ¿Qué? no puedo creer que haya dicho eso, una pequeña risa salio de él
-Si, sentí que me haría ver mejor, ¿Qué opinas?- puso una mano en su mejilla y fijo su mirada en la mía, lo hacía ver un poco diferente un poco mas joven, su rostro lucía aun mas tierno que otros días
-Te ves muy bien- le sonreí
-Que suerte, ven, ¿Quieres algo que beber? tenemos un poco de cerveza, whisky, vodka o si tal vez no bebes tenemos soda- me llevo hasta la barra en la cual se encontraba sus amigos -Kismet ellos son algunos de mis compañeros del trabajo- solo les sonreí y les di la mano a cada uno -Entonces...¿Qué vas a querer?- se recargo en la barra mientras seguía mirándome, tome asiento, vi por un momento las bebidas frente a mi
-Supongo que algo ligero no estaría nada mal para comenzar.
-¿Cerveza?.
-Por favor- reímos mientras me daba aquella botella de vidrio fría, no dijimos nada
-¿Crees que los vecinos se enojen?- su pregunta nos saco de ese silencio, pensé por un momento en las probabilidades mientras hacia una mueca y veía como su rostro cambiaba a una expresión de preocupación
-¿Haz abierto su correspondencia o algo por el estilo?
-No que yo lo recuerde.
-Entonces solo mantén el volumen de la música a un nivel considerable- reímos juntos nuevamente
-Por un momento empecé a imaginar que tendría que buscar otro departamento donde vivir.
-Eres un exagerado.
-¡Hey! Ignazio- escuchamos una voz de un chico venir desde la puerta
-Bueno, en un momento regreso, puedes tomar lo que quieras- me guiña y veo que desaparece de mi vista, como ya lo había imaginado incomodidad fue lo que empezó a correr por mi cuerpo, no hice nada, pensé buscarlo con la mirada pero esa idea se esfumo al recordar que sus amigos estaban a pocos centímetros de mi, me recargue en la barra, podía irme pero tan temprano no sonaba como algo de buen gusto, moví mi cabeza negando todos mis pensamientos.
La noche pasó de alguna manera como lo temía, sentada con algunos tragos encima, por ratos Ignazio pasaba a preguntarme si estaba bien y después se iba.
Lo vi bailar y eso me hacía sonreír por que era muy gracioso, los pocos momentos en que nuestras miradas se cruzaban me lanzaba una sonrisa y yo se la devolvía. Esa era la única razón por la cual no me iba.
Pasaron las horas, el alcohol ya corría por mi sistema haciéndome sentir un poco mareada, mire mi celular y ya marcaban las 3:47 am, tenía que irme, no tenía nada importante que hacer al día siguiente ni en ese momento, tome lo que sobraba en mi vaso y me levante lentamente, la música había puesto el ambiente de buen humor por mas que busque a aquel chico de la sonrisa encantadora no lo encontré quizá había salido o estaba en alguna parte de su casa. Llegué a la puerta, afuera tampoco estaba, me detuve un momento, un poco de tristeza recorrió mi pecho, seguí mi camino hacia el elevador, las puertas se abrieron pero cuando estuvieron a punto de cerrar alguien detuvo las puertas lo cual hizo que diera un pequeño brinco en mi lugar
-¿Ignazio?- ahí estaba él, levanto su mirada hacia mi mientras las puertas volvían a abrirse
-¿Ya te vas?- su mirada cambio
-Yo amm... si, solo que no te vi y por eso no pude despedirme-suspiro
-Vamos, ven- tomo mi mano ¿Estaba ebrio?, me saco del elevador y volvió a meterme a aquel lugar.
-Ignazio, en verdad no...
-Perdón, no debí dejarte sola- me interrumpió mientras volvíamos a la barra, tome asiento y él volvió a estar frente a mi
-¿Estas ebrio?- le pregunte mientras dejaba salir una pequeña risa, aclaro su voz mientras se recargaba
-Un poco, debo admitirlo- reímos, la música volvió a cambiar y vi como una expresión de diversión invadía su rostro -Perfecto, me gusta esa canción, ven, baila conmigo- la sonrisa de mi rostro se borro
-¿Qué?.
-Que bailes conmigo- me tomo de la mano y me llevo hacia esa multitud de gente
-Ignazio, no... no se bailar -Rió alto mientras tomaba mis manos y me daba una pequeña vuelta, poco a poco me deje llevar por el ritmo de la música y de sus manos, ni siquiera sabía en que momento tome otra bebida, saltamos un poco
-¿¡Crees que los vecinos se enojen!?
-¿¡Eso importa!?- volvimos a reír, cuando volví a ver sus ojos me di cuenta que él ya estaba mirándome, volví a sentir aquella sensación extraña en mi estomago pero gracias a los efectos de las bebidas no baje la mirada esta vez, al contrario, no deje de verlo mientras seguíamos bailando, algo que agradecía era la iluminación de aquel lugar ya que sabía perfectamente que mis mejillas estaban demasiado rojas, volví a bajar la mirada, di unas cuantas vueltas.
No se por que, pero Ignazio se detuvo, yo solo lo mire a los ojos una vez más
-¿Sucede al...
Me beso, sus manos tomaron mis mejillas , se acerco a mi y dejo escrito un pequeño beso en mis labios.Pareciera que todo se detuvo. No hicimos nada.
-Perdón...- se separó un poco de mi, yo no quería eso, necesitaba tenerlo cerca de mi, abrace su cuello y volví a dejarle un pequeño beso que termino en una sonrisa, esa canción termino y con ella mi tiempo de estar en aquel lugar, lo solté lentamente mientras veía sus lindos ojos, bajé la mirada y me di la vuelta para regresar al elevador.
No me detuvo, solo sonrió mientras las puertas se cerraban y mi corazón se quedaba con él.
"Schapsidee: Alemán. Idea que surge cuando estas en estado alcohólico. Idea del licor."
Canción sugerida: Body by Loud Luxury ft. Brando (Solo es una sugerencia, puede ser cualquiera que ustedes quieran).
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Átame a tu recuerdo.
Любовные романыEra una noche de Diciembre cuando te recorde Tal vez era la noche más solitaria de mi vida. Quizá nunca te hubieras ido.