Nervios, eso era lo único que corría por mis venas ese día, ¿Qué podía hacer para librarme de este asunto entre él y yo?.
Necesitaba un consejo, tenía que llamar a la única persona en la que confiaba muy aparte de mis padres y de Rocío, hasta Lilia.
-Contesta...- tantos eran mis nervios que ni siquiera me animaba a salir al balcón por miedo a verlo.
-¿Hola?.
-Gracias a Dios, estuve llamándote toda la mañana.
-Lo siento, sabes que aquí es de noche- Ríe -¿Cómo estás?, cariño.
-Necesito un boleto hasta donde sea que estés tu- suspiro -Creo que estoy en problemas...nuevamente.
-No creo que te agrade tanto un aeropuerto con un vuelo atrasado hacia Rusia- sonrío -Dime, ¿Qué esta pasando?.
-Larga historia pero todo se resume en que un chico se mudo al departamento que esta arriba del mío, lo conocí, es lindo y tengo una fiesta con él en unas horas, ¿El problema?, tu no estas aquí y me hace sentir muy...extraña.
-¿Una fiesta a solas?.
-Una fiesta en el departamento de arriba- escucho nuevamente su risa -No es gracioso ...en verdad no se que hacer.
-¿Te gusta?.-una sensación de nervios me invade
-¡No!, oye...
-Solo es una pregunta, tranquilízate- quedamos en silencio, escucho un ruido arriba de mi lo cual me hace dar un pequeño salto en mi lugar -Si no te gusta, si no te interesa no vayas.
-¿Qué?, no, no puedo solo no ir, a sido...- ¿Bueno? ¿Atento?, me dirijo hacia la cocina esperando a que la luz ya haya regresado, busco una taza y me encuentro con la que él me ha dado -Lindo, conmigo.
-¿Lindo?, eso suena interesante.
-No tenemos tanto tiempo para hablar, cuando regreses te contaré todo- dejo aquella taza y tomo otra para preparar un té de canela
-No le habías dicho a nadie lindo desde que...
-Ni siquiera digas su nombre...-silencio, no necesitaba escuchar aquel nombre -Solo estoy diciendo lo que es...ha sido lindo conmigo, no tuvimos un gran comienzo como amigos.
-Entonces ve, pero no te quedes tan tarde.
-Puede ser, pero en verdad los nervios me están matando...En realidad te necesito aquí.
-Kismet...yo también quiero regresar a casa pero el trabajo me tiene esclavizado...mira, ve, trata de socializar, se que no es fácil para ti pero inténtalo, si te sientes muy mal dile que tienes algo que hacer mañana y no puedes quedarte tanto tiempo, disfrútalo, baila ¿Por qué no invitas a alguien más?
-Porque solo te tengo a ti- no decimos nada, escucho un suspiro por parte de él
-Todo va a estar bien...
-¿Y si no?
-Aquí estaré para escuchar tu fracaso
-Eres un tonto...- quizá tenía razón -Regresa pronto...-
-Lo haré, tengo que irme, es hora de pelear con la aerolínea nuevamente.
-Prométeme que me traerás un recuerdo...quizá un oso este bien
-Confórmate con un resfriado que tendré que contagiarte- tomo un sorbo de mi bebida
-Cuídate.
-Kismet...-escucho mi nombre en su voz cuando estoy a punto de colgar -¿Confías en él?- No lo había pensado -¿Cariño?.
-No...no lo sé.
-Entonces ten cuidado.
-Te quiero
-Y yo a ti- terminamos la llamada.
No lo había pensado, ni siquiera un segundo ¿Confiaba en Ignazio? ¿En realidad eramos amigos o solo vecinos con un poco de convivencia? Creo que mis nervios se volvieron un 50% miedo y el otro 50% tristeza, No nos conocíamos del todo, en realidad lo único que sabia de él era su apellido, que le gustan las plantas, no tiene luz al igual que yo, vive arriba de mi departamento, tiene mas tazas guardadas, hace mucho ruido todos los días y que tiene unas fotos en donde muestra su sonrisa encantadora.
No sabía que pensar, tal vez solo estaba dándole muchas vueltas a las cosas, de todas formas tomaría mis pequeñas precauciones.
Mi celular vuelve a sonar, es un mensaje
"Gané la pelea, salgo en el próximo vuelo. Ponte aquél vestido color vino, estoy segura de que le gustará.
PD: Bromeaba llevo muchos regalos para ti.
Besos"
Me sacó una sonrisa, al fin y al caso Piero siempre tenía la razón.
ESTÁS LEYENDO
Átame a tu recuerdo.
RomansaEra una noche de Diciembre cuando te recorde Tal vez era la noche más solitaria de mi vida. Quizá nunca te hubieras ido.