La lengua negra del desierto

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"Sabe e e odo o shagn
abe mora ne s ego nngn
Shagini el que todo lo sabe,
Ningún mortal en su ego cabe"

Nava estaba sentado en su trono de mármol, seguía pensando en el plan tan descabellado de su hermana y en qué podría tener que ver shagini en esto, también le habían surgido muchas preguntas con su anterior conversación con el demonio, nunca había oído hablar de Mesopotamia o la lengua negra, finalmente tomo una decisión
-¡Shagini!-
El demonio apareció de las sombras
-¿Que sabes de esa lengua negra?-
Shagini sonrió y comenzó a explicarle
-la lengua negra fue creada por un culto que deseaba que sus creencias no fueran descubiertas por el pueblo de Mesopotamia, actuaban en las sombras y veneraban a un dios oscuro-
Nava quedo aún más intrigado por el relato
-¿Que clase de Dios?-
Shagini lo miro sorprendido
-¡Yo por supuesto! ¿Acaso conoces algún otro? De todas formas, Urth no debería poder entenderlo, digo, Flor tiene raras habilidades ¡pero el chico descubrió las suyas cuando leyó el libro! No tiene sentido-
Nava miró al suelo pensativo
-¿Que pasaría si alguien le enseño a hablar la lengua oscura?-
Shagini se quedó hecho piedra, eso fue algo que no se había planteado, pero la sola posibilidad de que ese alguien existiera quiere decir que hay alguien en el bosque que era extremadamente poderoso, desapareció sin responder la pregunta, recorrió el bosque durante horas acompañado de su aprendiz, ninguno se dió cuenta de la criatura alada que los vigilaba surcando la copa de los árboles

Mientras en los pueblos del Este se celebraba la boda de Florish y Urth, la reina quería matar a Urth pero sabiendo lo que ocasionaría en Florish abandono la idea, sabía que la profecía era peligrosa pera aún así no podía perder a alguien más.
La boda se celebró con banquetes y espectáculos, un sinfín de malabaristas junto con animales exóticos de todas las formas, colores y decoraciones, pero la novia sólo pensaba en una cosa
-¡Mira esas criaturas Urth! ¡Imagina lo que haríamos con unas armaduras y monturas!-
Pero Urth no le prestaba atención, bueno, en realidad si le prestaba atención solo que no a lo que ella quería, la contemplaba fascinado por su belleza
-sabes, en verdad te ves hermosa con el vestido-
Florish lo miro enfurecida
-es de mi madre, pero aún así lo que te decía es que con unas buenas estrategias y esas cosas podemos...-
No es necesario relatar todo lo que la apasionada guerrera del Este decía pero creo que ha quedado claro que mantenían una conversación diferente entre ellos
-Florish, después de esto tendremos que consumar el matrimonio-
Dijo Urth alegremente, se había moldeado para ser exactamente lo que Flor quería que fuera; un títere al servicio de su hija, una mascota inútil que no tenía deseos o amor propio
-¡Ya sé cómo tendremos nuestra luna de miel! Vayamos a matar al rey de kima, madre estará orgullosa-
Urth le seguía sonriendo atontado
-Lo que tú digas, espera ¿¡Que!?-
Por fin el tuerto había vuelto a la realidad, se levantó de su silla casi tirando el enorme pastel que tenía enfrente y dijo
-¿Estás loca? ¡Tu Tío derrotó a uno de los hombres de roca solo! ¿No te acuerdas de lo que nos costó vencer a aquel del pantano?-
Florish se levantó también
-¡No me importa! ¡Lo venceremos juntos!-
Los ojos de la princesa brillaron en tonos violetas y Urth asintió
-como tú digas amor-
-¡Así me gusta!-
Y se escaparon de su propia boda

Nava seguía preguntándose a donde se había ido shagini cuando Keith irrumpió en la sala del trono
-¡Señor! ¡Tiene que ver esto!-
El rey salió de su palacio para encontrarse a cuatro criaturas gigantescas esperándolo, pudo reconocer a un hombre de roca que media tres metros de alto y dos árboles retorcidos del bosque oscuro que median entre cuatro y cinco metros de alto, en cuanto al cuarto, que se veía más humano, no pudo adivinar su especie, era el más bajo, su estatura debía situarse alrededor de los dos metros
-¿Que hacéis aqui extrañas criaturas?-
El hombre de roca comenzó a hablarle
-señor Nava, asesino entre los nuestros, he venido a pedirle su ayuda y apoyo-
Antes de que el rey pudiera contestar los dos árboles comenzaron a hablar con una voz chillona
-¡oh gran portador de vida! ¡Nosotros también tenemos que hablarle! Además queremos disculparnos por la última vez que nos vimos, no sabíamos que usted era el gran Nava, creador de los Navanos, los arboles despiertos de Kima ¡como ofrenda de paz le tenemos un obsequio!-
Dicho esto los dos árboles le dieron una espada hecha totalmente de madera, pero con una hoja tan afilada y resistente que podría cortar el acero
-esta espada gran portador de vida es llamada Aregetha que en nuestro idioma significa "la primera"-

La Guerra De Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora