14 de septiembre de 1942
Era un día lluvioso, el viento desplegaba las hojas de los árboles de una manera brusca, las gotas caían sin parar, era una tormenta agresiva una de esas tormentas que se llevan todo a su paso, más que casas, árboles, plantas...
En las orillas de Seúl se encontraba Han Younghyun junto a su amada esposa Han Jihyo, está se encontraba en la etapa final de la dulce espera, estaba por nacer su primer hijo, fruto del gran amor de estas almas gemelas. Ambos vivían en una pequeña pero agradable casa alejada de toda la civilización, siempre vivieron bien y nunca tuvieron problemas con nada, amaban su vida, estaban juntos y felices. Se habían conocido hace varios años, si vivían en la ciudad pero sus padres se oponían tanto a su relación por lo que decidieron escapar para rehacer su propia vida juntos.-Querido, esta tormenta parece que no va a tener final, y nuestro querido Jisungnie ya viene en camino- dijo aguantando los dolores de las contracciones-.
-Por favor querida, aguanta un poco más así lograremos que nuestro bebé nazca con atención médica- dijo preocupado-.
-Lo siento pero no va a ser posible, acabo de romper bolsa- dijo mirando hacia el suelo manchado de líquido- prepara las cosas como practicamos amor-.
Luego de unas largas horas de sufridos dolores y de un parto logrado se escuchó el llanto de un pequeño bebé que lograba llegar al mundo.
Afuera la tormenta se desataba cada vez más y más fuerte, la joven pareja con su recién nacido bebé se encontraban muy asustados al ver que el gran árbol que se encontraba detrás de su casa se removía de tal manera que parecia querer caer.
El árbol cayó por más que intentaran de todo y con la mitad de la casa también se llevo la vida de la recientemente madre y ese bebé que poco sabía lo que pasaba.
Younghyun desesperado le pidió a todos los dioses y persona que se le cruzara por la cabeza que no se los llevara a ellos, que el daba su vida por su familia. Solo la misma muerte lo escuchó.
-En serio darías tu vida a cambio de que no me los lleve a ellos dos?- preguntaba de una manera burlesca-.
-Por supuesto que si-.
-Ja, está bien, firma con sangre este papel- dijo mientras con fuego hacia aparecer una pluma y el contrato de su muerte-.
Younghyun desesperado no dudo ni un segundo y solo firmó.
Bien dicen que no te puedes confiar jamás de la muerte, todos sus tratos tienen trampa, su error fue no leer nada.
-Bien, tu esposa e hijo vivirán, pero el niño cuando cumpla su mayoría de edad quedará atrapado eternamente, viviendo, viendo pasar los años pero él siguiendo igual, sin libertad y tu esposa por fin se reencontrará contigo.
Al instante la tormenta pasó y el cielo quedó despejado. Jihyo se levantaba sin ningún rasguño y con su hijo en brazos durmiendo placidamente, solo que a su lado se encontraba su esposo en su lecho de muerte.
-A-amor que pasa? Que te pasa?- decia Jihyo al ver a su esposo mal-.
-Nada mi vida, quiero que sepas que te amé hasta el último momento, a vos y a nuestro hermoso hijo, cuídate, cuidense, los amo- y con el último respiro dejó este mundo-.
18 años después.
Jisung volvía de recorrer el bosque en el que vivió toda su vida, amaba los árboles, los pequeños animales, el río que cruzaba cerca, solía ir a pescar con su madre y su jugar en la orilla con su perro Coco.
Era su cumpleaños numero 18 estaba emocionado por cumplir su mayoría de edad, tenia muchos planes para él y su madre, planeaba que fueran a la ciudad a tratar de vivir una vida mejor y conocer personas ya que siempre han vivido solos. Él era un chico muy agradable y entusiasta, siempre le gustaba explorar y aprender cosas nuevas.
-Mamá!! Llegué, no sabes Coco corrió a una ardilla y como se subió al árbol quería también subirse pero no podía y se lo veía muy enojado- contaba con muchas ganas su anécdota hasta que vio a su madre decaída- que pasa mamá? te duele algo?-.
-Ven hijo siéntate, te hice una torta- la dejaba en la mesa mientras encendía una vela-.
-Muchas gracias en serio, está muy linda- sonreía alegre achicando más sus ojitos-. voy a pedir un deseo..
-Antes jisungie, bebé tengo que contarte algo- suspiró, era el momento- tu padre dió su vida por nosotros, nos amaba, te lo conté no?- para ese momento las lágrimas ya caían de sus ojos- fue algo desesperado pero nos dió vida, gracias a él, pero lo hizo de una forma no muy conveniente, amor hoy yo voy a morir y tú vas a vivir pero no de una forma normal, esta es nuestra última vez juntos y no puedo hacer nada contra eso, perdón..
-P-pero como, no no , mamá yo tenía otros planes ,que me dices- sus ojos se convirtieron en dos cataratas de lágrimas-.
-Perdón por no poder hacer nada, te amo, pide un deseo.-
En el momento en que apagó las velas todo se volvió apagó y solo vio a su madre desaparecer y el quedar en un lugar oscuro con solo una luz, luchó, lloró, peleó, extrañó pero jamás pudo salir de esa oscuridad.
En un momento solo perdió la noción del tiempo, parecia que era un muerto en vida, sin lágrimas que derramar, en ese lugar no sentía hambre, no sentía frío, no sentía sueño, solo quedó estancado en el tiempo y sin esperanzas de poder algún día salir y cumplir sus metas y objetivos y también sin amor, con soledad y dejando que todo pasara y a la vez sin pasar.
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through the mirror 'MINSUNG
FanfictionEl hilo rojo por supuesto que existía, todos ansiaban encontrarlo a lo largo de su vida, unos hasta con cortos años lo encontraban y otros(su mayoría) en la adolescencia. Minho con sus 25 años veía como todos a su alrededor lo encontraban y vivían...