Capitulo 19

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El bullicio de las calles y el sonido de los carruajes, era la magia de Londres, pero para la dama de cabellos dorados era un lugar de tristeza y desdicha.

Sarah junto con Enid se detuvieron frente a uno de los tantos edificios que estaban cerca del Parlamento. Caminaron tímidamente hacia uno de ellos, no tenían cita y corrían el riesgo de no ser recibidas. Sin embargo, era urgente, la sombra de la muerte se estaba convirtiendo en una entrañable compañía.
Para cuando entraron se encontraron con un mundo de hombres, atrás quedó el decoro y todo lo que traía consigo, recorrieron un oscuro pasillo, llegando hasta una imponente puerta que les doblaba en altura, tocaron tímidamente sin tener respuesta aparente.

-Vamonos- dijo Sarah quién veía como su valentía comenzaba a flaquear.
-No señora, usted estaba muy determinada ayer, no podemos echarnos para atrás.

En ese pequeño intercambio de palabras se abrió la puerta y una mujer con anteojos y bastante robusta las recibió.

-Buenos días, en que puedo ayudarlas.
Enid se apuro en decir- Estamos buscando a Dylan Jeckel.

-Tienen cita- replicó la mujer

-No, pero Lady Sarah Gastron está aquí- resaltó Enid

Sarah estaba aún muy nerviosa y arrugaba su falda sin poder articular una palabra, la mujer las observó con cierto asombro, les pidió que ingresasen y tomasen asiento.

-Enseguida seran atendidas- desapareciendo por otra puerta.
-—Gracias Enid-—dijo a voz de susurro
-—No tiene porqué Señora, debemos hacer todo lo posible para vengar la muerte de Henry—dijo con determinación aquella sirvienta que se había convertido en la hermana que Sarah siempre quiso tener.

Los minutos sentadas parecían eternos, ambas mujeres posaron la vista en un reloj colgado en la pared y cuando este dio las doce, la puerta del despacho se abrió y saltaron de un brinco. Sus ojos viraron hacía ese lugar, no daban crédito a lo que veían era Henry acompañado de una mujer que salían junto con el abogado.

-—Henry—balbuceó Sarah antes de caer desmayada. No supo cuánto tiempo permaneció inconsciente, para cuando despertó se encontró con unos profundos ojos azules que la veían con ternura y mucho amor, haciendo que la rubia haga una mueca de felicidad.

Durante los minutos que estuvo inconsciente, hubieron risas, gritos llantos y muchas réplicas. El destino seguía hilando su vida muy finamente, si bien Henry en un principio estaba resuelto a buscar a su padre y matarlo fue disipado por Dika quien actuó como la voz de la razón, al igual que Enid fue con Sarah.

Otros minutos más pasaron y  Sarah ya se sentía lo suficientemente fuerte para poder escuchar todo lo que había ido pasando estos meses. Entraron en el despacho y cada uno de los participantes comenzó a relatar lo sucedido, todavía habían algunos vacíos  pero no eran necesarios aclararlos, se conocía por demás la magnitud del asunto y las pretensiones de Lord Gastron de quedarse con el fideicomiso de Henry.

Sarah, lloró amargamente, más allá de que Henry estuviera vivo, prácticamente había vuelto a la vida sólo para una cosa...buscar venganza. Si bien el abogado explico que Lord Gastron estaba en la quiebra y que pronto sus acreedores tomarían acciones, no era suficiente debía pagar y para eso todos los involucrados tenían que darle encuentro, tanto Sarah como Henry estaban muertos, al menos es lo que todos creían y ese sería el mejor elemento sorpresa que tenían contra su enemigo.

Intima TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora