Hoy, en la actualidad...
Corrió como alma que llevaba el diablo, tratando de no resbalarse con los enormes charcos que cubrían las calles de Londres. Maldito clima, él, tan acostumbrado al solecito y la playa y que le tocase ir siempre a las reuniones que se hacían en el norte. ¡No había misericordia! Menos mal que había dejado de llover hacía ya un rato aunque eso no quitaba que ya llegaba tarde. ¿Cómo demonios se podía haber escacharrado el coche?
Cruzó la esquina agarrándose de la farola para no derrapar, casi llevándose a una ancianita y a la pulga que hacía llamar perro mientras giraba como un gimnasta profesional. Un niño en la otra acera no pudo otra cosa mas que aplaudir ante tal azaña.
-¡Disculpe!- gritó casi sin aliento. Aún le quedaban varios minutos para llegar a la reunión y el sonido de unos truenos a sus espaladas hizo que acelerara su carrera.
Mientras tanto, en el gran edificio de cristal que Inglaterra se había molestado en construir para las reuniones en su país ya estaba la lleno, todos en sus sitios, atentos... O al menos,eso es lo que se intentaba. Alemania trataba poner orden a la vez que Feliciano y América jugaban al poker, Grecia dormía, Dinamarca había sacado una cerveza de vete tú a saber donde y Hungría fangirleaba con la pareja yaoi del momento.
Arthur por su parte no dejaba de mirar el reloj, preocupado, frunciendo el ceño a la vez que meneaba la pierna con exasperación.
-Tranquilo, viejo- dijo un victorioso Alfred después de desplumar, aún más de lo que por sí estaba, Feliciano. El italiano había ido a llorar a los brazos de Ludwig.- Ya sabes como es esto de las reuniones, ahora en un rato Alemania se crispará y empezaremos.
-Bah, no es eso lo que me molesta- bufó, esta vez mirando por la ventana. El cielo estaba encapotado, casi tan nublado como sus ánimos ¿Donde se había metido ese idiota? ¿Es que acaso no va avenir? Se preguntaba a si mismo, ignorando la mirada curiosa de Alfred, quién observaba a su "padre" atentamente mientras contaba los billetes ganados.
-¿Entonces? ¿Es que tienes prisa?- preguntó esta vez de manera más juguetona- ¿Una cita, quizás?
El británico frunció aún más el ceño soltando como venenoso un "¿Y a ti que te importa?" tan ácido que le quitaron las ganas de seguir preguntando.
-Well, tú sabrás, me voy un momento a hablar con China, tengo entendido que hace dos semanas se compró un HUAWEI y querría burlarme.
-¿Qué he hecho mal con este chico?- suspiró Arthur, llevándose las manos a la cabeza.
"Qué he hecho mal en general"
Llevaba sin ver al español nada más y nada menos que seis meses. Seis eternos meses. Y la última vez que cruzaron palabra habían peleado, cosa normal en ellos. Que si Gibraltar, que si separarse de Europa... La cosa llegó a las manos y los presidentes tuvieron que separarles. Desde luego, no era algo fácil de olvidar, sobretodo ahora con la existencia del instagram y del youtube. ¡Hasta un Remix habían creado con el dichoso vídeo en el que se tiraban al suelo en la pelea! Un tic en el ojo aparecía solo de acordarse.
¿Donde estaría Antonio? ¿Vendría después de su invitación?
Los minutos se le hacían eternos esperando, mirando alternativamente la ventana, el reloj y la puerta, que ya no se abría más. Los demás hablaban entre ellos amigablemente, él tan bien quería hacerlo, mas no podía. No estaba de humor. Hasta Francis, que solía ponerle de los nervios, al verle la cara había optado por mantener una distancia prudencial con el inglés.
La reunión comenzó con una media hora de retraso ya que a Alemania le costó un buen rato tranquilizar a Feliciano, explicándole que apostar estaba mal y que no debería hacerlo con el país con el mayor casino del mundo. Arthur se levantó entonces y empezó a hablar de los puntos que los reunían ahí: el cambio climático, las energías renovables, pesca furtiva...
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Océano de Esmeraldas (Hetalia/Yaoi)
FanfictionEspaña e Inglaterra siempre se han llevado mal, quizá demasiado, sobre todo en la época de los piratas, donde todo valía aunque usaras sucios trucos. Pero, ¿y si eso no es más que un sentimiento que ambos intentan ocultar o negar con odio? Una larg...