02| Lᴜɴᴇs.

309 32 21
                                    


Lunes.

El peor día de la semana de mi asquerosa vida.

Pasé una noche más solo durmiendo un par de horas, cosa que me estaba matando. Pero tampoco me quejaba, después de todo era yo quien lo buscaba.

Mi tía me obligó a levantarme temprano de nuevo solo para sacar la basura, y se perfectamente que lo hizo adrede.

Como me quiere.

Cuando voy a la escuela suelo ir a clases de baile donde ya llevo bastante tiempo. Pero al estar de vacaciones, mi tía no me iba a dejar sin ir a ningún sitio y ser una vaga como suelo ser.

Por eso, le dijo a Kirishima que debía entrenar e ir al gimnasio. Algunas tardes, cuando me apetece o el pelirrojo me lleva a rastras, voy al gimnasio acompañada del chico que ya mencioné.

Aunque lo único que hago es hacer que entreno mientras veo con cara de estúpida el cuerpo de Eijiro.

Y esos músculos, uf.

Algún día me matará de un ataque al corazón.

Pronto sería el examen de recomendación que debía tomar para entrar a la UA. Por que obviamente no iba a entrar como los demás, ya que la pija de mi madre se encargaría de eso.

Fruncí el ceño pensando en ello.

Que asco de vida.

Mi tía practicó el arte marcial llamado Kung-fu. Y me obligaba a practicarlo también. La verdad es que no era algo malo, pero da mucha pereza y no tengo muchas ganas actualmente de hacer algo nuevo.

Lo único bueno es que a la larga si me serviría teniendo en cuenta mi quirk.

Magnetismo.

En ambas palmas de las manos tenía una marca. En la mano derecha estaba el símbolo que indicaba positivo, mientras que en la mano izquierda se encontraba el símbolo de negatividad. Eran algo grandes y de color negro.

Siendo honesta, mi poder es la ostia.

Siempre he amado mi quirk, lo encuentro interesante y poderoso.
Solo que me da mucha pereza practicar.

Algún día me dará pereza respirar y moriré.

De momento solo puedo activar uno a la vez. Con el positivo puedo atraer cualquier objeto que contenga la mínima cantidad de algún metal ferromagnético. Mientras que con el negativo los repelo. Pero lo más genial de todo, es que cuando los utilizo se ponen de color rojo y azul respectivamente.

Me recuerda a unos Pokémon.

Por cierto, si no has visto la película Detective Pikachu no se a que estás esperando.

Lloré mucho con esa obra de arte, ay.

Me coloqué los auriculares sin cable pijos que me compro mi tía sabiendo cuanto los quería.

Como la quiero.

Con el arma más común del Kung-fu, comencé a practicar dándole a unos muñecos de madera que teníamos en el patio delantero. Usaba un bastón de madera que me llegaba por encima de mi cabeza, era largo y fino.

Pero, lo mejor no era eso.

Mi tía me ayudo a modificarlo para que se adaptara mejor a mi. Por dentro, el bastón tiene una capa de hierro para que yo sea capaz de atraerlo y repelerlo. A primera vista parece un bastón de madera inofensivo, ya que al ser muy ligero casi no se nota el cambio que proporcionó el metal.

Eᴍᴘᴛʏ |𝐁𝐍𝐇𝐀|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora