05| Lᴏ ᴊᴜʀᴏ.

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Después de aquella referencia a Auronplay—cosa que no pude evitar— intenté mentalizarme y tener los más claro posible que me estaba enfrentando a robots.

Una de las máquinas vino hacía a mí ligeramente rápido. Esquivé como pude el golpe que me iba a dar con su brazo mecánico.

Abrí los ojos como platos.

Joder. Eso podría haberme matado.

De nuevo vino a por mí, solo que esta vez paré el golpe con el bastón mientras sentía la fuerza del robot sobre mí.

Con toda la fuerza que pude y gracias a mi poder, clavé la lanza que tenía como arma justo en el centro del robot.

Un par de máquinas venían hacía a mí de nuevo, solo que estas eran más rápidas y grandes. Sequé el sudor de mi frente mientras sacaba mi cabello de la cara.

Que molestia.

En vez de usar el bastón, con mi mano izquierda repelí el robot que venía hacia mi dirección.

Se dio contra la pared haciéndose añicos. Me alcé los lentes que se habían descolocado ligeramente.

De repente sentí un dolor en el abdomen.

El robot me había golpeado por estar distraída. Pudé sentir gritos detrás de mí, parecía que los chicos ya habían llegado.

Me levanté rápidamente ignorando el gran dolor que sentía en la costilla izquierda.

Ya no derrotaba a más robots, tan solo los esquivaba agarrándome a ellos mientras los repelía cuando ya no los necesitaba.

Un chico se cruzó en mi camino. Al parecer pensaba derrotar a todos los robots el solo.

Será imbécil.

De un momento a otro, el robot más grande estaba a punto de pisarlo y dejarlo fuera de la carrera.

Ignóralo, Ren, no tiene nada que ver contigo.

Cerré los ojos y fruncí el ceño.

¿Por qué me tiene pasar esto a mi...?

—¡Joder! —grité mientras lanzaba el bastón afilado al robot.

El chico se dio cuenta de ello y se apartó rápidamente mientras veía la máquina caer a su lado.

Atraje de nuevo el bastón mientras miraba seria y fría al chico.

No dije nada, tan solo me fui lo más rápido que pude de allí.

Estoy perdiendo tiempo.

Miré hacia delante mientras me seguía arrastrando por las paredes. Al parecer solo quedaba una última prueba.

El cansancio ya se sentía demasiado, solo quería que esto terminase ya.

Y la siguiente prueba era un asco.

Era un puto laberinto.

—La madre que los parió —me quejé—. Aunque al menos el laberinto es de muros y no de arbustos.

Me subí en un muro con algo de dificultad. Supongo que tendría alguna cosa en la costilla izquierda porque dolía como la mierda.

Desde arriba pude ver la salida. Solo quedaba llegar hasta allí.

Fui saltando de muro en muro, cada vez quedaba menos para salida.

Pero de un momento a otro una especie de niebla cubrió todos los alrededores.

—¡Oh vamos! —grité— ¿¡Me estás jodiendo!?

Bufé, esto no se acabaría nunca.

Una idea se me vino a la cabeza.

Eᴍᴘᴛʏ |𝐁𝐍𝐇𝐀|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora